Manix hubo de comparecer en sala de prensa después de la derrota encajada por sus pupilos a manos del Sestao por dos a uno. El de Eibar lamentó la incapacidad de sus jugadores para frenar el juego aéreo y contundente del conjunto verdinegro cuando el resultado y la situación del partido le eran favorables.

Tras mostrarse ligeramente contento con el buen arranque de su equipo, a raíz del cual llegó el tanto visitante, admitió las trabas que el cambio de estrategia en el conjunto local causó en sus filas: "Hemos empezado bien, generando situaciones de peligro, con acierto en una de ellas. Todo lo teníamos de cara pero poquito a poco, con un juego directo muy práctico, pero muy difícil de defender... Nos ha costado, nos han ido metiendo atrás, no nos dejaban ni despejar. Poco a poco, a base de empuje, nos han ido creando situaciones en córners, faltas, fueras de banda..."

El preparador tudelano dijo sentirse "molesto" por el hecho de haber encajado dos goles prácticamente consecutivos de la misma manera: "A pesar de todo, nos han metido dos goles libres de marca, sin oposición".

Cuando fue preguntado acerca de la expulsión por doble cartulina de uno de sus jugadores, Víctor Bravo, Mandiola se mostró disconforme con el criterio arbitral y afirmó que dicha acción "les mató": "El partido para nada ha sido bronco, ha sido de mucha disputa y el árbitro, en ese aspecto, lo ha llevado bien, y en dos situaciones, una mano dudosa, que no sé si ha sido o no, que tontamente acaba en una tarjeta, y la segunda, que creo que no ha sido ni falta, tal y como ha ido el partido, ha sido una falta más, jugar más de media hora con uno menos...Ahí nos han matado".

Tras quedarse con diez efectivos, la reacción para Mandiola ya resultó imposible: "Hemos seguido vivos, hemos asumido riesgos, pero ellos han defendido y nos han dado muy pocas situaciones para hacer contras ni llegadas claras, no hemos sido capaces".