El Fuenlabrada se hizo con los tres puntos en el Fernando Torres ante un Toledo que dominó esterilmente el partido, carente de una mayor profundidad que le privó de ocasionar peligro a la meta de Basilio. Los de Visnjic, con un juego más práctico que vistoso, se hicieron con una importante victoria que les vuelve a meter en el grupo de equipos que bregan por los playoffs y que les asienta aún más en los puestos de Copa del Rey.

El encuentro dio comienzo con un claro tramo de tanteo entre sendos equipos. Sin pasos en falso, sin errores que propiciaran una ventaja y sin querer destacar excesivamente en ataque para no descuidar la parcela defensiva. Así vivimos hasta el minuto 7, cuando Rufino apareció por primera vez en el partido parar meter miedo en el cuerpo de la hinchada local, con un buen disparo que se perdió fuera por muy poco.

Edu Payá inauguraba con un centro envenenado en demasía

A pesar de que la primera ocasión fue para el bando visitante, serían los fuenlabreños los que golpearían primero y a la primera. Edu Payá subía su carril derecho y desde el vértice del área ponía un centro-chut que se fue envenenando según cogía rumbo a la portería de Manolo hasta que el esférico se coló por toda la escuadra sin que éste pudiera hacer nada. Un verdadero golazo repleto de fortuna.

Sin apenas haber hecho nada aún en el partido, el Fuenlabrada se veía por delante en el marcador. Un panorama antagónico al habitual, donde los de Visnjic merecen y merecen pero poco recogen. Hoy, la suerte parecía estar de su lado, no solo en el gol, sino que también en cada ocasión que Rufino lo intentaba -que no fueron pocas veces-, perdiendo grandes ocasiones para empatar la contienda.

El Toledo dominaba pero sin crear peligro

Tras el varapalo del gol, el dominio del partido empezó a coger ya un claro tinte visitante, lo cual se prolongaría ya hasta el final del encuentro salvo etapas de buen fútbol fuenlabreño que no eran más que la excepción que confirma la regla. A pesar de todo, fue el Fuenlabrada quien disfrutó de la siguiente gran oportunidad antes del descanso, con un chut lejano de Borja que provocó una magistral estirada de Manolo.

Con el paso de los minutos, el duelo entre equipos punteros del Grupo II se fue ensombreciendo, dejando atrás unos buenos minutos de fútbol para dar lugar a un tramo del partido en el que la tensión y las interrupciones se hicieron con el protagonismo. Poco más que eso sucedió antes de un descanso que se veía que necesitaban ambos conjuntos, para recomponerse tanto en lo físico como en lo táctico.

Goles y más tensión tras el descanso

Pasado el descanso, el partido continuó por los mismos derroteros pero intensificándose el dominio de los de Idiakez y la claridad de las ocasiones para el bando azulón. En el 50', Pachón desperdiciaba una clara ocasión para abrir brecha en el partido pero cruzó demasiado su disparo. Y acto seguido, fue el Toledo quien desperdició el gol, no en una sino en dos ocasiones seguidas que sacaron los fuenlabreños entre Basilio y sus zagueros.

Tras esas dos clamorosas ocasiones verdes, a la siguiente no fallarían, pero desafortunadamente para ellos, el gol no fue a Basilio, sino a Manolo. Pachón mandaba un preciso balón a la espalda de Tete, éste la peinaba hacia su portería en su intento de despeje y, con Manolo en plena salidad y sin poder hacer nada para evitarlo, el balón se introducía mansamente en su propia meta.

Tete, en propia meta, y Albistegui, le daban emoción al partido

El Fuenlabrada volvía a golpear en el partido y ya ponía tierra de por medio, pero esa tranquilidad no les duró más de diez minutos, cuando Albistegui se encargó de reducir distancias en el marcador en un remate de una falta lateral. Entonces, el encuentro se colocaba con un igualado 2 a 1 para los locales, pero con los toledanos en pleno ascenso en su juego.

Todo podía pasar a falta de 20 minutos para el pitido final, el Fuenlabrada se defendía con todo, quizás retrasado en exceso, y el Toledo atacaba y atacaba dando muestras de una falta de brillantez en los metros finales que ya evidenció en el partido de la primera vuelta en El Salto del Caballo entre sendos equipos. Pachón lo intentó desde las postrimerías de la frontal pero hoy no era su día, Colinas hizo lo propio y su intento acabó por el mismo camino.

El encuentro, en sus minutos finales, seguía vibrante pero el desacierto ofensivo era más que palpable. El Fuenlabrada se defendía con eficacia ante los múltiples balones aéreos que caían a su área, tan insufribles como esos incesantes rayos de sol que tanto parecían mermarles. El físico ya no daba más para los fuenlabreños, pero sí su empeño por la victoria, que les llevó a retener tres puntos claves para reengancharse a la lucha por los playoffs, que ahora está a 4 puntos. Mucho cuidado con este Fuenlabrada, ya que, partido a partido, como quiere el serbio Josip Visnjic, pueden dar mucho de que hablar todavía en este final de campaña.