El colista destrona al líder

Saltó la sorpresa en el Mini Estadi. El Villarreal B cosechó el primer triunfo de la temporada tras derrotar por dos a cero al filial 'perico'. El hasta esta tarde colista no se empequeñeció y acabó con merecimiento con la imbatilidad del líder.

Con estos tres puntos, los locales salen provisionalmente de los puestos de descenso, mientras que los blanquiazules ven frenado su magnífico arranque liguero y se ven relegados a la segunda posición de la tabla.

Empate a bostezos en la primera parte

El partido empezó con el guion previsto. El Espanyol B no rehuyó la etiqueta de favorito y desde los primeros minutos llevó la batuta del partido. Los catalanes dominaban la posesión, pero no conseguían hilvanar jugadas con las que poner en aprietos a Aitor. Los amarillos, replegados atrás, esperaban la oportunidad de coger al contragolpe al líder.

Transcurrían los minutos y las ocasiones no llegaban. El temor de unos y el desacierto de otros hacían que el tedio fuera el protagonista principal del partido. Jason, muy activo durante los primeros 45 minutos, probó fortuna de lejos en dos ocasiones y se ganó el aplauso de un Mini Estadi aburrido, con ganas de presenciar la primera victoria de la temporada de los suyos.

Sin capacidad de reacción tras el 1-0

La segunda parte parecía que iba a seguir el mismo esquema. Sin embargo, un saque de esquina alteró el orden establecido. En el minuto 49, la zaga 'perico', sólida hasta ese momento, pecó de pasividad y no se aclaró a despejar el balón. Nahuel, el más listo de la clase, aprovechó el desbarajuste defensivo y adelantó a los suyos.

Los blanquiazules intentaron revertir esa situación desconocida para ellos esta temporada y buscaron un gol que impidiese que su racha de imbatibilidad acabase en La Plana. Pero no era el día para los 'pericos'. Aitor se mostró muy seguro en todo momento y frustró todas las acometidas de los catalanes. Poco antes de la recta final, otro barullo dentro del área del Espanyol B propició el segundo gol para los locales. Raíllo, el capitán de los blanquiazules, empujó a la red sin querer un centro de Fran Sol y aumentó las distancias para los 'groguets'.