Victoria en un duelo ante un rival directo y portería a cero. De nuevo el Real Zaragoza se mostró sólido en casa y consiguió una victoria basada en la seguridad defensiva. Dominó en los primeros compases del juego y cuando el rival se asentó consiguió encontrar ocasiones utilizando, especialmente, los costados. Omnipresente Diamanka durante todo el encuentro.

Planteamiento inicial

Popovic apenas introdujo un cambio respecto al once que empato frente al Girona en la jornada anterior. Ángel aparecía en el equipo titular dejando a Jorge Díaz en el banquillo. La entrada del delantero implicaba el paso de Hinestroza a la banda izquierda, dejando que Ángel partiera desde la derecha.

Aprovechar las bandas para salir

El Elche actuó en fase defensiva con un 4-4-2 muy marcado. Los visitantes buscaban consolidar una línea de medios muy pegada a la que construía el Zaragoza con Isaac-Diamanka-Dorca-Rico, evitando que el equipo de Popovic pudiera contactar rápidamente con con ellos desde la defensa. Quedan por delante dos puntas que presionaban a Cabrera, Vallejo y Morán, los hombres más retrasados del Real Zaragoza para la salida de balón. Quedaba un 3x2 que, pese a la superioridad numérica de los locales, dificultó el pase hacia Morán y limitó las líneas de pase del pivote zaragocista.

Con esta dificultad para avanzar con pases seguros por dentro el Zaragoza tuvo dos vías de escape. La primera llegaba con balones largos que buscaban a Ortuño. El delantero los peleaba pero la mayoría de balones quedaban rechazados, bien por el propio Ortuño bien por los centrales rivales. No obstante, un Diamanka muy participativo llegaba antes que nadie a esos balones muertos, consiguiendo posesiones para el Zaragoza en zonas más adelantadas.

La otra vía del Zaragoza estaba en los laterales. Esta opción aportaba más continuidad a la circulación de balón que la vía directa hacia Ortuño. Pese a que los extremos del Elche intentaban pegarse a Isaac y Rico, a menudo perdían la marca y permitían las recepciones de los profundos laterales zaragocistas.

El contexto en las bandas

El cambio de Ángel por Jorge Díaz supuso, también, tener a los dos extremos a pierna natural. El delantero español se mostró muy activo por banda, especialmente en los movimientos sin balón, que favorecieron a Isaac en todo momento. Ángel tiende a irse hacia dentro, pero lo hace de una forma mucho más vertical que Hinestroza, buscando más la zona del área que la mediapunta.

Isaac se quedaba con la responsabilidad de ofrecer amplitud, pero el equipo no perdía profundidad por esa banda gracias a la verticalidad de Ángel. Por otro lado, el delantero estuvo más acertado a la hora de combinar con Isaac que cuando tuvo buscó la acción individual. El lateral diestro volvió a mostrarse como una opción muy sería en ataque y muy voluntarioso a la hora de defender, pese a que su espalda fue una de las principales bazas de los visitantes para atacar durante la primera mitad.

Omnipresente Diamanka

Sigue sorprendiendo el rendimiento de Diamanka desde que entró como titular. El mediocentro sigue dejando muestras de su importancia en el actual Zaragoza y frente al Elche firmó una de sus mejores actuaciones de la temporada. Como siempre, Diamanka abarcó todo el campo que sus condiciones físicas le permitieron, lo que supone ser prácticamente omnipresente, mostrándose en ataque y defensa. Esta capacidad de Diamanka para ocupar terreno de juego se come a menudo la presencia de un Dorca mucho más estático y menos participativo.

El ex del Leganés fue un tormento para el Elche. A la hora de presionar, él y Dorca se pegaban a los centrocampistas rivales, saliendo a incomodar a los centrales puntualmente. Diamanka, además, siempre iba un paso por delante del resto de jugadores sobre el terreno de juego. Su agilidad y anticipación le permitió siempre llegar antes a todos los rechaces que se producían tras los balones directos del Zaragoza. A partir de esas recuperaciones Diamanka podía distribuir a las bandas o combinar con Ortuño, pero siempre verticalmente para aprovechar el desorden rival.

Por otro lado Diamanka volvió a exhibir una capacidad de llegada importantísima para el Zaragoza. Gracias al centrocampista el equipo de Popovic suma siempre tres posibles rematadores en el área: Ortuño, un extremo y Diamanka. No estuvo acertado en la ejecución pero siempre inquietó al rival con su presencia.

Solo Espinosa creó dificultades

Las acometidas del Elche llegaron, siempre, por medio de Espinosa. El organizador del equipo visitante iniciaba siempre escorado ligeramente a la banda izquierda, indetectable para Diamanka y Dorca, más pendientes de Illie y Mandi. A partir de ahí y con movimientos fuera-dentro Espinosa era capaz de avanzar metros, atraer rivales y filtrar pases a sus compañeros.

Le ayudó, especialmente, la movilidad de Sergio León. El punta no dejó de buscar desmarques a la espalda de Cabrera y Vallejo, pero la pareja de centrales volvió a ser contundente y vital para el equipo. Sin cometer prácticamente errores, entre ambos imposibilitaron que la mayoría de pases de Espinosa encontraran destinatario.

El Zaragoza consiguió un gol cuando apareció el mejor Hinestroza, el que tiene espacios para explotar su potencia. El equipo local reculó ligeramente durante un buen tramo y la entrada de Jorge Díaz y Pedro aportó mucha frescura y una gran jugada para anotar el segundo gol, que premiaba a un voluntarioso pero impreciso Ortuño.

La victoria es importante, pero además hay que quedarse con la solidez del equipo, que sigue con unos registros defensivos excelentes. Algunos jugadores todavía tienen que encontrar su sitio y explotar su potencial, pero se va definiendo un once al que sin duda le vendrá bien la vuelta de Pedro.

Fuente de las imágenes: Canal+ y LFP

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