La Real B rompe la imbatibilidad del Salto del Caballo

El Toledo se la pegó en el Salto del Caballo. Después de once partidos triunfantes como local, los de Imanol Idiakez perdieron la imbatibilidad en un choque en el que su propia casa les resultó desconocida. El acierto del filial y dos fallos garrafales en la zaga antes del descanso encarrilaron un choque en el que los verdes notaron las importantes bajas que, por primera vez durante este ejercicio, se le han acumulado a Imanol Idiakez.

Pero el mérito fue realista. Los de Santana hicieron su partido, se adelantaron por dos veces aprovechando los errores infantiles y supieron sufrir en el segundo tiempo. Las acometidas toledanas ya en la segunda parte no fueron suficiente y, esta vez sí, los vascos volvieron a ganar por quinta vez lejos de Donosti.

Un Toledo desconocido regala el primer tiempo

En la Ciudad Imperial buscan razones a la mala imagen que los locales dieron en el partido ante el filial. En boca de su entrenador, los verdes “no salieron como hay que salir” en un primer tiempo en el que no fueron los de siempre. Quizá la respuesta al desequilibrio la tengan las importantes bajas que acumularon los verdes en el partido de la semana anterior en El Alcoraz de Huesca o, simplemente, lo del primer tiempo ante la Real fue simplemente un mal día.

En definitiva, con Sorribas o sin Sorribas, el Toledo no lo mereció esta vez. Sí lo hizo un filial dominador durante el primer acto, que se mostró ordenado sobre el césped del Salto del Caballo y, hasta en dos ocasiones, aprovechó los fallos de la zaga verde. San José y Toño Vázquez, además de Morales, fallaron atrás y tanto Kodro en punta como Alain Oiartzun en banda zurda fusilaron a un Javi Olmedo que vio como en apenas diez minutos, se marchaba al descanso con dos goles en contra y prácticamente sin poder hacer demasiado.

Una ventaja que hacía justicia visto lo visto sobre el terreno de juego y que premiaba los esfuerzos de los de Iñaki Santana, que aunque se encontraron con los goles, se mostraron convencidos de la primera victoria visitante en el Salto del Caballo. Jugaron con tranquilidad y fueron superiores en un centro del campo en el que Fuchs tuvo mucho protagonismo.

Albistegi enciende la luz

Tras el descanso, tuvo que ser un ex realista quien acortase distancias y enseñase a los verdes que la remontada era posible. El centrocampista Álex Albistegi remató una falta servida desde banda zurda que, de cabeza, acabó dentro de la portería de Bardaji. Los de Idiakez se vinieron arriba y volvieron a subir el pistón que les hace pasar de equipo ramplón a equipo luchador.

Con esa lucha que caracteriza, los castellano-manchegos apretaron, intentando llegar al área visitante y siempre se ahogaron en la orilla, sin ocasiones demasiado claras de gol. Esta vez, a Urko Arroyo no le salieron las cosas y Julen Colinas simplemente no tuvo su partido. Algo que de forma inmediata le repercutió a Rufino en el ataque. El delantero tuvo que bajar a recoger balones lejos del área, lo que no le permitió llegar con claridad al remate.

Con la salida de Miguel Ramos e Iván Mateo, el efecto no fue el esperado. Ni una sola ocasión para un equipo que tocaba y volvía a tocar de atrás – donde por cierto, estuvo más cierto – hacia adelante. Con más corazón que cabeza, lo que no tuvo Elustondo al enfrentarse al valenciano Ramos. El lateral diestro realista fue expulsado al ver la doble amonestación. Para ese momento, a los toledanos ya sólo les quedaba una fe que agotaron apenas cuarto de hora después.