El Granada es un equipo que está sumido en la actualidad en una racha de resultados negativos importante. Desde el 9 de febrero, cuando los andaluces lograron vencer por 0-3 en Riazor, con los goles de Marchena en propia puerta, Ighalo y Siqueira de penalti, no ganan los nazarís. Ocho partidos en total, o lo que es lo mismo, 2 puntos de 24, los conseguidos ante Levante en casa y Zaragoza fuera.

Lo peor para el conjunto de Lucas Alcaraz es que las dos últimas derrotas han sido sumamente abultadas, 1-5 en casa ante el Betis y 5-0 en el Vicente Calderón contra el Atlético de Madrid, dejando una mala imagen y sobre todo una debilidad defensiva preocupante para un equipo que quiere mantener la categoría y que se encuentra empatado a puntos con el Mallorca, que ocupa puestos de descenso.

Además el conjunto granadino no hace un fortín de Los Cármenes, su feudo, ya que solo ha conseguido ganar tres partidos y acumular un total de 14 puntos como local, factor del que el Real Valladolid puede sacar partido.

La táctica granadina

Lucas Alcaraz combina desde su llegada dos sistemas tácticos, el 4-2-3-1 y el 4-4-2. Sin embargo, la baja notable que el conjunto andaluz ostenta en la medular esta jornada con la ausencia de Brahimi, hace pensar que el técnico granadino se decantará por el segundo para enfrentarse al Pucela.

En la portería está la duda de Roberto o Toño. El primero, que remplazó al segundo tras el partido contra el Betis, podría regresar al banco tras su actuación en el Calderón, donde se mostró nervioso e inseguro.

La línea de defensa estará formada por Siqueira que vuelve tras cumplir sanción al lateral izquierdo y que aporta a su equipo profundidad y calidad, no en vano es el lanzador de penaltis del conjunto andaluz y está seguido por clubes importantes de nuestra liga como el Atlético de Madrid. Por la derecha actuará Nyom y el centro de la zaga estará compuesto por Mainz y en principio por Iñigo López quien entrará supliendo a Diakhaté que tampoco estuvo fino en el Calderón.

En el doble pivote del equipo andaluz, ante la ausencia de Brahimi, seguramente el jugador con más calidad de los andaluces por acumulación de tarjetas, estarán Mikel Rico, que aporta la calidad y visión de juego e Iriney, músculo y recuperación de bola para los rojiblancos.

Por la banda derecha entrará el rumano Torje y por la izquiera, el ex barcelonista Nolito que ha visto retrasada su posición tras su llegada en el mercado invernal a tierras andaluzas.

Arriba, la obligación del gol tiene dos nombres. Por un lado Aranda, que ha encontrado su sitio en el conjunto de Alcaraz, tras su paso por Zaragoza e Ighalo, el auténtico héroe de la afición granadina por haber marcado, aquel 19 de junio de 2011, el tanto que daba a su equipo el ascenso a la primera división del fútbol español después de 35 años.

La estrategia, un suplicio para el Granada

Otro de los puntos débiles del conjunto andaluz son las acciones de estrategia. Los rojiblancos son el equipo de Primera que más tantos recibe a balón parado, sin ir más lejos, ante el Atlético de Madrid sumó otros dos. En total son 13 los tantos que ha recibido en este tipo de acciones, seis en saques de esquina y siete en faltas. O lo que es lo mismo, recibe un gol cada dos jornadas de esta forma.

Además, a diferencia de la temporada pasada, el Granada apenas ha conseguido goles de estrategia. Sólo lleva dos marcados mediante este tipo de acciones. En el curso pasado, los centrales lograron anotar en alguna ocasión, como es el caso de Íñigo López, que acabó con cuatro tantos en acciones a balón parado.

Este es, sin lugar a dudas, el talón de Aquiles del conjunto rojiblanco, que le hace perder unos puntos valiosos en su lucha para eludir el descenso y que el Valladolid puede aprovechar para sellar no de forma matemática, pero sí virtual, su permanencia, un año más en la Liga BBVA.

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