El Real Zaragoza ha sacado un importante punto en su visita a El Sadar que le alejan de los puestos de ascenso directo, pero se sitúan a solo dos puntos de playoff. Tras dos victorias consecutivas, el conjunto blanquillo visitaba Pamplona con la moral alta para seguir creciendo y escalando puestos en la tabla clasificatoria.
Ante ellos estaba un rival que siempre es difícil y que esta temporada no regala muchos puntos en casa, aunque no llegaban al partido en su mejor momento. Los rojillos solo habían sumado cinco puntos en los últimos cinco encuentros, por lo que romper la mala racha era la prioridad para no descolgarse de los puestos de ascenso.
Intesidad e igualdad
Tan solo la novedad de Lanzarote en el once por Hinestroza, sancionado tras haber visto la quinta tarjeta amarilla ante el Córdoba la pasada jornada. Un once sin más cambios y que había dado buenos resultados las últimas jornadas ante el Leganés y Córdoba. El equipo era consciente de que sus principales rivales no habían fallado, por lo que no se podían permitir tropezar.
Los encuentros entre Real Zaragoza y Osasuna siempre son intensos. Este partido no sería menos. Desde el primer minuto, ambos equipos salieron a por todas buscando la portería rival. El conjunto blanquillo daría el primer susto de la tarde a los navarros tras un centro de Lanzarote que no recoge Nauzet y Pedro no consigue rematar bien para adelantar a los aragoneses. Minutos después, Urko Vera respondería con un remate que terminó saliendo por línea de fondo. Ninguno se arrugaba, pero el marcador continuaba a cero.
Las ocasiones continuaban llegando por ambas partes y Otegui fallaba un mano a mano con Manu Herrera tras un fallo de Guitián. El guardameta madrileño tendría mucho trabajo durante todo el encuentro y se mostraba muy atento a cualquier movimiento de los atacantes rojillos. Con el paso de los minutos, el juego se iba endureciendo y el colegiado comenzaba a mostrar las primeras amarillas. En ocasiones algo riguroso y excesivamente permisivo en otras.
Cuando todo parecía que iba a acabar en tablas al descanso, Lanzarote sorprendía con un disparo de vaselina en el interior del área que sorprendió a Nauzet. El conjunto aragonés acabaría la primera parte ganando por la mínima y con la única intención de amarrar el resultado para lograr sumar los tres puntos.
Pidiendo la hora
El segundo tiempo no pudo empezar peor para los aragoneses. Una pérdida de balón de Culio que acabó en saque de esquina y, posteriormente, en gol local de las botas de David García. El partido volvía a estar en tablas y al Real Zaragoza le iba a tocar remar hasta el final para poder sacar los tres puntos.
La intensidad seguía siendo la misma, a pesar de los minutos. Ambos equipos iban a por todas, pero sin ocasiones claras para adelantarse en el marcador. El Real Zaragoza conforme pasaba el tiempo se volvía más inseguro y no conseguía llevar la batuta del partido. El balón era de Osasuna y las ocasiones empezaban a llegar ante un seguro Manu Herrera que terminaría siendo el mejor del partido.
Cabrera expulsado por doble amonestación
El empate sabía a poco para ambos equipos e intentaban buscar la espalda y cualquier error para poderlo aprovechar. Y a punto estuvo de aprovecharse de un error Pucko que tuvo un mano a mano con Manu Herrera, aunque el guardameta detendría el balón salvando al equipo de la remontada navarra.
El colegiado continuaba con el mismo ritmo de cara a las tarjetas amonestando con un criterio desigual. De esta forma, el equipo blanquillo terminaría con uno menos tras la expulsión de Cabrera por doble amonestación a falta de cuatro minutos (más el añadido) para el final. Con un hombre menos, los aragoneses intentarían defenderse contra todo y contra todos para poder hacer bueno el punto y no irse de vacío.
Un punto que no supone grandes cambios en la clasificación para el Real Zaragoza, que se encuentra en la décima posición con 38 puntos, pero se sitúa a solo dos puntos de los puestos de ascenso. El próximo partido en casa ante el Lugo será vital que el equipo aragonés sume los tres puntos.