Era de esperar. Los anfiteatros de La Romareda han rebosado de aficionados para dar la bienvenida a Alberto Zapater, nuevo futbolista del Real Zaragoza. La felicidad ha regresado a un club en el que la vuelta de uno de sus capitanes más prestigiosos hace olvidar el calvario que sufre la afición en estas últimas temporadas. Un ambiente que genera ilusión y un futbolista que vale la pena. Zapater ha atendido a los medios de comunicación en la sala de prensa antes de saltar al césped para saludar a su afición. 

Zapater ha dado una lección de sinceridad y su entusiasmo por el regreso es evidente: "Cumplo un sueño en el que llevaba pensando desde que me fui de aquí. No tengo nada que esconder y en el tiempo que llevo aquí a todos les he contado la realidad de mi situación. Ahora si estoy aquí sentado es porque me encuentro en perfectas condiciones". El ejeano lleva un tiempo en Zaragoza preparándose junto a entrenadores como Andrés Ubieto, que le han ayudado en su recuperación: "Tengo que dar las gracias a mucha gente en la que puse en manos mi recuperación,  ya que son amigos,  gente competente y porque sabía que iban a dar un plus por mí". Su fichaje por el equipo maño supone una inyección de sentimiento que en todos los equipos es imprescindible y más, en la situación de las dos partes: "Afortunadamente los caminos se encuentran porque ambos nos necesitamos".

Zapater ha insistido en que se encuentra al 100% y ha querido ser claro en que su fichaje se ha producido las mismas condiciones que cualquier otro jugador: "No he venido aquí a pasearme, he venido a competir y a ser uno más en el equipo. He tenido un proceso satisfactorio en mi recuperación y hace más de un mes que hablé con mi representante para explicarle que estaba en una situación idónea para jugar". Además, la ilusión que ha generado su vuelta entre el zaragocismo no es fruto de la casualidad, la afición es soberana y sabe que jugador siente los colores de su equipo: "Soy consciente de lo que significa mi vuelta, pero yo quiero hablar en el campo. La realidad es que la Segunda División es complicada, no vengo para prometer ascensos pero sí para que el Zaragoza compita en cada partido y salga a ganar cada uno de ellos". 

El canterano zaragocista se ha referido durante muchos minutos a la ilusión que le suscita volver a su equipo: "La felicidad de poder jugar donde quieres es un regalo que me da la vida. Voy a vestir la camiseta del Zaragoza con dignidad y orgullo, siendo consciente de la responsabilidad que significa llevar este escudo. No voy a defraudar a nadie". No ha querido lanzar campanas al vuelo y se ha mostrado cauteloso: "No vengo aquí como el Mesías, pero estoy seguro de que todo va a salir muy bien y eso pasa por trabajar día a día, si no pensara así no estaría aquí". 

El trabajo diario ha sido su promesa firme y las ganas que ha demostrado en sus palabras por competir avalan toda confianza: "Tengo muchas ganas de que esto empiece ya, porque estoy ilusionado e impaciente de demostrarlo en el campo. Quiero que comience la pretemporada cuanto antes, estoy deseando entrenar todos los días y hasta me fastidia cuando toca descansar. Zapater ha reconocido que la decisión ha supuesto anteponer el Real Zaragoza a su familia, pero la experiencia de la vida le ha ayudado a tomar la decisión. La lesión en el pubis ha lastrado los últimos dos años de carrera del jugador, pero su paso por Europa ha sido muy bueno: "He pasado una etapa complicada en Rusia por mi lesión de la que prefiero no acordarme. Prefiero acordarme de lo bueno y no me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi carrera, ha sido muy satisfactorio".

VAVEL Logo
Sobre el autor
Jesús López
lopezjesus976@gmailcom