El Real Zaragoza empató a dos ayer ante el Numancia en Los Pajaritos. López Amaya, el árbitro de la contienda, fue el protagonista de un partido que los maños tenían encarrilado a los 20 minutos. Ángel y Lanzarote pusieron el 0-2, pero las decisiones arbitrales y la poca fortuna que acompaña al Zaragoza esta temporada terminaron con todo. Julio Álvarez aprovechó el error del colegiado en la señalización de una falta al borde del área y la apertura de la barrera blanquilla para hacer el primer gol rojillo. Un tiro desde fuera del área de Aquino y el pie de Isaac, que desvió el balón de su trayectoria natural, enviaron el balón al fondo de la red para hacer la igualada.

Lanzarote, estandarte en ataque

Unanimidad a la hora de decidir quién fue el mejor en el partido de ayer. Lanzarote ha ganado por goleada, aunque en general, la afición opina que todo el equipo estuvo bien. Isaac Carcelén gustó mucho entre el forofismo blanquillo, que sabe que la banda derecha del conjunto aragonés es un peligro constante para el rival. Ángel por el gol y Rubén por convertirse en asistente tras hacer una buena jugada en el tanto del canario, también han sido votados.

Lanzarote volvió a marcar otro soberbio golazo. El catalán aprovechó un fallo garrafal de Valcarce para superar con un zurdazo a 20 metros de la portería a Medina, que también andaba algo adelantado. La calidad del catalán es fundamental en el equipo maño, su aportación en ataque es decisiva en cada partido. 'Lanza' puede resolver un partido cuando el grupo está bloqueado, ya sea con goles o asistencias. La experiencia también dice mucho del centrocampista, esa picardía se traduce en detalles que dan aire al equipo en sus peores momentos. No obstante, Lanzarote no es un jugador de mucho recorrido y eso penaliza su aportación defensiva y la capacidad para aguantar los 90 minutos.