El partido fue dominado por el Sporting B y le valió un gol al final de cada tiempo para llevarse el partido ante su afición. El Oviedo suma así otra decepción más en el feudo sportinguista y dice adiós de momento a los puestos de playoffs de ascenso.

Primera parte de dominio rojiblanco

Antes de comenzar el partido, el ambiente en las gradas decía mucho de lo que se iba a ver en el cesped. Estaban más que tres puntos en juego y el Sporting B se iba a llevar el gato al agua.

Comenzaba la primera parte en El Molinón siendo la pelota dominada por los locales. El Sporting B tenía el balón mientras el Oviedo aguantaba bien y dejaba que el filial intentara salir desde atrás. Poco a poco irían llegando los sustos y sería el primero ya en el minuto 2. Un centro raso por banda era fallado por Yacine. Pocos minutos más tarde, el extremo del Sporting B, Juan Mera, se internaba por la banda derecha y su disparo se iba fuera.

El equipo de Abelardo avisaba así al Oviedo de lo que se le venía encima. El filial seguía generando ocasiones de peligro a través de centros al área y el conjunto carbayón no conseguía tirar a puerta. Con el paso de los minutos, el loco ritmo con el que había empezado el partido fue suavizándose y no es que el Oviedo encontrara su sitio en el partido, si no que fue el equipo rojiblanco el que dejó de asediar con tanta insistencia la portería defendida por Orlando Quintana.

En este contexto se llegaría al último minuto de la primera parte. Cuando parecía que el empate sería lo que se mantuviera en el electrónico gijonés durante los 15 minutos del descanso, Mera se adueñó del protagonismo y, tras irse en la banda derecha de su par, conseguía conectar un centro con Pablo Pérez que "con el escudo", como él mismo reconocía al finalizar el partido, empujaba la pelota al fondo de la red y ponía al Molinón en pie.

No habría tiempo para más y el Oviedo se iría al descanso con un marcador adverso y sin saber si quiera quién era el portero del filial más que por el speaker que había anunciado su titularidad 50 minutos antes.

Cansancio local y dominio carbayón

Los jugadores de ambos equipos saltaban al mismo escenario. Con la idea de repetir lo ocurrido los locales, y de remediar aquello como fuera los visitantes. Los de Granero sentían así la presión de estar perdiendo en el único partido en que la afición del Club carbayón no iba a tolerar caer derrotados.

Comenzaba así la segunda parte en el feudo gijonés. Los chicos del "pitu" Abelardo continuaban con una intensidad y ganas muy superiores a las de los hombres de Granero, siendo lo primero destacado un gol anulado a Yacine por dudoso fuera de juego. Las jugadas de peligro favorables al Sporting B se iban sucediendo y, tanto Jony por la izquierda, como Mera por la derecha, eran auténticos quebraderos de cabeza para la defensa azul.

Nestor Susaeta ponía el empate con un golazo

El oviedismo iba a encontrar un alivio en la frustración que estaba sintiendo gracias a una auténtica obra de arte del extremo Néstor Susaeta. Tras un cambio de orientación, la pelota le llegaba al '7' carbayón, éste controlaba la misma con su pierna derecha al borde del área, hacía una bicicleta, se acomodaba el balón para su pierna izquierda y con el interior se sacaba un disparo a la escuadra derecha de la portería defendida por Dennis. Era el minuto 71 y se producía así el primer tiro a puerta del Oviedo.

Tras la obra de arte de Susaeta y con el cansancio ya en las filas de los "niños" de Abelardo, el Real Oviedo se hizo dueño y señor del partido. Con los cambios, el club carbayón fue haciéndose con el control del balón y todavía se vería a Dennis en alguna ocasión más.

En el minuto 90, Yacine disparaba a puerta y Orlando -la cara y la cruz del partido- tapaba bien el balón. No sería más que un aviso de lo que se le iba a venir al Oviedo encima. Se podía ver el minuto 93 en el marcador cuando un centro desde la derecha no encontraba rematador, se evitaba que saliera la pelota por línea de fondo -o eso vio el árbitro- y Mera, tras romperle la cintura a Pardo en dos ocasiones, se fue hacia dentro del área y conectó un disparo raso cruzado, a priori alcanzable por un Orlando que no tapó bien el hueco.

El Molinón estallaba de alegría y los jugadores del filial lo celebraban por todo lo alto abrazándose con la afición situada junto al banquillo de Abelardo. Era el 2-1 y el Oviedo estaba a punto de caer otra vez en el feudo gijonés. Y efectivamente, no habría tiempo para más y las caras de los aficionados azules lo decían todo. Había vuelto a ocurrir.

Otra vez más

El Real Oviedo suma así una nueva derrota en El Molinón. El conjunto de Granero cae a la sexta posición, mientras el equipo del "pitu" Abelardo se coloca noveno en la tabla del Grupo 1 de la Segunda División B. El próximo partido de los carbayones será contra el Caudal de Mieres, mientras los rojiblancos tendrán jornada de descanso.