Si algo positivo se puede sacar de la derrota frente al Nàstic de Tarragona en la jornada anterior es el estreno goleador de Isaac Carcelén con el Real Zaragoza. El defensor, tras un gran centro de Bertrán desde el costado derecho, remató un testarazo directo a la red llegando desde atrás al segundo palo. Era el minuto 85 y suponía el 2-1, es decir, aún quedaba tiempo para empatar. Sin embargo, tres minutos después, el Nàstic, por medio de Naranjo, anuló el valor del gol de Isaac en el partido.

El ya destituido del banquillo zaragocista, Ranko Popovic, colocó a Isaac en el lateral izquierdo por la ausencia de Diego Rico, sancionado. Muchos no entendían este cambio de banda, ya que Marc Bertrán también andaba tocado para jugar como titular en el lateral diestro. No obstante, en este aspecto las cosas salieron decentemente e Isaac completó una buena actuación en una banda que no era la suya.

Una celebración malinterpretada

Cuando el gaditano marcó el 2-1, el Real Zaragoza, al igual que durante casi todo el partido, estaba practicando un fútbol poco intenso y la afición aragonesa comenzaba a cuestionar la actitud de sus futbolistas. Isaac, tras introducir el balón en la red, celebró su gol cerca de la grada de los incondicionales blanquillos. Los nervios jugaron una mala pasada a algunos, que malinterpretaron la celebración del andaluz.

Carcelén hizo el gesto de achinarse los ojos en dedicación a su novia, tal y como aseguró en su cuenta oficial de Twitter (@izacv8) al leer ciertas opiniones que no se correspondían con la realidad: “Siento si lo habéis mal interpretado y podréis ver las imágenes de que me toco los ojos y nada más. Es un gesto que vengo haciendo hace años”. El futbolista pidió disculpas y todo quedó en una anécdota. Además, sería una incongruencia, ya que Isaac es uno de los jugadores al que la grada de La Romareda le reconoce su gran esfuerzo en cada partido. Es de los que más lo merece.