El Real Zaragoza consigue milagrosamente rescatar un punto en casa del Girona F.C. tras un encuentro aburrido para el aficionado en el que el conjunto maño apenas se ha esmerado para conseguir adelantarse en el marcador ante el dominio de los locales, que tampoco han estado acertados, algo que ha hecho que el partido se convirtiese en algo insoportable para el aficionado.

Abanderados por Pol Llonch y Pere Pons, los jugadores del Girona han comenzado el partido muy fuerte liderando y dando bastante trabajo a Bono que a los dos minutos de partido ya había tenido el balón en las manos dos veces. La primera parte ha estado dominada por la intensidad y agresividad del Girona frente a un Real Zaragoza que no sabía cómo llegar a la portería de Becerra y cuyos jugadores se encerraban atrás con miedo a recibir un gol del contrario. Tan solo Rico y Ortuño han tenido un par de ocasiones desesperadas que apenas han llegado a ser amago de gol. Sin movimiento en el centro del campo ni en el ataque por parte del conjunto visitante, acababa la primera parte cero a cero gracias a que el Girona no supo convertir los balones parados que tuvo en gol.

La segunda parte comenzaba con un buen pase de Diamanka para Jorge Díaz que el jugador no ha sabido aprovechar, y que tan solo sería un espejismo en comparación con el resto del encuentro. Los 45 minutos restantes han transcurrido igual que los de la primera parte, con menos ocasiones por parte de los equipos y con la monotonía instalada en el terreno de juego. Popovic ha introducido cambios en el equipo que no han conseguido aportar nada nuevo al encuentro. Entraba primero Ángel para aportar algo más de fuerza al ataque y tras él Wilk, que tan solo diez minutos después de entrar al terreno de juego ha tenido que ser sustituido por Abraham tras una caída en el área con Mata en la que el jugador del Girona pedía penalti, pero ha sido el zaragocista quien se ha tenido que retirar del terreno de juego tocado.

El resto del partido ha estado igualado sin ninguna ocasión clara por parte de ambos equipos. El nerviosismo se ha apoderado del conjunto blanquillo y le ha impedido dar pie con bola. Al igual que en la primera parte, se han sucedido varios saques de esquina y faltas para los dos equipos que ninguno ha sabido aprovechar. Ha sido a partir del minuto 86 cuando el Girona podría haberse adelantado en el marcador en un par de ocasiones que Bono y Cabrera han sabido salvar. El árbitro ha añadido al tiempo reglamentario cuatro minutos en los que el equipo ha continuado con el mismo ritmo y tan solo Vallejo de falta ha intentado alcanzar la portería rival sin éxito, debido a que el balón ha acabado en manos de Becerra.

Punto importante y conseguido de milagro es el que se lleva el Real Zaragoza de vuelta a casa a pesar de que no ha hecho una gran actuación para merecerlo. El conjunto maño enlaza así cinco partidos sin conocer la derrota tras haber cosechado tres victorias y dos empates y se mantiene invicto fuera de casa con 16 puntos y un cuarto puesto en la clasificación. Por su parte, el Girona se pone decimoquinto con cinco puntos menos enlazando tres partidos sin perder.

Ambos equipos intentarán olvidar este encuentro la próxima jornada y buscarán los tres puntos contra sus respectivos rivales. El Real Zaragoza recibirá en La Romareda el domingo 1 de noviembre a las 12:00 al Elche mientras que esa misma tarde a las 17:00, el Girona jugará en El Sadar ante Osasuna.

Así lo vivimos