En el césped, había una clara desigualdad entre ambos conjuntos. No solo por la diferencia de puntos a lo largo de la fase regular. En lo que al juego se refiere, los pupilos de Herrera hacen gala de un fútbol combinativo y de toque mucho mejor que los de Popovic. Sin embargo, en este tipo de encuentros, a veces jugar bien a este deporte o saber manejar como nadie la pelota, no sirve. El Zaragoza le puso garra y, con una afición entregada, puedo superar en 90 minutos a su contrincante que llegaba con vitola de favorito.

Dominio visitante en una primera parte de infarto

A pesar del empujón y el chute de adrenalina que inoculó la grada zaragocista a los suyos, los canarios supieron mantener la calma y se posicionaron muy bien en el terreno de juego. Se notó que Paco Herrera tenía estudiado a los maños. Sus pupilos buscaron balones largos a la espalda, el punto débil de los blanquillos.

La diferencia entre uno y otro equipo residía en el centro del campo El guión fue muy distinto que el que se produjo una semana antes frente al Girona. Esta vez, la Unión Deportiva fue la que se hizo con la posesión del balón desde el primer minuto. Incluso Araujo estuvo a punto de marcar el primero. El goleador isleño controló perfectamente con el pecho un centro de Viera, pero el hábil y rápido Vallejo desvió a córner antes de que el ariete finalizara la jugada.

La diferencia entre un equipo y otro residía en el centro del campo. Es la zona donde se maquina todo el fútbol de un conjunto, donde se distribuye juego y donde se suele decidir quién manda en el envite. Los canarios se comieron en todas esas facetas a los aragoneses. Paco Herrera ha conseguido con Las Palmas lo que no consiguió la temporada pasada con los que hoy eran sus rivales. No por incapacidad, sino porque en las Islas se ha encontrado con unos jugadores propicios para ello. Castellano era dueño y señor en el medio, llevando a cabo todas las funciones que se le requerían: de cortafuegos en las contras, desahogando la poca presión ejercida por sus contrincantes….

El gol visitante estaba muy cerca. Hasta que llegó gracias a, de nuevo, otro error blanquillo. En las inmediaciones locales, Cabrera cedió el esférico de manera errónea a Araujo y éste combinó con David Simón para que visualizara a un solitario Viera en el otro lado de la portería y abriera el marcador.

El cambio de Jaime revoluciona el partido

Fue otro jarro de agua fría para La Romareda. De forma repentina, Popovic reaccionó y sustituyó al malogrado Cabrera por Jaime, quitando el sistema de tres centrales para incorporar más velocidad por las bandas. De tal forma, Pedro estaba más liberado y se acercaba a combinar con un centro del campo blanquillo que apenas existía. El cambio realizado pareció surtir un mínimo efecto, hasta que en un córner cuando yacía la primera mitad, Rico anotó la igualada de cabeza.

Si al finalizar la primera parte se demostró que Popovic dio en el clavo con la temprana sustitución,  el comienzo de la segunda no hizo más que afirmarlo. En una contra, Jaime corrió la banda derecha. Tenía dos opciones: o ceder a Pedro atrás o arriesgarse a centrar a 'Billy', cubierto por dos defensas. Hizo lo segundo y le salió a las mil maravillas. En una melé entre los centrales rivales, no se aclararon para despejar el balón de forma contundente y éste quedó manso en los pies del ariete brasileño, que solo tuvo que ceder a Pedro para que marcara a placer.

En dos jugadas, el encuentro viró radicalmente. La Unión Deportiva  pasó de estar muy tranquila con el transcurrir del partido, a tener que volver a hacerse con el control del envite para no marcharse con una derrota de vuelta.

William José hace el tercero durante el asedio canario

El resto del guión del encuentro estaba claro. Los isleños encerraron a sus contrincantes en el área en busca del empate. Los blanquillos, a defender con los ánimos de una afición que se estaba dejando la garganta. Y fue en una contra en la que cayó el tercero. Javi Álamo llegó a línea de fondo y sacó un balón que, con la ayuda de Lizoain, Willian José acabó introduciendo en el fondo de las mallas. 

La Unión Deportiva atacó de forma desesperada, pero la zaga maña y Bono se ocuparon de que no volviera a anotar, levantando un muro infranqueable. De momento, es el Zaragoza el que se ha adelantado en el marcador global y el que más cerca está, ahora mismo, de pisar el cielo. Sin embargo, aún quedan 90 minutos muy largos en el estadio Gran Canaria y, como se pudo comprobar la semana pasada en las semifinales, puede ocurrir de todo.

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Sobre el autor
Mariano López Bolea
Periodismo y de Ciencias Políticas. Escribo en VAVEL sobre política, Real Zaragoza y todo lo que sea necesario.