A sus 26 años Alejandro Cacho Hernández ya es un veterano de la Segunda División B, con más de 200 partidos disputados hasta la fecha. Nacido en Ágreda, pequeña localidad soriana a unos 50 kilómetros de la capital, comenzó su carrera futbolística en Tercera División en las filas del Numancia B. Tras dos temporadas en el filial, fichaba por el Ontiyent, equipo con el que debutaría en 2ª División B en 2008. Tres campañas en el equipo valenciano, con una de intervalo en Sant Andreu, le servirían para consumar su fichaje por el Lleida Esportiu, club con el que clasificaría para los playoffs de ascenso a 2ª División. Titular indiscutible hasta entonces, Álex fue fichado por otro club con ambiciones de ascenso, el Cartagena, aunque se desvinculaba en el mercado de invierno y emigraba de nuevo a tierras levantinas para acabar en el Huracán de Valencia, su último club hasta ahora.

PREGUNTA. Se supone que la ilusión de un nuevo proyecto compensará el fin de las vacaciones, pero en esta primera semana de entrenamientos, ¿el primer día de descanso se agradece más de lo normal?

RESPUESTA. Pues sí, llevo pocos días aquí y tras tres sesiones de entrenamiento el día libre te viene bien no sólo para recuperar, sino también para terminar de organizar la mudanza, ya que al final me quedaré en Castro, que es una zona bonita, cercana, y donde el tema de la vivienda está bastante bien de precio. Cabero, que me llamó al poco de enterarse de que firmaba con el Sestao, me lo recomendó y me está ayudando a instalarme en la nueva casa.

P. Es usted natural de Ágreda, pequeña localidad de la provincia de Soria, pero futbolísticamente aragonesa. ¿Se le puede considerar soriano a todos los efectos?

R. En efecto, el equipo de Ágreda ya lleva un tiempo integrado en la Federación Aragonesa por proximidad geográfica, porque los costes se hacían mucho más elevados jugando en Soria, pero los agredeños somos sorianos.

P. Si se relaciona su apellido con su localidad de origen, las referencias a un famoso deportista tío suyo son innumerables.

R. Te refieres a Fermín Cacho, pero estás equivocado, porque no soy su sobrino. Es cierto que nos tocamos algo por parte de su padre y mi abuelo, aunque no somos familiares directos. Sin embargo, alguien por Internet extendió el bulo de que Fermín Cacho era mi tío, quizá confundido porque éramos del mismo pueblo y compartíamos primer apellido.

P. Pero si se cree en la herencia genética, ¿no se podrá decir entonces cuando suba la banda que “de casta le viene al galgo”?

R. Bueno, podemos guardar algunas coincidencias genéticas como dices, o quizás el frío del Moncayo y los aires del cierzo ayuden a los deportistas que hemos nacido por allí. Lo cierto es que Fermín y yo charlamos y mantenemos cierta relación siempre que coincidimos por el pueblo, en vacaciones o fechas puntuales.

P. Siguiendo con Ágreda y el fútbol, otro paisano suyo tiene el honor de ser el primer jugador soriano en marcar un gol en Primera División.

R. Efectivamente, se trata de Alberto Vitoria, quien recuerdo que falleció hace tres años. Jugó en el Real Madrid en los años 70 y creo que jugó con la selección española unos Juegos Olímpicos.

P. ¿Hay por su pueblo algún otro deportista más conocido o es usted el tercero en ese ranking virtual?

R. (Risas) No sé qué lugar ocuparé pero lo cierto es que aparte de los dos nombres que hemos comentado no conozco más deportistas de élite en Ágreda. En las últimas generaciones por ejemplo te podría citar a nivel colectivo el papel de las chicas del equipo de balonmano, pero en general te puedo decir que es un sitio con mucha afición al deporte y con un nivel interesante para lo pequeño que es.

P. Tras salir del Numancia B ha pasado por diferentes equipos sobre todo del este de España. Ahora llega a Sestao, un pueblo que históricamente se ha caracterizado por acoger a emigrantes y obreros procedentes de varias comunidades, entre ellos la castellana. ¿Se considera usted también un emigrante y “currante” en esto del fútbol?

R. Se puede decir que sí, aunque con el matiz de que yo hago lo que más me gusta, jugar al fútbol, y me muevo de un sitio a otro porque intento vivir de ello. Además hay que reconocer que tal como están las circunstancias actualmente se hace cada vez más difícil estar más de un año jugando en el mismo sitio.

"Me vi mes y medio fuera de las alineaciones, después de cinco años jugándolo prácticamente todo"

P. Quizá sea el apartado físico el que más destaque dentro de sus cualidades como futbolista. Lateral diestro, pero también izquierdo y hasta medio centro, pero siempre con clara tendencia defensiva. ¿se le ha definido bien?

R. En el filial del Numancia empecé jugando de mediocentro defensivo, pero cuando llegué a Ontinyent el míster me probó de lateral derecho y ahí es donde he venido jugando en 2ªB. Es verdad que también puedo hacerlo en el lateral izquierdo cuando hay necesidad, pero prefiero defender por la derecha.

P. Su curriculum desde que debutó con el Ontinyent en 2ªB se puede calificar de impecable, con más de 200 partidos en seis años. No menos de 35 partidos por temporada hasta el año pasado, con “solo” 21 partidos repartidos entre Cartagena y Huracán Valencia. ¿A qué se debió ese receso en su trayectoria?

R. En efecto, venía de ser titular todos esos años atrás, pero en Cartagena al equipo le costó arrancar. Habíamos llegado mucha gente nueva, la presión por estar arriba era grande y coincidió que el equipo ganó justo el día que salí del once. El equipo cogió una buena racha y yo me vi mes y medio fuera de las alineaciones, después de cinco años jugándolo prácticamente todo. Cuando volví a entrar ya estaba cerca el mercado de invierno, y el Cartagena quería reforzar la plantilla pero no disponía de fichas libres. Así que por cuestiones deportivas y económicas me tocó a mí salir para que llegaran nuevos fichajes.

Tras desvincularme del Cartagena llegué a Valencia para firmar por el Huracán. Tuve suerte de empezar jugando, pero una sanción de dos partidos me hizo salir del once titular y me cortó el ritmo. Luego, el hecho de perder a falta de varias jornadas la posibilidad de entrar en playoffs, deslució los últimos partidos, condicionando las últimas alineaciones.

P. Muchos apuntan al buen ambiente en el vestuario como una de las claves de la gran campaña del River la pasada temporada. ¿Piensa contribuir, por ejemplo, popularizando entre sus compañeros el típico “langarto” de Ágreda?

R. Pues ¿por qué no? Los langartos son una comida tradicional del pueblo, una especie de empanadas rellenas de picadillo o sardina. Cuando coincida que haya algo que celebrar en el equipo, o, sin ir más lejos, el día de mi cumpleaños, puedo llevarlos para que las prueben.

P. Un motivo de celebración, como puede ser un gol. Usted no es un jugador muy dado a marcar, pero, precisamente en su año en el grupo II, su único gol fue ante el Barakaldo, el histórico rival del Sestao. No sé si conoce esos derbis, pero sin duda una buena tarjeta de presentación ante la hinchada del River.

R. Sí que sé de esa rivalidad entre Sestao y Barakaldo, y ojalá pudiera contribuir a que les ganásemos en el derbi esta temporada. Es cierto que no suelo hacer goles - creo que llevo cinco en Segunda B - pero el último que marqué fue hace dos temporadas en Lasesarre y resultó importantísimo ese año. Quedaban pocas jornadas para el final y llegaba con el Lleida en quinta posición, justo por detrás del Barakaldo. Ganamos 0-1, una victoria que sirvió para adelantarles y que nos ayudó muchísimo para conseguir la cuarta plaza para disputar los playoffs ese año.

"El último gol que marqué fue hace dos temporadas en Lasesarre y resultó importantísimo"

P. Su fichaje se anunció apenas un par de días después de confirmarse la baja de Urkizu, jugador de similares prestaciones a las suyas, lo cual hizo pensar en una operación rápida por parte del Sestao. ¿Cómo fueron las negociaciones con el club verdinegro?

R. Una semana antes de fichar me había llegado a través de mis agentes el interés del Sestao, pero no había ninguna oferta en firme. Esta llegó confirmada el sábado y me convenció rápidamente, de forma que el lunes ya había firmado el contrato.

P. Como se ha comentado antes, sólo había jugado en equipos del este de la Península. ¿Alguna razón?

R. Pues simple casualidad. Tras jugar dos años los playoffs de ascenso a Segunda División B con el Numancia B, coincidió que jugamos contra el Ontinyent, que se fijó en mí y me fichó. Me quedé allí tres años, con uno de intervalo en el Sant Andreu, y luego llegó la oferta del Lleida. El año pasado me fui más al sur, a Cartagena, para terminar regresando a Valencia, y al menos este año sí que voy a tener la suerte de vivir un poco más cerca de casa.

P. Sestao será por tanto su primera experiencia en Euskadi. ¿Qué tal está siendo la adaptación?

R. Apenas llevo una semana aquí, y tampoco me ha dado mucho tiempo a salir, entre los entrenamientos y la mudanza. Pero seguro que poco a poco iré conociendo sitios con ayuda de Cabero, que es con quien voy y vengo a entrenar.

P. Las Llanas es un campo que ya conoce tras su experiencia en el grupo II hace dos temporadas en las filas del Lleida. ¿El recuerdo de ese partido es la principal referencia que tenía del que ya es su nuevo equipo?

R. De ese año guardo un buen recuerdo de los campos vascos. Se nota que aquí se vive mucho el fútbol, y el hecho de que haya ambiente en las gradas siempre es del agrado de los futbolistas. Cuando jugué en Las Llanas me llevé la imagen de un día típicamente norteño, de crudo invierno, con muchísimo frío, y muy lluvioso. Fue un partido durísimo pero tuvimos la suerte de ganar. Sirvió como punto de inflexión en la trayectoria de esa temporada, porque desde entonces iniciamos una magnífica racha de resultados que nos permitió remontar posiciones hasta acabar cuartos.

P. El pasado jueves se hicieron oficiales la composición de los grupos de Segunda B, confirmándose la presencia de los madrileños y manchegos en el grupo. ¿Qué opinión le merece esta distribución?

R. Creo que los equipos vascos salen mal parados por el tema de los viajes: son muchos, muy largos algunos, y obligando a hacer noche de hotel, lo cual afecta mucho a los presupuestos. Yo habría preferido que nos hubieran tocado equipos más cercanos de la Rioja o Castilla, pero en verdad hacer la distribución de los grupos es un tema complicado y en el que siempre alguien tiene que salir perdiendo.

"Cuando jugué en Las Llanas me llevé la imagen de un día típicamente norteño"

P. Usted tuvo la suerte de jugar la temporada pasada contra el Barcelona en Copa. ¿Alguna anécdota de la experiencia? Sabe que este año el Sestao vuelve a participar en esta competición, pero no que el Barcelona es el único rival de Primera que no ha visitado Las Llanas. ¿Difícil repetir?

R. En un partido como ese todo es anécdota. Tener frente a ti en el campo a jugadores a los que admiras como Iniesta o Neymar, tener la posibilidad de jugar en un escenario como el Camp Nou ante tanta gente…La verdad es que llegar ahí y repetir otro año es complicado. Hay que superar tres rondas a partido único y puede que fuera de casa, y luego que te sonría la suerte en el emparejamiento. De todas formas se puede soñar con esa competición, pero nosotros nos centraremos en el 24 de agosto, que es cuando comienza la liga y luego, como se dice, partido a partido.

P. Ya ha jugado en el Camp Nou, pero también ha confesado la ilusión que le haría jugar alguna vez en el Bernabéu. Este año se enfrentarán al Castilla de Zidane, y ya que no podrá intercambiar camiseta, ¿quizás le pedirá una foto antes o después del partido?

R. Dije eso porque soy madridista. En el grupo III pude jugar varias veces contra el Barcelona B en el Mini Estadi, pero nunca había tenido la oportunidad de enfrentarme el Castilla. Es un filial que tiene grandes jugadores y que cuenta con un gran presupuesto para fichajes. El que un nombre tan importante como Zidane esté en el banquillo es un aliciente, pero no creo que le pida foto ni nada por el estilo. En el campo estoy concentrado y no estoy pendiente a lo que pase fuera, aunque jugando en la banda puede que lo tenga cerca de mi vista en más de un momento. Será bonito pero estaremos al partido.

P. Sabiendo la costumbre de transcribir al euskera ciertos nombres y apellidos, ¿qué le parecería si, siempre con cariño y respeto, viera su apellido escrito con “K” y “TX”?

R. Pues no me molestaría que me llamaran "Katxo", lo trataría sin más importancia que algo anecdótico. De hecho algún colega ya bromeaba conmigo a raíz de mi fichaje por el Sestao, y si ya me escribiráin el apellido así.