Tras cuatro años como jugador blanquillo, dos de ellos en el filial y otros dos con el primer equipo, el lateral izquierdo se convierte en uno de los futbolistas con más peso y responsabilidad en el vestuario zaragocista.

La temporada pasada, Diego Rico (23 de febrero de 1993, Burgos)  fue un fijo en el carril zurdo de la Romareda, pero este año no lo va a tener tan fácil, ya que con la más que probable continuidad de Abraham en el equipo va a haber una gran competencia por ganarse el puesto.

Para esta campaña, el lateral debe asumir la importancia que debe tener dentro del equipo, transmitiendo a los nuevos jugadores que se han incorporado la relevancia que supone formar parte de un club como el Real Zaragoza, equipo que no tiene otro objetivo que retornar a la Primera División.

Un zaragocista más

No es que se pueda decir que Diego Rico tenga una dilatada carrera como futbolista, debido a que el jugador burgalés sólo ha pasado por las categorías inferiores del club de su ciudad natal, para más tarde llegar a las filas del filial maño en el año 2011. Tras no disfrutar de muchos minutos en las dos temporadas que estuvo en el Deportivo Aragón, al jugador le tocó dar el salto al primer equipo por la carencia de jugadores en esa posición.

Debutaría con el primer equipo un 10 de septiembre de 2013, en la segunda fase de Copa del Rey frente al Alavés, día en el que el equipo aragonés quedaría eliminado de su trofeo por excelencia. Una vez realizado el debut con el Real Zaragoza, el “casi” canterano zaragocista se ha consolidado como  futbolista de la primera plantilla, disputando un total de 67 partidos en dos campañas, y anotando un total de cuatro dianas. Esta próxima campaña va a convertirse en la tercera consecutiva como carrilero del primer equipo, temporadan la que Diego Rico quiere cumplir su sueño de ascender con el Real Zaragoza a la élite del fútbol español, y es que seguro que el jugador burgalés es de los que piensa que a la tercera va la vencida.

La competencia por ganarse un sitio

No va a ser un año fácil para el lateral zurdo burgalés, que va a tener que trabajar mucho para ganarse un puesto en el once de Popovic. Con la casi ya  segura continuidad de Abraham Minero en la disciplina blanquilla, ser el lateral izquierdo del once zaragocista no va a ser una tarea nada sencilla.

Pero Diego Rico ya sabe lo que es competir duramente por ser un fijo en los esquemas del entrenador, ya que esta última campaña ha tenido que defender su lugar dentro del equipo con uñas y dientes. Al principio de temporada el futbolista burgalés tuvo que ver como el uruguayo Leandro Cabrera era el fijo en el lateral zurdo para Víctor Múñoz.

Con la llegada de Ranko Popovic al banquillo del equipo de la ciudad del Ebro, Rico se convirtió en un jugador importante para el entrenador serbio, llegando a disputar un gran número de minutos. Además, el lateral de 22 años ha demostrado ser un jugador polivalente, debido a que esta pasada temporada ha llegado a ocupar el puesto de interior izquierdo y el de carrilero, cuando Ranko comenzó a utilizar un sistema de juego 5-3-2.

Un lateral en pleno crecimiento

A pesar de acumular cuatro temporadas con el conjunto blanquillo, dos de ellas ya con el primer equipo, Rico es un futbolista todavía muy joven, tan solo tiene 22 años y con mucho camino por recorrer.

Al lateral izquierdo le queda mucho por mejorar, y esa es una de las esperanzas del club, ya que ve en Diego Rico el lateral del presente y futuro, lateral que se caracteriza por ser un futbolista muy corpulento, con mucha fuerza y potencia tanto en las acciones defensivas como ofensivas, con un buen juego aéreo debido a su estatura (1'81m) y con una gran capacidad para poner buenos centros laterales a los atacantes.

Lo que está claro, es que Diego Rico debe dar un paso adelante, y más aún con las ya anunciadas marchas de Fernández y Javi Álamo, dos de los capitanes del equipo y convertirse en uno de los baluartes del equipo.

Se espera mucho de él esta temporada, y que sea uno de los pilares del Real Zaragoza, ayudando al club de “su vida” a lograr el ansiado ascenso que lo devuelva al lugar del que nunca debió salir, la Primera División.

Autor: Juan Romé