Atlético Astorga - Marino de Luanco: la ambición contra la necesidad

Nunca se han enfrentado Atlético Astorga y Marino de Luanco y lo hacen en esta jornada 5 por primera vez en un panorama de sensaciones diferentes para cada uno. Los locales ascendieron esta temporada y están cumpliendo con creces las expectativas, mientras que los visitantes no han tenido un comienzo fácil y se encuentran en la zona baja de la clasificación.

Los leoneses ascendieron esta temporada a la categoría de bronce y sus resultados hacen que se pueda considerar este plantel como uno de los equipos revelación hasta el momento. Invictos, con dos victorias y dos empates, están sorprendiendo sin ninguna duda.

Por el contrario el Marino, un clásico de esta categoría, lo está pasando mal en este comienzo de competición. Problemas con las bajas, despistes individuales en defensa y su negativa de cara a gol los están condenando. Su juego es merecedor de recoger mejor cosecha, pero hasta ahora siguen sin conocer la victoria y las urgencias llegan pronto al equipo luanquín.

Para este partido, el Atlético Astorga no podrá contar con Roberto Puente, que sufrió un accidente de moto la pasada semana y estará de baja los próximos tres meses. Tampoco estará disponible Marcos Blanco, que se encuentra en el último tramo de recuperación de su operación de pubis. Es duda Llamazares, que arrastra problemas físicos del partido de la primera jornada.

Adrián Rojo, Titi Romero y Deivis no han disputado ni un minuto aún, previsiblemente dos de ellos se caerán de la convocatoria. Javi Díez volverá a la portería, por lo que el once que presentará el equipo leonés sólo variará en esa posición respecto al plantel que venció la jornada pasada en Barreiro.

En el Marino de Luanco, podría tener minutos Nico Pandiani, que la semana pasada consiguió el alta federativa. También recibió la misma el otro fichaje mediático del equipo, el coreano Jaeyong Yun, por lo que Quirós cuenta con más efectivos para la zona defensiva.

Recapitulando, partido en el que los locales llegan con la ilusión de un recién ascendido que está haciendo las cosas muy bien y que todo lo que sea sumar es un plus al gran trabajo realizado hasta ahora. Y un Marino que llega necesitado, sabedor de que la línea de trabajo es buena y que sólo falta la guinda (lo fundamental al fin y al cabo) del resultado.