Este sábado, el Real Zaragoza afronta su último partido de la temporada regular. El objetivo es claro: sumar al menos un punto. Si lo logra, tendrá una segunda oportunidad para volver a Primera División a través del siempre complicado playoff. Pero antes de pensar del rival de la eliminatoria, tiene que asegurar su presencia en ella ante la ya descendida UD Llagostera. "Lo más importante es el partido de este sábado, no tenemos que pensar más allá", recalcaba el central Rubén González.

A pesar de lo que refleja la tabla clasificatoria, el zaragocista no se fía del equipo catalán. Los de Oriol Alsina, ya sin un objetivo por el que luchar, saldrán al terreno de juego con ganas de mostrar un buen nivel ante su afición y en su último partido en la Liga Adelante: "A pesar de estar descendidos, nos van a poner las cosas difíciles. Se han quitado la presión de encima y querrán reivindicarse". "Están heridos en el orgullo y hay que respetar al rival", indicaba el defensor.

"Si no hacemos nuestro trabajo, al final las cuentas no salen"

Aunque todo apunta a que tendrá que esperar su oportunidad en el banquillo, en los últimos encuentros Lluís Carreras está contando bastante con el gallego. "Trabajo durante la semana para estar preparado para lo que necesite el equipo, y en estos últimos partidos me ha tocado participar. Estoy contento por y rendimiento y en especial por haber podido ayudar al equipo", indicaba.

Su última aparición con la elástica blanquilla fue en la sufrida victoria ante el Oviedo. A falta de pocos minutos para su conclusión, el técnico decidía apostar por él y retiraba a Manu Lanzarote, lo que provocó un importante malestar en La Romareda. "El público es soberano y pudo no entender el cambio, pero yo simplemente me dedico a hacer mi trabajo. No es lo que un profesional desea al salir al campo, pero lo importante es que conseguimos la victoria", explicaba sobre como vivió ese momento.