El conjunto blanquillo se enfrentará el próximo domingo al Bilbao Athletic en el estadio de La Romareda. Un partido de doble filo, puesto que los de José Ángel Ziganda tienen pie y medio en Segunda División B y pelearán hasta el final para evitarlo. Es el primero de los tres partidos que quedan por disputarse en el feudo blanquillo. Por ello, la afición zaragocista tiene que darle un plus a su equipo para llevarlo a volandas a Primera División.

Con un balance de 10 victorias, cinco derrotas y dos empates como local, el Real Zaragoza afrontará sus últimos choques ante rivales directos por una plaza en la zona de promoción o, incluso, por el ascenso directo a la gran categoría.  

Duelos con sabor a playoff

La primera disputa para tener más cerca el objetivo será ante el filial vasco que es el farolillo rojo de Segunda División. A pesar de ello, no hay partidos fáciles en la categoría como se pudo comprobar en el choque ante la Ponferradina, en el que los de Lluís Carreras sufrieron en varios tramos del encuentro. Es ahí donde el equipo de la capital del Ebro tendrá que demostrar ante su público, la entrega y lucha para sumar otros tres puntos importantísimos que les mantenga en lo más alto de la tabla.

Pero los duelos más transcendentales serán los dos últimos que se jugarán en La Romareda. En primer lugar, el 22 de mayo contra el Nàstic de Tarragona, un recién ascendido que ha dado mucha guerra a todos sus rivales. Actualmente, el conjunto catalán se sitúa en el tercer puesto a un solo punto por encima de los blanquillos. La importancia de ganar y que el triunfo se quede en Zaragoza supondría un gran paso.

La otra sorpresa de la temporada es el Real Oviedo que con sus buenas actuaciones en cada partido, ha continuado en los puestos de promoción. Se enfrentará ante el conjunto aragonés en la penúltima jornada en la que será decisiva para el futuro de ambos equipos.

A pesar de que el Real Zaragoza en los partidos a domicilio ante el Nàstic y los ovetenses salieron derrotados, tendrán las dos últimas balas para recortar distancias e, incluso, colocarse por encima de ellos.

La Romareda, el jugador número 12

Ante los decisivos y arduos encuentros que tendrán los blanquillos, la afición de la capital aragonesa tendrá un papel importante. Y es que el apoyo de la grada será un aliciente para afrontar las últimas jornadas de Liga, en las que intentarán alcanzar los puestos de ascenso directo a Primera División.

La Romareda tendrá que ser un fortín para que el conjunto maño tenga un plus en confianza, fuerza, valentía para disputar estos significativos partidos.