A falta de cinco partidos para el final, los rojillos y los morados saltaban al césped con objetivos muy distintos. Los de casa sabían que sumar les permitiría alejarse de las posiciones de descenso y ponerse tres por encima del Arroyo, equipo que inicia los ‘puestos rojos’. En la otra cara de la moneda, el Guadalajara, que tras la derrota ante el Albacete el pasado domingo, tenía la obligación de ganar para seguir metido en la pelea del playoff.

Sin embargo, esta tensión no se trasladó al terreno de juego. El choque empezó muy trabado, dando señas de cómo sería en su desarrollo. Pasados los primeros cinco minutos sin pena ni gloria, La Roda daba varios pasos adelante liderando el ataque. Lo intentaban abriendo las bandas y colgando balones por medio de Jordi Pablo, gran referencia de los rojillos. En los pies de Jordi llegó la primera del partido. Del Moral la puso a media altura y Jordi se tiró pero no consiguió tocar el esférico.

Primera parte igualada, sin apenas ocasiones y con poca intensidad

Con el susto en el cuerpo, los visitantes reaccionaron por medio de una asistencia de Toledo para Quique, quien la envió muy desviada por encima del arco de Bocanegra. Se llegaba a la media hora de partido con tan sólo estas dos ocasiones. Los de Salvachúa intentaban controlar el balón por medio de Arroyo que buscaba una y otra vez a Toledo y Quique. Pero en el día de hoy, los alcarreños se olvidaron de la precisión y no conseguían hilvanar más de cuatro pases. Phillippe Toledo y Arroyo eran los que más peligro generaban pero no conseguían romper la bien plantada zaga albaceteña.

A pesar de que los guadalajareños estaban siendo ligeramente superiores, los locales no se arrugaron y abrían el campo una y otra vez gracias a la buena labor de Piojo y Jordi Pablo, muy presentes en la tarde de hoy. El juego de ambos se resumía en abrir bandas buscar a un extremo y que este la colgara dentro del área. Pero cuando no fallaban los delanteros, acertaba la defensa o los arqueros, así que no llegaban las ocasiones.

Cerca del final de la primera mitad, la intensidad, ya de por sí casi inexistente, fue bajando y el juego se fue durmiendo. Ambos movían la pelota con poca precisión a la espera de algún error rival que les facilitara alguna oportunidad de peligro. El primer tiempo llegó a su fin con un juego muy soporífero y las fuerzas muy igualadas.

Los de la Alcarria pisaron de nuevo el Municipal de La Roda sabiendo que el Cádiz perdía en Granada, oportunidad que no podían dejar pasar. Con este aliciente dio comienzo el segundo periodo. De nuevo el juego se olvidó de ser bueno y a pesar de la incansable afición de los dos conjuntos, los 22 parecían adormilados.

El que primero se levantó fue el equipo de casa, el conjunto albaceteño vio una oportunidad de oro de sumar. Fueron haciéndose con el control de la pelota y el centro del campo quedó dominado por los de rojo. En el 57’, Piojo tuvo la más clara de todo el partido hasta ese momento. Un error de la defensa morada habilitó a Piojo, que quedó solo ante Álvaro Campos. El arquero cubrió perfectamente su portería y Piojo la mandó por encima del travesaño.

La Roda buscaba el gol tras realizar unos estupendos minutos

Esta ocasión dio fuerzas a los de casa que empezaron a ser claramente superiores. La defensa con Castellanos a la cabeza no dejaba que Quique y Toledo recibieran ningún balón. Anulado el ataque morado, consiguieron desactivar también a sus centrocampistas, que cuando tenían el esférico en los pies no les quedaba otra que colgarla en largo. La buena lectura del partido por parte de los de Albacete y el cansancio reinante en los hombres de Salvachúa parecían presagiar el tanto rojillo.

El técnico alcarreño tuvo que mover ficha y puso en el terreno de juego a Javi López y Joan Grasa, que le dieron a los suyos el toque de frescura que necesitaban. Sin embargo, los locales consiguieron frenar el incipiente peligro deportivista. Las ocasiones de gol brillaban por su ausencia, a pesar de que Jordi Pablo la colgaba siempre que tenía la oportunidad. En uno de sus centros a balón parado, apareció Pajarero que remató a las manos de un atento Álvaro Campos.

El banquillo del Dépor seguía pegado al Smartphone para conocer lo que sucedía en Granada. El Cádiz empataba y tenían una ocasión perfecta para recortarle dos puntos. Sin embargo, los que estaban sobre el verde parecían incapaces de generar un gol. Se vio claro cuando Arroyo se quedó solo en la esquina del área y tuvo que disparar porque ninguno de los arietes conseguieron desmarcarse.

El gol llegó en la primera ocasión del Guadalajara en la segunda parte

Los minutos pasaban y el 0-0 no beneficiaba al equipo alcarreño que por momentos veía como sus aspiraciones de ascenso huían. Pero el Guadalajara, se reencontró con la fortuna. En el minuto 87, un atentísimo Toledo rompió la última línea de la defensa albaceteña dejando sólo a Quique, y dejar sólo al de Valladolid es casi gol. El ‘Killer’ cogió la pelota y disparó al segundo palo que tras chocar contra él acabo en el fondo de la red. Esta fue la única ocasión de gol que tuvieron los hombres de Carlos Pérez Salvachúa.

Ya con el 0-1, poco meritorio, el Guadalajara comenzó a tirar balones en largo y a perder tiempo de mil maneras. Con La Roda sin bajar los brazos y los visitantes mirando el reloj el árbitro indicó el final. Una victoria que da una inyección de moral al Deportivo, que vuelve a situarse a un punto del playoff. Por su parte, los rojillos, a pesar de la derrota, se marchan con buenas sensaciones tras conseguir dominar, sobre todo en la segunda mitad, a un equipo de la parte alta.