15 de junio de 2008. El CD San Fernando ascendió a la categoría de bronce tras una temporada excepcional, aunque con inicios tambaleantes. No subía el conjunto isleño a Segunda División B desde la campaña 1999-2000, después de ocupar la plaza del desaparecido Manchego y ser el mejor segundo durante la liguilla de ascenso. Por lo ocurrido en aquel curso (fe y sentimiento azulino como método para combatir en los momentos más difíciles de la entidad), la llegada al tercer escalón del fútbol español recordó a la del año 1994, cuando Lolo Hernández señaló el camino de bronce a los cañaíllas.

El camino hacia los playoffs no fue nada fácil

Con Antonio Iriondo como inquilino del banquillo del Municipal de Bahía Sur, el San Fernando debutó en Los Palacios con el objetivo en mente de subir. En esta primera batalla cayó derrotado por 2-0 con Monsalvete como protagonista. Fue el autor de los dos tantos, uno de ellos desde el punto de penalti, y una auténtica pesadilla para jugadores como Wicha, que acabó en el vestuario antes del final por su expulsión.

El momento clave de este recordado conjunto fue el encuentro ante el Puerto Real en la jornada 14. El 2-3 en el Sancho Dávila disminuyó la distancia entre blanquiverdes e isleños, además de dejar a los locales sin la primera posición del campeonato. En la portería del equipo puertorealeño se encontraba Lolo Bocardo, actual entrenador de porteros de los del Iberoamericano 2010. Este choque, para los más románticos, se equiparó al de España en Dinamarca, celebrado en el mes anterior, siendo una especie de transición entre dos etapas.

El verdadero obstáculo de esta temporada lo mostró la economía del club.Fue la antesala de la refundación del San Fernando: se les debían a los futbolistas cuatro nóminas antes de la primera eliminatoria en Calahorra. Incluso, hubo un amago de no disputar los ‘playoffs’ si no se abonaban los salarios. Pero, finalmente, los azulinos jugaron y se clasificaron con agonía hacia la final del ascenso. El último rival para subir al cielo de bronce era el Amurrio.

Los problemas económicos se convirtieron en un obstáculo para los azulinos.

Tras empatar a cero en la localidad alavesa, a treinta kilómetros de Bilbao, con la novedad en el once de Moke por lesión de Iván Guerrero, el San Fernando se conjuró para ascender el domingo siguiente en Bahía Sur. Con un espectacular ambiente en el autobús de camino al estadio (‘Gonna Fly Now’ como música de fondo), Antonio Iriondo motivó a sus pupilos de cara a la cita más importante del club y de la ciudad en la década.

Dos goles borraron al Amurrio del choque

Los azulinos sufrieron la presión inicial de los hombres de Iñaki Zurimendi, que vistieron en aquel partido de naranja y con manga larga. A los cuatro minutos, Jaime inquietó a la grada local con un disparo que se marchó a escasos centímetros de la meta de Raúl Iglesias. Acto seguido, Jaime de nuevo, disparaba en la frontal del área un balón que se marchaba a saque de esquina. Tras un cuarto de hora de ida y vuelta, la batuta del choque pasó al San Fernando. Querían ser los protagonistas. Con una zaga bien posicionada, el plantel azul y blanco comenzó a sacar el esférico desde atrás y a elaborar jugadas con la mira puesta en el tridente Puli-Berro-Guerrero.

Foto: diariodecadiz.es.

El Amurrio comenzó con una asfixiante presión.

El primer tanto llegó a los dieciséis minutos, tras una asistencia de Sergio Berro a Dani Marcos, para que éste marcase tras quedarse atascado con la pelota en una mala salida del cancerbero Urtzi. La fiesta comenzó entre los aficionados más optimistas, aunque sabían que un gol visitante decantaría la balanza hacia los alaveses. A pesar del 1-0, el Amurrio lo siguió intentando. Fruto de este intento, la presión de la escuadra ‘naranja’ puso contra las cuerdas a Merino, que tuvo que pasar a Raúl Iglesias para que despejase con apuros. En el treinta y ocho, Dani Marcos asistía a Puli, que sentenciaba la eliminatoria a placer, ante el delirio del hoy Iberoamericano 2010. En el descanso se vivían momentos de ascenso. El rival se encontraba abatido totalmente, y los cañaíllas querían buscar un tercer tanto.

La ‘chilena’ de Puli sentenciaba la eliminatoria

Pitó el colegiado el inicio de la segunda mitad, y el Amurrio agotó su pólvora con dos ocasiones más, sabiendo que su primer gol de la tarde pondría al San Fernando titubeante y contra las cuerdas. En el minuto cuarenta y seis, Jaime cabeceó con infortunio y el balón fue a parar a las manos de Iglesias. Seguidamente, Eneko fue el protagonista al fallar una ocasión clamorosa, mandando el balón a las nubes.

Puli, de 'chilena', sentenciaba el encuentro y la eliminatoria tras varios sustos del rival.

En el cincuenta y ocho, llegó el momento de oro para los locales. Tras un rechace, Puli disparaba de chilena en segunda instancia y fuera del área un esférico a media altura.La pelota entró en la portería y la grada entera coreó el famoso ‘¡Puli, Puli!’. No se lo creían los aficionados azulinos. A partir de este momento, el encuentro no tuvo historia y el Amurrio intentó obrar el gol del honor ante su propia desesperación. Señaló Olivera Vázquez el final de la batalla, y la fiesta se trasladó al terreno de juego, para pasar luego a la Plaza del Rey y rememorar aquella tarde de junio de 1994, catorce años después.

Foto: sanfernandocd.com

El fútbol devolvió la gloria al CD San Fernando con este ascenso, después de muchos años de sufrimiento, en especial aquel de 2008, en el que los problemas económicos asomaron a la entidad isleña. Parecieron esfumarse por instantes, pero se hicieron evidentes en la temporada siguiente, la de la desaparición.

Agradecemos la colaboración de Deportedelaisla.com y La Voz de Cádiz por el resumen de la temporada y la crónica del partido.