El Real Zaragoza cuenta para esta temporada con tres delanteros. Ángel, Muñoz y Dongou, que continúa lesionado. El camerunés sufrió un percance en un partido de pretemporada frente al Deportivo Alavés. El diagnóstico de dicha lesión fue un esguince de grado III en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha, que vaticinó la ausencia del delantero para los dos siguientes meses aproximadamente. Por ello, Dongou se ha perdido el arranque liguero y sigue con el proceso de recuperación. La posición del punta va a estar cara esta temporada, uno de los puestos donde más competencia hay.

De la escuela de Eto'o a la profesionalidad

Jean Marie Dongou (Douala, Camerún, 22 de abril de 1995) comenzó a meter sus primeros goles en la escuela de fútbol de jugadores cameruneses Fundación Samuel Eto'o. Al igual que otros jóvenes como Bagnack, fue captado por los ojeadores del FC Barcelona y fichó por la masía cuando tenía 12 años. El ariete pasó por todas las categorías inferiores del club azulgrana hasta llegar al filial, donde destacó por encima del resto y se convirtió en una joven promesa. En esta etapa, pese a no conseguir grandes marcas goleadoras, fue pieza fundamental del Barça B en sus temporadas en Segunda. En una de ellas, llegaron a ser terceros en Liga.

Con el primer equipo del Barcelona, Dongou llegó a debutar en todas las competiciones, marcando incluso un gol en el torneo del KO frente al Cartagena en 2013. Sin embargo, con la llegada de Luis Enrique y la galaxia ofensiva culé, las opciones para la cantera en ataque eran inexistentes. Así pues, la necesidad del Zaragoza de encontrar un delantero en el mercado invernal se topó en el camino de Dongou, para su suerte. Firmó con la entidad zaragocista hasta el 30 de junio de 2017 tras rescindir contrato con el FC Barcelona. Llegó de la mano de Narcís Julà y Albert Valentín, grandes conocedores de la masía y de los futbolistas que allí se formaban.

Adaptación en Zaragoza

El joven camerunés aterrizó en la capital aragonesa con el objetivo de reforzar una delantera donde escaseaba el gol. Además, su llegada precipitó la salida de Ortuño, por lo que no pasó inadvertida a nadie. Su aportación en la segunda mitad de la temporada no fue gran cosa, pero dejó detalles que invitan a seguir creyendo en el jugador.

Dongou llegó a disputar 17 partidos en los que anotó cuatro tantos: dos golazos soberbios frente al Alcorcón, el tercero de los maños al Lugo en La Romareda y el que abrió la lata en El Alcoraz frente al Huesca.

Potencia y velocidad

El joven atacante destaca por su corpulencia, pese a su estatura de 1,73 metros. Su gran envergadura le permite fijar a los centrales con facilidad y además, tiene capacidad para jugar de espaldas a portería. Su velocidad de reacción también es una característica importante de su juego, ya que favorece su celeridad entre la defensa contraria. Los movimientos que realiza sin balón es una de las virtudes que el camerunés suele aprovechar para la suerte del centro del campo, principales pasadores.

Por su parte, es un jugador muy rápido y con desborde, aunque no un gran definidor. Sin embargo, el olfato de gol del atacante es imprevisible; en concreto, por las maneras en que marca sus goles, propias de un nueve puro. No obstante, el fútbol se rige por estadísticas y éstas dicen que su capacidad goleadora es deficitaria.