A cabezazo limpio en Las Llanas

El Sestao River ha comenzado la nueva temporada liguera con la misma dinámica positiva con la que terminó la competición regular la pasada campaña. Victoria ante los suyos, no sin sufrimiento, ante un Tudelano que confirmó sobre el césped el buen cartel del que venía precedido, pero que esta vez no pudo sacar tajada de su visita a tierras vizcaínas.

Presentaban los de Ángel Viadero novedades en el once inicial, toda vez que los tocados Jaio y Dani Guerrero ni siquiera vestían de corto, lo que, unido a las ya conocidas bajas de Cabero y Guillaume, obligaban al técnico local a convocar a Íñigo Tobía, el juvenil más destacado de la pretemporada verdinegra. En estas circunstancias el lateral Resines se desplazaba al eje de la zaga, Eneko Rubio retrasaba su posición en el centro del campo, y Yacine aparecía como compañero de Jito Silvestre formando la dupla goleadora del equipo local.

Un Tudelano sin complejos

En el bando visitante, Javier Mandiola formaba con el once de gala que ya perfiló en su último amistoso de pretemporada, con la única baja del lateral derecho Fernando Delgado, cubierta por Nandi. A diferencia de lo visto en su anterior visita a Las Llanas, el técnico guipuzcoano renunciaba a la defensa de 5 y apostaba por un ataque muy dinámico, con Ardanaz y David Martín por los extremos, y Víctor Bravo de enganche con el hombre más adelantado de los navarros, Álex Sánchez.

El respeto con el que los sestaoarras recibían al equipo de Manix se refrendó en el césped desde el pitido inicial. El Tudelano salía dominador y manejando con buen criterio el balón llegaba con peligro al área de Raúl Domínguez. Un balón al larguero de Ibai Ardanaz era el aviso del jarro de agua fría en la calurosa tarde de Las Llanas. Un ataque desde la derecha acababa con centro del propio Ardanaz que Álex Sánchez, aprovechando un error en la marca de Resines, remataba de cabeza al fondo de las mallas.

El gol del mejor jugador de los blanquinegros la temporada pasada hacía justicia a lo que sucedía en el campo. El Sestao era incapaz de hacer llegar el balón a su zona ofensiva, mientras Ardanaz superaba a Sergio Rodríguez y David Martín sembraba el pánico con sus continuas diagonales desde la banda opuesta. Hasta el minuto 20 aproximadamente no despertaría el River de su letargo, y lo haría con armas tan sencillas como habituales: juego directo e intensidad.

En efecto, el equipo de Viadero se encomendó a los balones largos sobre Jito y Yacine, solo combinando tras recuperación de balón, para dar un paso adelante y empezar a rondar las inmediaciones de un hasta entonces tranquilo Pagola. Si el franco-marroquí dio una lección de presencia física y pelea incansable en cada lance del juego, convirtiéndose sin duda en el mejor de los suyos, no le fue a la zaga su veterano compañero de línea, por quien no parecen pasar los años, y que fue protagonista de un par de acciones reclamadas como penalti en el área visitante.

Poco después de esa segunda jugada polémica, que sí pareció más clara que la primera, llegaría el gol del empate local, en uno de los numerosos saques de esquina que el Sestao había forzado en su asedio a la portería navarra. El lanzamiento, botado por el especialista Josu Hernáez, era cabeceado en el segundo palo por Yacine, que tenía el honor de conseguir el primer gol del Sestao esta temporada.

Jito sentencia antes del descanso

Un tanto que espoleaba a la afición local y desataba a su equipo, que apenas dos minutos más tarde castigaba al eje de la zaga visitante con un ataque desde la banda izquierda, donde la zurda exquisita de Sergio Rodríguez sacaba un centro que el pichichi del River, Jito Silvestre, convertía en el segundo de la tarde con un cabezazo que superaba por arriba al cacerbero rival.

Noqueado por estas dos acciones, el Tudelano acusó el golpe y agradeció el descanso para que su técnico, Manix Mandiola, recompusiera el equipo dando entrada a Julen Goñi como revulsivo de su ataque. Sin embargo el guión del partido había cambiado y, a pesar de los intentos, el River apenas volvería a pasar más apuros de los que produce una exigua ventaja en el marcador.Siguiendo la inercia de la temporada anterior, los de Viadero se hicieron fuertes atrás, con un Resines más asentado en su posición de central, pero sobre todo con un omnipresente Mikel Méndez, rápido y seguro en todas sus intervenciones.

La tendencia del partido terminó de decantarse hacia el lado local cuando, a falta de casi media hora para terminar el encuentro, Víctor Bravo veía su segunda tarjeta en dos acciones casi seguidas, una por jugar el balón con la mano, y otra por golpear en un salto al incómodo Yacine. La inferioridad numérica de los visitantes convirtió el resto del partido en un "quiero y no puedo" de ambos conjuntos; ni los locales supieron cerrar el partido aprovechando los espacios ni los visitantes poner en peligro el resultado, más que en una acción aislada, a la salida de un córner, en la que el central Jonathan remataba fuera.

La entrada de Lucho y Lázaro en el Tudelano, y de Yanis y Maestresalas en el River no sirvieron más que para dar aire a dos equipos que acusaron sin duda la falta de rodaje y el desgaste físico a medida que transcurría el partido, que apenas registró más incidencias hasta su final que un fuerte encontronazo entre Raúl Domínguez y un jugador blanquinegro, que requirió de la entrada de las asistencias para recuperar al guardameta local.

El pitido final confirmaba una victoria muy celebrada por la afición local, que valoró el esfuerzo de los suyos ante un rival serio, con muy buen juego de centro del campo hacia adelante, pero que pagó caro cierta endeblez de su zona defensiva en un momento importante del partido. Los verdinegros afrontarán con más seguridad el triple compromiso fuera de Las Llanas que les depara el calendario, con desplazamientos consecutivos en liga a Irún y Huesca, e intervalo copero contra el Leioa. El Tudelano por su parte esperará a la visita de la Real Sociedad B para estrenar su casillero de victorias ante su parroquia, y confirmar las buenas sensaciones dejadas, sin premio, en Sestao.

Sestao River - CD Tudelano