Tras su salida del Real Zaragoza hace diez años debido a malentendidos con Alfonso Soláns Soláns, expresidente del club blanquilo, Cani regresa al club de su tierra para guiarlo de nuevo a la primera división española. Después de la llegada de Alberto Zapater, Cani se convierte en la segunda incorporación del Real Zaragoza para la próxima campaña. Sin embargo, estos fichajes han logrado ilusionar a una afición que ya había perdido toda esperanza tras la derrota sufrida por el equipo en Palamós, que terminó con cualquier opción de jugar el playoff de ascenso. Los éxitos del pasado y su peso en el club hacen creer que Zapater y Cani serán dos hombres importantes para lograr el ascenso a primera división el próximo curso. 

Hace diez años, Cani abandonaba el Real Zaragoza con el objetivo de encontrar un nuevo club donde sentirse futbolista. Villarreal, Atlético de Madrid y Deportivo de la Coruña han sido sus destinos desde entonces. Ahora, el fútbol le da de nuevo la oportunidad de vestir los colores del Real Zaragoza para lograr un ascenso vital para la supervivencia del club. 

Una vida en el Real Zaragoza

Hijo y nieto de futbolistas, comenzó a jugar al fútbol a los seis años en el equipo de su barrio zaragozano, el Stadium Venecia, allí permaneció hasta su primer año de categoría infantil. En su segundo año, dio el salto al Real Zaragoza, donde militó hasta la categoría juvenil de último año. Posteriormente, con 19 años recién cumplidos, fue cedido al Utebo FC, con el que disputó una temporada en Tercera División

Su temporada en Tercera División en las filas del Utebo FC no salió todo lo bien que el jugador zaragozano esperaba. Tras un año difícil, Cani pensó en dejar el fútbol de manera profesional. Sin embargo, sus dudas se despejaron cuando la temporada siguiente fue repescado por el Real Zaragoza para jugar en el equipo filial en Segunda División B. Esa misma temporada, el centrocampista debutó con el primer equipo en Primera División, en la jornada 38 de liga contra el Fútbol Club Barcelona en La Romareda, en sustitución de Galleti. El debut de Cani en el club aragonés estuvo marcado por una sensación agridulce, ya que el Real Zaragoza había certificado jornadas antes su descenso a Segunda División.

La campaña 2002/2003 continuó su paso por el Real Zaragoza, jugando en Segunda División. A principios del año 2003 abandonó su ficha del equipo filial y firmó su primer contrato profesional. Aquel momento proporcionó al aragonés la confianza que le faltaba para hacerse titular indiscutible en la media punta zaragocista. Cani acabo jugando un total de 24 partidos, en los que convirtió cinco tantos que guiaron a los blanquillos a Primera División

Cani le disputa un balón a Beckham | Foto: Getty Images
Cani le disputa un balón a Beckham | Foto: Getty Images

Con la vuelta a la máxima categoría del fútbol español, Cani heredó el dorsal número "8" de Santiago Aragón. Con la llegada de Victor Muñoz al banquillo zaragocista, Cani creció como futbolista y mejoró su juego por ambas bandas, convirtiendose en uno de los mayores asistentes de La Liga. Terminó jugando un total de 32 partidos, 23 de ellos como titular, anotando cuatro goles. El conjunto zaragocista logró la permanencia y terminó ganando la Copa del Rey en Montjuïc al Real Madrid tras ganar la final por 3-2. Cani abandonó la disciplina blanquilla al final de temporada, poniendo rumbo al Villarreal en un traspaso valorado en 8'4 millones de euros.

Nueve años en el Villarreal

Cuando llego al submarino en 2006, Cani empezó siendo uno de los hombres imprescincibles para Manuel Pellegrini. Sin embargo, el jugador aragonés no se adaptó al fútbol del Villarreal tan rápido como se esperaba y su fútbol irregular hizó que terminara viendo la mayoría de encuentros desde el banquillo. Finalmente, el jugador remontó el vuelo y recuperó la titularidad los últimos encuentros de la temporada. 

Foto: Getty Images
Foto: Getty Images

Los nueve años en el Villarreal le permitieron crecer como futbolista. Mantuvo su juego en la banda derecha pero con bastante libertad. Vivió vestido de amarillo grandes experiencias como disputar la UEFA Champions League o las semifinales de la Europa League. Vivió un ascenso a Primera División y un descenso a la categoría de plata. En nueve temporadas disputó un total de 300 partidos. 

Tras todo lo vivido en tierras castellonenses, el Villarreal decide dejar de contar con el extremo zaragozano. El jugador no entraba en los planes de Marcelino dada su edad, la irregularidad en su juego a consecuencia de su propensión a las lesiones y su elevada ficha. Tras valorar varias opciones, el maño y el submarino se pusieron de acuerdo para la salida del centrocampista que cerraba una etapa de nuevo años en el club amarillo. 

Breve paso por Atleti y Depor

A principios de 2015 el Villarreal anunció la cesión de Cani al Atletico de Madrid hasta el final de la temporada. El aragonés debutó con los rojiblancos en el partido de vuelta de Copa del Rey frente al Fútbol Club Barcelona, en sustitución de Arda Turan. Finalmente Cani disputó tan solo seis partidos con la elástica rojiblanca. Su breve paso por la capital madrileña no le permitió desplegar las virtudes que le habían hecho brillar tanto en Zaragoza como en Villarreal, y los valencianos dieron por terminada su cesión.

La temporada 2015/2016, Cani puso rumbo al Deportivo de La Coruña. Tras desvincularse del Villarreal, con el que le quedaban dos años de contrato, fichó por el Deportivo por una temporada. Debutó con el club gallego en la primera jornada de competición ordinaria en el empate a cero ante la Real Sociedad. Disputó un total de 19 partidos en los que no logró encajar ningún gol. De nuevo, el aragonés no tuvo oportunidad de demostrar sus virtudes y quedó relegado a un segundo plano durante toda la temporada.

Tras dos años plagados de sinsabores, Cani vuelve al Real Zaragoza con la ilusión y la energia suficiente para guiar al equipo de su tierra a primera división. El club aragonés, parece haber encontrado la clave para juntar jugadores que doten al equipo de la personalidad de la que careció en campañas anteriores. Con la llegada de Cani, La Romareda vuelve a ilusionarse y a creer que un futuro en la máxima categoría del fútbol español es posible.