La tarde que se vivió ayer en O Couto arroja un futuro incierto. La división en el seno del Club Deportivo Ourense era total y vivió un nuevo capítulo camino hacia la tragedia. El vicepresidente, José Ramón Fernández Morgade, anunciaba al término del encuentro que el Consejo de Administración dimitía. Un comunicado motivado por la situación que se vivió ayer en las gradas. La afición fue casi unánime y pidió desde el comienzo la marcha de los mandatarios. Estos reaccionaron anunciando que abandonan una nave, que desde hace años nadie quiere coger.

En los prolegómenos del pitido inicial, los capitanes, Daniel Portela y Borja Yebra, el segundo entrenador, Roberto Valdés y el empleado, Antonio Dacosta, se abrieron paso entre los espectadores para entregar al presidente un escrito, en el que exigían su dimisión. Escrito, que ya le intentaron entregar esta semana en su negocio, incluso en una reunión, pero Alejandro Estévez, no hizo acto de presencia.

Centrándonos en el fútbol, fue lo menos importante. El Ourense, que ya no se jugaba nada, solo quería dar una penúltima alegría a la afición. La Cultural Leonesa llegaba con la intención de asegurar la salvación y lo hizo gracias a los resultados del resto de rivales y al empate que cosechó sobre el césped de As Burgas. Los leoneses comenzaron con mucha efusividad, pero se vinieron abajo con el paso de los minutos, aunque pudieron haber dejado el encuentro visto para sentencia.

Diego Torres abrió el marcador cuando muchos espectadores todavía buscaban su asiento. El delantero del cuadro leonés batía a Pato con un remate cruzado. Fue su única aparición en el choque. Borja Yebra y Adil se hicieron con la posesión en la medular y la Cultural dejó de llegar con peligro. El gol espoleó a los ourensanos, que dispusieron de varias ocasiones para empatar el choque. Iker Alegre fue el futbolista más activo de los de Luisito. Hasta de tres oportunidades dispuso el asturiano para empatar el encuentro, pero no logró superar a Toño, ni encontrar el fondo de la portería.

Los rojillos se volcaban sobre la meta rival, pero el gol se resistía. Una constante a lo largo de la temporada y que privó a los de As Burgas de alcanzar hitos mayores. Javi Hernández desaprovechó un error de Góngora en la salida del cuero. Toño se mostraba infranqueable y mientras, los pupilos de Luis Cembranos buscaban el gol a la contra. Ortiz, no estuvo fino en un mano a mano y Pato Guillén le ganó la partida. Fue la ocasión más clara de la Cultural tras el gol.

Antes del descanso, llegaría la polémica. Negral veía la roja por cortar con la mano el balón, cuando Óscar Martínez encaraba ya la línea recta hacia la meta de Toño. Javi Hernández remató por encima del larguero la falta. La superioridad numérica de los locales, no se trasladó al terreno de juego. Luisito optó por cambiar el esquema, jugando con tres centrales y dejando las bandas para que Iker Alegre y Borja Valle cabalgaran a placer. Souto entró por Óscar Martínez para aportar frescura a la delantera.

Javi Hernández tomó las manijas del juego y llevó el peligro en sus botas. No era el día del salmantino, que siguió sin encontrar portería. Tampoco pudieron anotar los visitantes. Pato Guillén echó el cerrojo y no dio opciones a ninguno de los rivales. Lo intentaba el Ourense, pero se resistía el gol, hasta que Borja Yebra sirvió el cuero a la espalda de la zaga y Borja Valle anotó a placer para empatar el encuentro.

De ahí al final, errores de los zagueros y de los arietes en la definición. El partido tocaba a su fin con reparto de puntos. Terminaba una semana mala en tierras ourensanas y comienza otra, que puede terminar con la historia del equipo. Esta tarde la directiva hará oficial su dimisión, que tendrá que ser aprobada por la Junta de Accionistas. En el aire, la visita de mañana a Hacienda.