El partido comenzó con una afición entregada a la causa, ayudar a que su equipo pueda meterse en unos playoffs que tras esta jornada se le complican aún más. El primer balón fue para un Oviedo que en el minuto cinco gozó de su primera ocasión clara. El ex jugador del Zamora Sergio García se quedó solo ante el meta visitante Rubén gracias a un fallo de la defensa pero el balón era desviado por el portero. Minutos más tarde Sergio tuvo otra ocasión en sus botas, nuevamente tras un fallo defensivo, pero el balón se marchaba fuera. Avisó el Oviedo de lo que le podía venir encima al filial del Celta si los fallos de la zaga continuaban estando a la orden del día.

Los visitantes trataron de reaccionar con un par de disparos lejanos que no inquietaron a Pol. En el primer cuarto de hora del partido el Celta se acercaba al area azul y botaba una falta que a punto estuvo de colarse en la portería de Pol tras fallar este en la salida.

En el minuto 26 de la primera parte llegó el gol carbayón tras una obra de arte de Néstor Susaeta. Fue Josep Senye quien, tras marchase en velocidad y quedar en un uno para uno, forzaba la falta que daría el uno a cero. Señé se preparó, miró fijamente a la escuadra derecha y mando un derechazo potente al fondo de la red. La reacción del Celta B no se hizo esperar y en el minuto 30 llegaba su primer tiro a puerta. 

Los siguientes minutos se caracterizaron por imprecisiones de los dos equipos. En el minuto 38, y para conseguir dejar encarrilado el partido, Néstor Susaeta se sacaba un disparo cruzado desde fuera del área que se colaba por el palo derecho de la portería de Rubén. Con esto finalizaba una primera parte donde los goles eran poco indicativos del juego. El Oviedo ganaba 2-0 tras dos genialidades de Susaeta, el mejor del equipo en los últimos partidos, pero el juego no había sido fluido, muchas imprecisiones y abusos de pases en largo.

El Oviedo quiso más

La segunda parte del encuentro comenzó con un Real Oviedo cerrado atrás ante las acometidas del filial del Celta de Vigo. Los de Roberto Robles consiguieron sacudirse la presión tras un par de tiros del equipo gallego en su afán por buscar el 2-1 que les metiera en el partido y, ya en el ecuador de la segunda mitad del encuentro, llegó otro peligroso disparo de Sergio García, hoy sin fortuna, que salió pegado al palo derecho de Rubén. 

Minutos más tarde asistimos a la jugada del 3-0. El Oviedo botó un saque de esquina que, tras un remate desde fuera del área, Señé mandaba con la cabeza al fondo de la portería. El Celta B dejó de existir en el césped del Tartiere desde el instante en el que el balón del 3-0 entró en la meta de Rubén. Los siguientes minutos fueron de un Oviedo que marcó el 4-0 de penalti tras un empujón a Sergio en el área.

Ni siquiera el gol de Borja, delantero del Celta, puso en apuros a un Oviedo que se encontraba disfrutando una goleada de las que hacía tiempo no se veían. La fiesta la cerró Sergio Díaz con un gol desde dentro del área.

Goleada como consuelo

Al final 5-1 y victoria para un equipo que, tras las victorias del resto de competidores en la lucha por meterse en el playoff, ve como la posibilidad de meterse en playoff se diluye. Un partido menos para la conclusión de la liga y los rivales no fallan. Complicado para los azules. El Celta B se queda tocado en la zona baja de la tabla y la salvación también se les aleja.