Según Campos sus jugadores le habían demostrado que a pesar de las bajas, que estaban justos y que “no tenían más alternativa”, habían hecho, dijo, la mejor primera parte del campeonato, en la que marcaron tres goles, pero que se podían, señaló, hacer ido al descanso “con un guarismo escandaloso”.

Destacó que su equipo interpretó “muy bien” el partido, que había dejado que el Cartagena cogiera el peso y el dominio, cediera “los espacios a sus espaldas” y en las contras se habían plantado tres o cuatro veces delante de Limones haciéndolo trabajar. Reiteró que cuando las “cosas se plantean y salen, se está muy feliz”, sobre todo, cuando se ganaba de la manera que se había ganado al Cartagena.

También se mostró satisfecho por el papel de la afición en el partido y dijo que era un “punto de inflexión importante” para lo que quedaba de Liga, que había visto a un “público entregado con su equipo” y estaba satisfecho por ello. Sobre el sistema de juego utilizado, Campos reconoció que le parecía injusto haber sacado a alguno de los dos delanteros del equipo titular, Ortuño que llevaba cuatro o cinco partidos seguidos marcando y Pallarés con un rendimiento como el que se vio contra el Cartagena. Y dijo que el equilibrio táctico del 4-3-3 era el ideal para ellos. Con Nico y Josan como “piezas fundamentales” para vencer al Cartagena, al que habían estudiado muy bien y vuelto a marcar muy rápido que era “un objetivo”.

Casi de "10"

Según el técnico del "brócoli mecánico" había “salido todo” y que no podía poner un “pero”, que su equipo había hecho un partido “sino de 10 porque la perfección es muy difícil, de 9'5”, y se quitaba el sombrero ya que el equipo había plasmado la identidad que tienen: desde el primer minuto intentar jugar al fútbol y controlar el juego, hacerlo todo a través del balón.

Preguntado por la jugada del primer gol, el entrenador mazarronero dijo que “más que ensayada” fue por “la actitud mental y el nivel de activación”, señaló que el Cartagena es era un equipo que en los primeros minutos le costaba “mucho arrancar”, que estadísticamente le han marcado seis veces en los primeros minutos de partidos, por lo que tenían que intentar “llegar, tener presencia, finalizar las jugadas, crear situaciones de finalización, de tiro, de córner”, y así había sido.

Pide refuerzos

En referencia a posibles incorporaciones en el mercado de invierno, el técnico del “brócoli mecánico” reiteró que la plantilla se “queda corta”, aunque afirmó que está capacitada para afrontar partidos como el del Cartagena. Campos espera que esta semana, el director deportivo Manuel Molina, pueda traer dos o tres futbolistas para afrontar con la misma actitud y competencia, señaló, que habían tenido contra el Cartagena, lo que queda, “que es mucho” y poder mantener esa “intensidad y concentración”. Pero reconoció la humildad de su club y afirmó saber que el mercado no es tan abierto para ellos como para otros clubes, según Campos “es más limitado”, pero se mostró seguro de que iban a venir y ayudar a que la “inercia positiva se mantenga hasta donde podamos”.

En definitiva, Campos reiteró que la victoria por 3-0 contra el Cartagena era un “punto de inflexión” porque venían de una derrota en Sevilla a lo que se sumaba la “marcha inesperada” el jueves del delantero Ortuño. Según el entrenador del conjunto lorquino, si hubieran perdido este encuentro se hubiera abierto “otro momento psicológico”, pero señaló que el vestuario es “muy fuerte” y cree totalmente en lo que hace, entrenando como si “fuera el último día de su vida como jugador” y, recalcó, que eso es fundamental cuando “se cree, se va a muerte y este equipo va a muerte”.

Sobre si es un equipo de ascenso dijo que lo importante ahora era “preparar el partido del domingo” siguiente contra La Roda, y que sería el trabajo el que diría hasta dónde llega el equipo al final de temporada, que destacó tiene “muchas ganas e ilusión” y deseó que “ojalá no la pierdan”.