Tres puntos separan al Real Zaragoza de su sueño y sobre todo de su principal objetivo para esta temporada: el ascenso directo que le dé el tan ansiado billete para retornar a la Primera División y que traiga por fin un poco de paz a una ciudad que quiere volver a vibrar con su equipo y dejar atrás casi una década de despropósitos y de desangramiento de un león que parece más preparado que nunca para volver a rugir.

Tras un comienzo dubitativo en el que se llegó a cuestionar la continuidad del entrenador y en el que el equipo aragonés mostró mucha fragilidad defensiva, todo ha dado un giro de 360º, consiguiendo el Real Zaragoza 11 de los últimos 15 puntos posibles, acumulando cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota y mejorando un aspecto clave en esta categoría: la solidez defensiva, y es que el equipo dirigido por Ranko Popovic tan solo ha recibido un gol en los últimos cinco choques, gol que además llego en los segundos finales del partido frente al Albacete. Todos estos hechos le permiten al conjunto mañico ocupar la cuarta posición de la tabla, empatado con el tercer clasificado, que es el Alcorcón, y estar a tres puntos del segundo y a cuatro del liderato.

La mejora defensiva

Los principales aspectos que el Real Zaragoza ha corregido y mejorado respecto al inicio liguero son la contundencia y la solidez defensiva, unas características que el club zaragozano parecía no conocer no sólo desde que arrancó esta temporada sino desde que el equipo de la ciudad del Ebro está en la categoría de plata del fútbol español.

Esta mejora defensiva es la principal causa que explica el buen momento de forma que atraviesa el conjunto maño, ya que esta cualidad resulta imprescindible en Segunda si se quiere ser un firme candidato al ascenso como lo desea ser el Real Zaragoza. Un factor que puede ser útil para argumentar esta seguridad atrás es el cambio de sistema del equipo, que coincide justo con el comienzo de esta racha positiva en la parcela defensiva. El 4-1-4-1 parece que es el dibujo adecuado para este Real Zaragoza, dibujo que ha resaltado nombres que antes no habían tenido relevancia en la plantilla. Futbolistas como Erik Morán que ahora resulta imprescindible e irremplazable en el once por la gran función que ejerce como ancla que barre todos los balones o como ayudante desatascador en la salida de balón del equipo. Diamanka es otro ejemplo de futbolista que ahora es importante y que influye de manera decisiva en el juego del grupo y que se ha convertido en un pilar fundamental.

Además de estas nuevos nombres que han surgido para ayudar y colaborar de forma directa en el progreso experimentado por el Real Zaragoza, hay otras que se han afianzado y han tomado el rol que se esperaba de ellos a la perfección puesto que van a resultar muy importantes para lograr el objetivo final. En el centro de la zaga, Cabrera y Vallejo parecen estar hechos el uno para el otro, se complementan a la perfección y conforman el muro defensivo del club maño y en portería, Bono es el elegido para realizar las estiradas que frenen el balón de cara a la portería.

Falta la pólvora

Para hacer que la solidez defensiva alcanzada por el Real Zaragoza resulte completamente eficaz y aprovechable es necesario que los hombres de ataque aporten goles para conseguir así las victorias que lleven al equipo aragonés a la cima de la tabla. De momento, en el aspecto ofensivo el conjunto maño está mostrando un defícit de gol, debido a que al bloque comandado por Popovic le está faltando claridad en los últimos metros y a la hora de finalizar las jugadas.

Cuatro encuentros se ha quedado esta temporada el Real Zaragoza sin perforar las redes rivales, hecho que rara vez sucedía la pasada campaña. Ortuño con tres tantos es el máximo anotador del equipo, a éste le siguen Ángel y Cabrera con dos. Un factor determinate en esta carencia goleadora del conjunto maño es la escasa aportación en forma de goles de la segunda línea del ataque, ya que solamente Jorge Díaz ha sido capaz de conseguir un tanto. Si se vuelve a mirar al año pasado, la aportación goleadora de esta segunda línea fue fundamental para que el equipo aragonés estuviese a punto de ascender. Por ello, jugadores como el ya mencionado Jorge Díaz, Hinestroza o Pedro deben sacar el instinto goleador que llevan dentro y dotar así al Real Zaragoza de los goles que tanto añora y echa en falta. La lesión de Jaime también es un factor de gran influencia, ya que el albaceteño ya aportó una buena cifra de tantos la temporada pasada.

El partido ante el Elche se presenta como una gran oportunidad para el Real Zaragoza e intentar hacer un partido como el de Albacete (1-3), en el que el equipo se muestre muy seguro y sólido atrás y a la vez dé esa sensación de peligro cada vez que pise la zona de tres cuartos contraria pudiendo marcar gol en cualquier momento del partido.