Ni en la peor de sus pesadillas se esperaba el aficionado zaragocista vivir este final de temporada. Tan solo necesitaban un punto para poder disputar playoff, pero el sueño del ascenso se quedó en eso: en un sueño convertido en pesadilla. De esta forma, termina una temporada que comenzó con ilusión por volver a la máxima categoría, pero el equipo blanquillo deberá esperar.

Una temporada marcada por la irregularidad deportiva, pero en la que tuvieron la oportunidad de luchar por el ascenso hasta el final.

Solo una derrota en pretemporada

El Real Zaragoza de la temporada 2015-2016 comenzó a andar el 14 de julio. El equipo puso rumbo a Boltaña para dar comienzo a la pretemporada, pero donde todavía faltaban por llegar efectivos para la nueva plantilla.

Foto: Belén Sancho, VAVEL.

El conjunto aragonés disputó un total de ocho encuentros en los que cosechó cuatro victorias, tres empates y una sola derrota. Las sensaciones no eran malas y  la victoria ante la Real Sociedad en el Trofeo Carlos Lapetra (previo fin de semana al inicio liguero) dio alas al zaragocismo para creer que esta temporada sí.

Inicio desalentador

Aunque las sensaciones en pretemporada invitaban a querer soñar, el inicio de Liga fue el primer jarro de agua fría de la temporada. Desde la temporada 2009/2010, en la que el Real Zaragoza se encontraba en Primera División, el equipo aragonés todavía no ha conseguido ganar la primera jornada de Liga. Este año no sería diferente. Los blanquillos comenzaron su andadura ante el Mirandés en Anduva donde cosecharon un empate a uno. Un punto que sabía a poco teniendo en cuenta que el gol del empate llegó a ocho minutos del final del partido.

Una victoria, tres empates y dos derrotas en un inicio muy gris

A pesar de comenzar con un empate, la afición tenía puestas sus energías en el primer partido en casa. El Almería sería el primer rival que visitaría La Romareda esta temporada. Un encuentro vibrante que contó con emoción hasta el final y es que el gol de la victoria llegó en el tiempo de descuento con un cabezazo que Leandro Cabrera mandó al fondo de la red.

Foto: Andrea Royo, VAVEL.

Esta sería la primera victoria y la última del mes de septiembre. Un  mes francamente malo donde la afición zaragocista vio de manera consecutiva perder a su equipo ante Córdoba y Osasuna, respectivamente, por la mínima. Dos derrotas que harían mucho daño, ya que se consideraban ya dos rivales directos de cara el final de temporada.

Ante el Lugo, el equipo aragonés mostraría su mejor versión y cosecharía un empate (sin goles), pero con mejores sensaciones respecto a anteriores jornadas.

Sonrisas y lágrimas

Tras el empate ante el Lugo, el Real Zaragoza volvía a jugar en casa para devolver la sonrisa al aficionado. Un partido de mucha intensidad y de gran dureza por parte del rival. Un tanto de Ortuño fue suficiente para que los aragoneses retuvieran los tres puntos en casa, en un encuentro que terminó con la puerta de la sala de prensa de La Romareda rota tras el enfado de Bordalás (técnico del Alavés).

Foto: Andrea Royo, VAVEL.

En este mes, además, el Real Zaragoza se enfrentaría al Llagostera en la tercera ronda de Copa del Rey donde caería derrotado por 1-2. De esta forma, el conjunto aragonés se despediría un año más de forma breve de la Copa.

Un inicio de mes alentador en el que no conocerían la derrota sumando tres victorias y un empate. La primera victoria fuera de casa fue ante el Albacete donde los aragoneses golearon por 1-3 convenciendo a su público en un partido muy serio donde salieron con las ideas muy claras de lo que tenían que hacer. Tenerife y Girona serían los siguientes rivales con los que se saldó una victoria y un empate (este fuera de casa).

Noviembre parecía comenzar con buen pie, pero en cuanto a números no se acercarían a las cifras del mes anterior y es que los aragoneses encajarían dos derrotas (Real Valladolid y Alcorcón), un empate (Mallorca) y dos victorias (Elche y Ponferradina).

Diciembre, mes “horribilis”: destitución de Ranko Popovic

Un inicio dubitativo y unos resultados que no terminaban de llegar. Así llegaba el Real Zaragoza al mes de diciembre donde Ranko Popovic pasaría sus últimas jornadas como entrenador zaragocista. Aunque comenzó el mes con victoria, el juego seguía sin convencer a la afición. Se intentaban amarrar los resultados por la mínima y sufriendo en exceso con todo tipo de rivales daba igual si fuera en casa o a domicilio.

Foto: Andrea Royo, VAVEL

El Numancia rescató un empate en La Romareda tras remontar un 2-0, pero la estocada final llegaría en Tarragona. Una clamorosa derrota por 3-1 ante el Nàstic acabó con las oportunidades para Popovic en el banquillo. Tras sumar esta derrota, el entrenador zaragocista fue despedido. Los cientos de zaragocistas desplazados despidieron el año de la peor manera posible con esta derrota y con la incertidumbre de buscar un nuevo entrenador capaz de llevarles por el camino adecuado y lograr el objetivo a final de temporada.

Lluís Carreras, al frente                                      

A cuatro días de terminar el año, el Real Zaragoza hizo oficial la contratación del nuevo técnico. El elegido fue Lluís Carreras que llegaría de la mano de Narcís Juliá, nuevo Director Deportivo que sustituiría a Ángel Martín González que también fue cesado a la vez que Popovic.

La primera victoria de la 'era Carreras' fue ante el Leganés por la mínima

Nueva cara en el banquillo, pero mismos problemas. El conjunto aragonés comenzaría 2016 con un empate ante la SD Huesca en La Romareda. Un punto que sabría a poco, en un partido loco en el que el conjunto oscense consiguió sumar gracias a un gol de Carlos David en el tiempo de descuento. A pesar de haber jugado con uno menos, el Real Zaragoza mostró, no su mejor versión del juego, pero sí actitud de querer amarrar los tres puntos.

La primera victoria con Carreras al mando llegaría en la última jornada de la primera vuelta ante el Llagostera en casa. El equipo aragonés se impondría por la mínima gracias a un tanto de Pedro Sánchez. Pero los resultados no acompañaron al técnico en su primer mes encajando tres derrotas (dos de ellas en casa), un empate y una victoria.

Reforzarse en el mercado de invierno

Si algo había quedado demostrado hasta la fecha, es que el Real Zaragoza tenía un problema con el gol. Por ello, necesitaba reforzar esta posición en el mercado de invierno, junto a otras, ya que las lesiones volverían a ser el talón de Aquiles esta temporada. 

Llegaron seis nuevos fichajes, pero abandonaron la entidad tres. Aria Hasegawa fue el primero en abandonar; Jorge Díaz, que saldría cedido al Numancia hasta final de temporada, y Ortuño. La salida de este fue la más sorprendente, ya que era el máximo goleador del equipo, pero no estaba contando con todos los minutos que quería con Carreras al frente. Por ello, se marchó y fichó por el Mallorca. 

Dongou, Javi Ros, Campins, Manu Lanzarote, Culio y Alberto Guitián. Estos fueron los fichajes del nuevo Director Deportivo del Real Zaragoza, Narcís Juliá. El que más dio que hablar fue, sin duda, el de Culio, pero también la sorprendente falta de gol. Tan solo el fichaje de Dongou como punta de ataque. 

Comienza la escalada

A pesar de que el equipo no había tenido un buen comienzo de año y se continuaba sin ganar, febrero resultaría ser un mes clave. Leganés, Córdoba, Osasuna y Lugo eran los rivales a los que tenía que hacer frente y necesitaban ganar cuanto antes para no descolgarse más de la parte alta. 

Foto: Andrea Royo, VAVEL.

De 12 puntos en juego, el Real Zaragoza sumó diez siendo uno de los mejores equipos en estado de forma de ese momento. Además teniendo en cuenta que Córdoba y Osasuna se jugaban de manera consecutiva fuera de casa donde se consiguió una victoria y un empate, respectivamente. 

Poco a poco, el Real Zaragoza iba escalando posiciones y dejando ver al resto de equipos que iban a estar en la lucha por el ascenso directo hasta el final. 

De más a menos

Después de un mes de febrero casi perfecto, el Real Zaragoza debía mantenerse y seguir sumando. Pero las cifras quedarían lejos a las anteriores, ya que solo conseguirían una victoria en todo el mes, dos empates y una sonrojante derrota en La Romareda por 0-3 ante el Girona. 

Aunque en abril llegarían de nuevo las victorias y de 12 puntos en juego sumarían nueve. Tan solo una derrota ante el Elche fuera de casa, el resto se saldaron con victoria zaragocista ante el Mallorca, Valladolid y Alcorcón

Foto: Andrea Royto, VAVEL.

Quedaban siete jornadas para el final de Liga y la pelea por el ascenso y los playoff estaba más viva que nunca con una igualdad máxima entre los equipos. 

El Real Zaragoza debía seguir sumando de tres en tres, por lo menos en casa, para poder mantener la esperanza de entrar en puestos de ascenso directo, esperando tropiezos de Alavés o Leganés que continuaban en las primeras posiciones de la tabla clasificatoria. 

Desgastados y abocados a un amargo final

Ponferradina, Bilbao Athletic, Numancia, Nàstic, Huesca y Oviedo eran los rivales del mes de mayo. En principio, no parecía un calendario complicado, en comparación con el del resto de equipos que tenían citas marcadas con fosforito. 

Había que emplearse a fondo en casa, pero también fuera de ella porque ahora sí era el momento de dar el resto para meterse en el ascenso directo. Y estuvieron a un paso. Pero el Numancia asestó el primer golpe para hacer despertar al Real Zaragoza y al zaragocismo de su sueño. Un empate, en un encuentro marcado por la polémica arbitral, supuso el inicio del declive sembrando la duda y el nerviosismo. 

Foto: Andrea Royo, VAVEL.

Tan solo una jornada después, el equipo blanquillo recibiría en La Romareda al Nàstic en un duelo directo por entrar en los puestos de ascenso directo a Primera División. Un encuentro muy igualado donde, en algunos momentos, hubo un exceso de dureza en el juego ante un rival que esperaba una oportunidad o un error para hacer daño. Y aprovecharon un error, pero no del Real Zaragoza sino arbitral. Señaló un penalti inexistente por mano de Guitián, a pesar de que el balón le golpeara en el pecho. Naranjo no falló y mandó el balón al fondo de la red a falta de ocho minutos para el final. 

Lanzarote tuvo la oportunidad de poner las tablas en el marcador desde el punto de penalti, pero su disparo se marchó por encima de la portería de Reina. El guardameta rival se empleó a fondo para tensar a Lanzarote antes de golpear el balón y destrozó a patadas el punto de penalti ante la mirada del colegiado que asistió en primera línea a un espectáculo bochornoso entre empujones y gritos de unos y otros. 

Este fue el golpe más duro en casa, ya que de esta forma se decía prácticamente adiós al ascenso directo. Pero las posibilidades del playoff continuaban ahí, aunque también debían de cerrarlo matemáticamente. En Huesca se perdieron algo más que dos puntos. El equipo continuaba mal en el juego y peor psicológicamente, ya que las dudas de pelear por el playoff estaban más latentes que nunca. A pesar de que los oscenses jugaran con uno menos, el Real Zaragoza fue incapaz de anotar el 1-2 y todo quedaría resuelto con un empate a uno. 

Foto: Andrea Royo, VAVEL.

El último partido en La Romareda se presentaría como una auténtica final ante un rival directo. Un gol de Guitián fue suficiente para dejar prácticamente cerrado el playoff, a falta de la última jornada, y arrebatar el sueño al Real Oviedo que se quedó sin posibilidades de entrar matemáticamente. 

Después de esa victoria, el Real Zaragoza viajaría a la última jornada con los deberes casi hechos, ya que solo tenían que sumar un punto para entrar. Pero no sería fácil, ya que hasta los rivales de arriba habían tenido problemas para sumar en Palamós. 

Palamós, un desastre

Con la obligación de sumar en Palamós. Así llegaba el Real Zaragoza a la última jornada. El Llagostera ya había descendido la jornada anterior tras caer derrotado ante el Leganés, pero no por ello iba a ser más fácil. Los catalanes querían despedir la categoría de plata con una victoria y, de esta forma, brindar ante su afición una despedida más dulce. 

Foto: La Liga.

El Llagostera salió sin miedo y jugó de tú a tú creando auténtico peligro ante un Real Zaragoza que no quería cometer errores. Pero en media hora, Querol ya había mandado dos balones al fondo de la portería defendida por Manu Herrera. El equipo aragonés parecía incapaz de crear peligro y mostraba su peor cara ante su afición que viajó hasta allí para animarles, como han hecho durante toda la temporada. 

En la segunda parte, llegó el festival de goles y la debacle zaragocista. Imaz y Querol seguían aumentando la distancia en el marcador ante un rival pasivo, incapaz de reaccionar y de demostrar las ganas de luchar. Jaime Romero (de penalti) y Ángel recortarían distancias, pero Querol y Pitu minutos después arrebataron toda ilusión y esperanza por remontar. 

Con el pitido final llegó el último golpe. Duro, durísimo, sobre todo para los valientes que habían viajado hasta allí para dejarse la garganta. Un final que nadie esperaba, después de haber estado peleando durante toda la temporada. Una goleada histórica que había dejado al Real Zaragoza y a su afición hundidos con un marcador difícil de olvidar. 

Foto: La Liga.

Tras el partido, Lluís Carreras presentó su dimisión en rueda de prensa y la situación no podía ser peor: sin playoff, acabando la temporada goleados, sin entrenador y con algunos jugadores incapaces de pedir perdón. 

La Romareda no fue un fortín

La Liga Adelante es muy complicada. De ahí, la importancia de que los equipos en casa se hagan fuertes e intenten perder cuantos menos puntos, mejor. No es el caso del Real Zaragoza. Los aragoneses, dentro de la irregularidad que han mantenido durante todo el año, han sido incapaces de hacer de su casa un fortín inexpugnable. 

Foto: Andrea Royo, VAVEL.

De los 21 partidos disputados en La Romareda se han conseguido un total de 13 victorias, dos empates y seis derrotas. No son números malos, pero si muy mejorables teniendo en cuenta que fuera de casa perdieron 40 puntos de 63 en juego (cuatro victorias, once empates y seis derrotas). 

A todo ello, hay que añadir el factor del gol. El conjunto aragonés ha sufrido la carencia durante toda la temporada de un nueve capaz de hacer goles con facilidad. El Real Zaragoza ha finalizado la temporada con 50 goles a favor y 44 en contra. 

Recuperar la ilusión perdida

Ahora es el momento de que el Real Zaragoza se siente, piense y tome decisiones. Una temporada muy complicada y para olvidar. La próxima campaña, los aragoneses volverán a jugar en la categoría de plata con la mentalidad puesta en lograr el ansiado ascenso. 

Foto: Javier Gimeno, VAVEL.

Para ello, la dirección deportiva zaragocista ya se ha empezado a mover y cuenta con un nuevo entrenador: Luis Milla. A este proyecto se ha unido ya el primer fichaje de la temporada, un viejo conocido y muy querido entre el zaragocismo: Alberto Zapater. Fue presentado el pasado lunes (20 de junio) en La Romareda ante una afición volcada con un proyecto que empieza a ilusionar. También ha aparecido en los medios de comunicación aragoneses en los últimos días la posibilidad del regreso de Cani al Real Zaragoza. 

Lo que sí es cierto es que vuelve a respirarse un aire de ilusión, pero con Palamós todavía en la cabeza. El hacer olvidar ese desastre estará en manos de Luis Milla y su plantilla

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Sobre el autor
Belén Sancho
«Aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo». Nacida en Zaragoza. Ex redactora y coordinadora en la sección del Real Zaragoza en VAVEL. Apasionada de la fotografía. Graduada en Periodismo. Contacto: [email protected]