Inútil empate a balón parado

Los propósitos del Espanyol B siguen sin cumplirse. Primero fue ante el Badalona y ahora ha sido el Nàstic el encargado de desbaratar unos planes blanquiazules que a cada jornada se van tiñendo más de negro.

Estocada rápida

Poco menos de diez minutos le bastaron al Nàstic, que desplazó casi un centenar de aficionados, para imponer la lógica en el marcador. Un equipo históricamente fuerte y con reputación a nivel nacional viajaba al feudo de un equipo nuevo e inexperto gafado por los malos resultados. En un tiro libre ejecutado perfectamente, el central Xisco Campos se alzó por encima de todos para rematar el balón y adelantar al conjunto grana. El Nàstic ya había avisado, igual que lo hizo el Espanyol B seguidamente, pero la réplica de los tarraconenses fue la más contundente posible.

El Nàstic fue el gran dominador de la primera parte y el Espanyol B se limitó a ir detrás del balón y contragolpear cuando era posible. Un Duarte nada habituado a la posición de central y un Aitor Granados algo acelerado no beneficiaron a los periquitos. Si por atrás los locales no lograban arrancar, por arriba tampoco. Los intentos de conexión entre Puerto, las bandas y el punta se quedaban en eso, en intentos.

Por el contrario, el Nàstic sí llevaba de cabeza a los espanyolistas. El vitoreado Lago Júnior peleó durante todo el partido con un contundente Róber. La banda del extremo grana fue la zona del campo más explotada pese a no sacar petróleo de ella en la mayoría de ocasiones. Xisco y un excelente Marí dirigieron a los visitantes desde atrás.

Vuelta a la tortilla

A medida que el final de la primera parte se acercaba, el Espanyol B iba ganándole terreno al Nàstic. Se llegó a reclamar un penalti por manos de Juanjo pero el colegiado, que durante todo el partido estuvo bastante permisivo con los visitantes, no quiso mojarse. Aday lo siguió intentando pero Reina atrapo con problemas. El empate todavía no sería un resultado justo pero el Espanyol B al menos parecía haber reaccionado.

Tal como empezó el segundo tiempo se veía venir el gol del Espanyol B. El descanso sentó bien a los pupilos de Manolo Márquez, que salieron a comerse el césped ante los berridos de su entrenador pidiendo un presión ahogante. El Nàstic, asfixiado por la energía espanyolista, cedió el peso de la posesión a los locales, que pronto, ahora sí, consiguieron forzar un penalti por manos claras de Xisco Campos. Aday Benítez, ansioso de gol, cogió el balón y se lo guardó bajo el brazo para ponerlo en el punto de pena máxima. Reina se preparó para la estirada pero el delantero canario engañó al meta y envió el balón a la escuadra derecha.

Con el gol de Aday el partido se abrió por completo para el Espanyol B. Lo más difícil ya estaba hecho y el Nàstic se echó atrás. Ni Querol ni Jean-Luc, entrando para refrescar el ataque tarraconense, pudieron perforar la portería de Pau López. Solamente Lago Júnior hacía temblar a la afición espanyolista, que temía que ese punto virtual volara de la Ciudad Deportiva Dani Jarque.

Marc Caballé, casi desaparecido en el partido, cargó su cañon y envió el balón al larguero desde casi 30 metros. Seguidamente, Xavi Puerto se deshizo de varios rivales dentro del área y frente al portero, dentro del área pequeña, quiso hacer una vaselina sin ángulo que se marchó por encima del larguero. El gol de la victoria estaba cocinándose pero nunca llegó a salir del horno.

Para desgracia del Espanyol B y para la tranquilidad de los visitantes, el árbitro finalizó un partido que no saca de pobres a los periquitos, que se quedan en posiciones de playout con 16 puntos, mientras que los grana se quedan con 32 puntos a 5 de los playoff.

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