Una nueva oportunidad perdida. Sin excusas. El Real Zaragoza ha dejado escapar dos puntos en un partido que tenía encarrilado tras un tanto de Dongou y la expulsión de Machís. Pero una horripilante segunda parte ha condenado al equipo que se ha visto superado por un Huesca valiente que ha buscado la portería y, de esta forma, llegó el tanto del empate de Samu. 

El Real Zaragoza necesitaba la victoria para intentar atar cuanto antes el playoff y después de haber perdido la jornada anterior ante el Nàstic en La Romareda por la mínima. El Huesca también necesitaba tres puntos, pero con un objetivo diferente: asegurar la permanencia. Con este punto, los oscenses solo necesitan uno más para certificar la salvación. 

Imprecisiones y nerviosismo, pero con el partido de cara

El once de Carreras volvía a presentar cambios debido a las bajas de Ros y Diego Rico por acumulación de amonestaciones. Abraham sustituía al lateral, mientras que Diamanka ocuparía el puesto de Ros. Esta vez estaría en punta Dongou y Ángel partiría el partido desde el banquillo. Hinestroza sería el descartado por Carreras y Jaime comenzaría el partido desde el banquillo tras volver a entrar en una convocatoria ocho meses después y ya recuperado de su lesión. 

Foto: La Liga.

El Real Zaragoza se mostraba muy nervioso e impreciso en los primeros compases. Ambos equipos eran conscientes de que se estaban jugando mucho, aunque con objetivos diferentes. El equipo blanquillo no conseguía controlar los balones, aunque lo intentaba Dongou que disparó en la frontal, pero su disparo lo atrapó Leo Franco sin problemas. Una primera parte con muchas faltas y muchas imprecisiones que podían costar caro al equipo. Pero en una contra, Pedro asistió a Dongou que batió al guardameta argentino para poner la ventaja en el marcador. El Huesca no le perdía la cara al partido y, pocos minutos después, en una contra a punto estuvo Luis Fernández de poner el empate, pero Cabrera despejó para evitar cualquier peligro. 

Lanzarote, el más listo de la clase

Al borde del descanso, la SD Huesca se quedaría con uno menos tras la expulsión de Machís por doble amonestación. El jugador, que ya había visto la cartulina amarilla en el 38 por una falta sobre Dongou, derribó a Lanzarote y el colegiado no dudó en mostrarle la segunda tarjeta. Una jugada de pillo que dejaba al Huesca con uno menos para jugar toda la segunda parte. Y de esta forma se llegaría al descanso, con el Real Zaragoza todo a favor: ganando por la mínima y con un rival que estaría con uno menos. 

Sin alma, sin gol

A pesar de tener todo a favor para poder cerrar el partido y conseguir tres valiosos puntos, la segunda parte comenzó con un Real Zaragoza irreconocible. Aunque los primeros 45 minutos no habían sido brillantes, el equipo blanquillo había logrado tener una mayor profundidad de campo y, lo más importante, adelantarse ante un rival complicado. Pasaban los minutos y el conjunto zaragocista seguía sin reaccionar. Un Real Zaragoza tímido y que estaba contra las cuerdas ante un Huesca que, aunque esta con uno menos, mostraba más ganas por ganar. 

Samu anotó el gol del empate en una jugada en la que el equipo oscense se encontraba con nueve jugadores en el campo. Un gol que dejaba muy herido al Real Zaragoza que veía como un partido que parecía encarrilado se torcía de nuevo. Pero quedaba todavía media hora y podían pasar muchas cosas, siempre y cuando los blanquillos reaccionaran. Pero no fue así. El conjunto aragonés seguía agonizando en el campo, incapaz de terminar una jugada de peligro. 

Carreras sacaba toda la artillería: Jaime Romero, Ángel y Tarsi. Tres cambios ofensivos con los que ir a por el partido, pero el equipo seguía sin tener actitud y garra. La única ocasión de peligro llegó de las botas de Jaime Romero que, a pesar de haber estado tanto tiempo sin jugar, se mostró muy seguro y con mucha chispa en el terreno de juego. 

Pasaban los minutos y el equipo blanquillo seguía sin mostrar actitud para llevarse el partido. Poco a poco, el partido iba muriendo ante un Real Zaragoza incapaz de incomodar a su rival. Con el pitido final, el conjunto de Carreras dejaba escapar dos puntos y se coloca sexto en la clasificación con 61 puntos, empatados con Osasuna, Alcorcón y Córdoba. 

El próximo partido, el Real Zaragoza recibirá al Real Oviedo que ha caído por la mínima ante el Leganés y que necesita sumar también tres puntos para volver a reengancharse al playoff. De nuevo, otra final.