Es duro para cualquier equipo de fútbol enfrentarse a su eterno rival; suelen ser partidos especiales, de gran ambiente, a veces, (desafortunadamente) con más rencor que deportividad, pero siempre llenos de emoción. Pero aún más duro es hacerlo contra el filial de éste, y de esto sabe mucho el Real Oviedo, ya que en su andadura por la Segunda Divisón B ha tenido que jugar en múltiples ocasiones contra el Sporting de Gijón B, el cual  ha sido siempre un hueso duro de roer.

Fue el 11 de octubre de 2009 cuando el equipo de la capital asturiana tuvo su primer batacazo, en la Escuela de fútbol de Mareo, donde cayó por 1-0. En aquel momento se usaron palabras como "humillación" o "ridículo", pero pese a ello el Real Oviedo supo sobreponerse y fraguar una buena temporada en la que se clasificó para los puestos de ascenso. Esa misma temporada, en la segunda vuelta, se vivió un partido inolvidable para todo el oviedismo, pues en el minuto 94 y con el 1-1 en el marcador, Manu Busto hizo estallar a la grada del Carlos Tartiere con un gran gol de falta directa que daría finalmente la victoria a los azules.

La temporada siguiente, el conjunto azul se veía de nuevo las caras con el filial del Sporting, con un triste empate a cero en la primera vuelta, y una nueva humillante derrota, esta vez en casa del Real Oviedo, por 0-1, en un partido marcado por la pelea entre el jugador carbayón Borja Rubiato y el rojiblanco Alain en el túnel de vestuarios tras la expulsión de ambos.

En la temporada 2011/2012, marcada por la crisis administrativa en el Real Oviedo, el primer choque dejó un nuevo empate a cero en Mareo. La vuelta en Oviedo fue, de nuevo, emocionante. Se vio un partido muy disputado, con sendas expulsiones a los dos equipos y un gol de Juanpa para el conjunto azul en los últimos instantes para lograr la victoria. Cabe destacar el reportaje que el programa de televisión Punto Pelota realizó para ese partido, en el cual Juan Mata, Michu, Santi Cazorla y Adrián (las últimas grandes perlas salidas de la cantera azul) grabaron mensajes de ánimo para la plantilla.

El día de Reyes de 2013 los azules se encontraron con un buen saco de carbón bajo su árbol, pues esta vez, con el Molinón como escenario, el Sporting B dio una lección de fútbol y humilló a un desbordado Oviedo que perdía por 4-1. Tras este mazazo el Oviedo reaccionó, y de nuevo se clasificó para el playoff de ascenso, y en la última jornada venció en este particular derbi con un solitario gol de Javi Casares.

La temporada pasada fue la más dolorosa en este sentido para la afición carbayona. El primer enfrentaiento con el filial del equipo gijonés se saldó con la derrota de los azules por 2-1 en el Molinón, donde se vio a un Real Oviedo apagado, con algunos destellos de calidad como el magnífico gol de Susaeta.  Pero lo peor estaba aún por llegar. El 27 de abril de 2014, se daban cita ambos equipos en el Carlos Tartiere, donde más de 23.000 voces oviedistas acudieron para alentar al club local, con opciones de llegar al playoff. Este ambiente no sirvió para que el conjunto de la capital del Principado evitase uno de los mayores desastres de su historia, pues cayeron de forma estrepitosa con un histórico marcador de 1-4 ante la indignación e incredulidad de su grada, que les acusó de falta de compromiso y sentimiento. 

Finalmente llegamos al último encuentro, donde un Real Oviedo con aires renovados y una plantilla de mayor nivel deslumbró a la grada del templo carbayón con una exhibición de buen fútbol y una contudente victoria por 3-1 (la mayor desde 2009), haciendo olvidar a la afición las dolorosas derrotas de anteriores temporadas e ilusionándola para lo que queda de temporada. 

Habrá que esperar hasta el 11 de enero para ver si este cambio de tendencia se cumple, o si por el contrario, el Sporting de Gijón B sigue poniéndoselo difícil al Real Oviedo.