Nuevo duelo de pretemporada para los zaragocistas, que en la tarde del viernes visitaban otro campo que les será familiar esta temporada, El Alcoraz, para enfrentarse a la SD Huesca en el que fue sería primer derbi aragonés del 2015. Al final, tablas entre los dos equipos gracias a los tantos de Ángel Rodríguez, por parte de los blanquillos, y de Figueroa, por el lado de los altoaragoneses.

Saltaron ambos equipos al verde con la firme convicción de que un derbi, por mucho que sea en un partido amistoso, siempre tiene ese plus de motivación. Pese a ello, fueron los locales los que comenzaron mejor, gracias a un centro del campo donde Gaspar y, sobre todo, Fran Mérida, hicieron de las suyas para volver locos en numerosas ocasiones a los futbolistas de la medular del Real Zaragoza. 

Así, a los cinco minutos de comenzar el choque, los azulgranas ya avisaron con una llegada de Figueroa, que ayer entró en el once como hombre más ofensivo del equipo de Tevenet, por delante de Juanjo Camacho.

Los blanquillos no terminaban de encontrar su juego, y tan solo algunas pinceladas de calidad del recién llegado Hinestroza, que ocupó la banda derecha, y del ayer capitán, Pedro, dejaron muestras de que el equipo de Popovic tiene ideas, pero todavía están en construcción. Además, Ortuño y Ángel se movieron rápido y se mostraron muy participativos, pero hicieron palpable la necesidad de fichar un delantero que asegure un buen puñado de goles. Buena parte del ascenso pasa por ahí.

Pedro erró la primera ocasión para los zaragocistas. Tras un gran pase de Ortuño, el ex del Córdoba no aprovechaba el error defensivo de los locales para anotar y poner a su equipo por delante, cuando lo más fácil parecía meter el esférico en el fondo de las redes.

El centro del campo estaba dominado por los oscenses, sin que Erik Morán y Diamanka, además de Aria, pudieran hacer nada por evitarlo. Los zaragocistas no consiguieron dominar la medular en ningún momento, algo que Fran Mérida aprovechaba para autoproclamarse dueño y señor de esa zona del campo y poder, de este modo, servir buenos balones a los compañeros más adelantados.

Sin embargo, los goles tuvieron que esperar a la segunda mitad, ya que ni Pedro ni Rico, a balón parado, fueron capaces de batir la meta defendida por Whalley. Figueroa también tuvo otra clara ocasión, pero Cabrera llegó a tiempo para arrebatarle el balón e impedir que el recién llegado abriera el marcador.

Ya tras el descanso, la entrada de Wilk y Dorca al centro del campo dotó a los visitantes de más dominio, lo que se tradujo en una mejora del juego y mejores sensaciones. Las jugadas se hilaban mejor, y el Real Zaragoza comenzó a sentirse más cómodo.

Cuando se cumplía el minuto 60, Ángel, que había entrado para sustituir a Hinestroza, conseguía batir al también recién entrado Leo Franco. Tras un error defensivo, el delantero canario se plantaba solo ante Leo Franco, que detenía el primer remate, pero no el segundo, tras coger el rechace Ángel para mandar el esférico al fondo de las redes.

Pero la alegría duró poco para los blanquillos, ya que Figueroa fue capaz de empatar el choque con un gol de bella factura. Desde fuera del área, el futbolista azulgrana lanzaba un potente disparo que terminó en la portería de Bono.

Durante los minutos finales, solo una jugada visitante alteraría el rumbo de posesión alterna y escasas ocasiones por parte de ambos equipos. Ortuño anotaba el 1-2, pero el colegiado anulaba el tanto por fuera de juego. De este modo, el partido murió con el 1-1 y con la sensación de que el Real Zaragoza va por buen camino, pero necesita avanzar más rápido.