El Sanse tampoco ha sido capaz de batir la meta del Sestao esta pretemporada. Y es que ya son cinco con el de este miércoles los partidos disputados por el equipo verdinegro y ninguno de sus rivales ha sido capaz de hacer encajar un gol al actual campeón del grupo 2. En un encuentro que, en el global de los noventa minutos, ha sido dominado por el equipo vizcaíno, la falta de acierto sestaoarra de cara a la portería contraria ha permitido a los potrillos llevarse el trofeo en la tanda de penaltis.

El partido daba inicio con el aliciente de poder observar las evoluciones de dos debutantes en el River. Por un lado el delantero franco-marroquí Yacine, que dejó en el banquillo a Jito Silvestre y demostró aptitudes para adaptarse al juego físico e intenso de los de Las Llanas, y a su lado, por banda izquierda, un jugador a prueba, Gillaume. El mediapunta de origen francés, pero internacional con Lietchenstein, tiene 21 años y proviene del SZTK Erima, de la Segunda División húngara, que demostró ser un jugador eléctrico pero intermitente, con buena técnica y conducción, aunque algo flojo en el juego sin balón.

Del otro lado un filial con muchísimas cara nuevas con respecto al equipo de la temporada pasada, pero que volvieron a demostrar la misma competitividad que días atrás demostrara contra el otro gran equipo de la Margen Izquierda, el Barakaldo. Si el River se mostraba serio y sólido en labores de contención, no le fue a la zaga el equipo donostiarra, lo que propició un primer tiempo sin apenas ocasiones y en el que las defensas se impusieron a los ataques,

En la segunda parte, los sustituciones efectuadas por Ángel Viadero motivaron algunos cambios de posición en jugadores como Cacho, que cambió de banda, o Resines, que pasó a jugar de central. Eneko Rubio era desplazado al puesto de interiore derecho, mientras que en la otra banda, Guillaume abandonaba el extremo para situarse en la mediapunta por detrás de Jito. Por su parte en el equipo txuriurdin aparecieron los jugadores más contrastados como Sangalli, Castro o el peruano Callens, que ocuparon de inicio plaza en el banquillo.

Jito perdona tres veces

En esta parte llegaron las jugadas de más peligro, con un protagonista destacado: Jito Silvestre. EL pichichi verdinegro no tuvo su tarde y hasta en tres ocasiones desperdició la oportunidad de poner por delante a los suyos. Las dos primeras tras cazar en sendos barullos en el área dos balones con marchamo de gol, uno de ellos repelido por el larguero. La tercera en un mano a mano que estrelló en el portero guipuzcoano tras una buena jugada personal del debutante Guillaume.

Tuvo también la suya el Sanse, pero apareció Raúl Domínguez para evitar lo que habría sido un excesivo castigo en el marcador final. Castigo que llegaría, de forma simbólica, en la tanda de penaltis, donde los sestaoarras marraron 3 de sus 5 lanzamientos.