Ni Jito, ni Rufino, ni gol en Las Llanas

Ni siquiera la presencia de dos de los más reputados goleadores del grupo, Jito Silvestre en las filas locales, y Rufino Segovia en las visitantes, contribuyó a que vizcaínos y toledanos fueran capaces de mover el marcador de Las Llanas en un choque entre dos de los equipos que el año pasado se clasificaron para disputar los playoffs de ascenso en el grupo II, y que terminó en un justo reparto de puntos que deja parcialmente satisfechas a ambas escuadras. Los toledanos mejoran la imagen dada en los anteriores encuentros con un empate fuera de casa, a pesar de que suman su quinto encuentro consecutivo sin conocer el triunfo; el River en cambio cede sus primeros puntos como local, pero consigue al menos arañar un empate ante unos de los dos equipos que le había derrotado en sus dos enfrentamientos de la temporada pasada.

Tímida amenaza toledana

Saltaban los locales al campo con sólo dos novedades con respecto al once que encajaba en Guadalajara su primera derrota en liga: una la de Mikel Méndez en el centro de la zaga cubriendo la obligada baja del sancionado Jaio; la otra la del delantero Yacine, una apuesta más ofensiva que la presentada en el Escartín, en lugar de un centrocampista como Eneko Rubio, que por cierto ni siquiera se vestía de corto para el envite.

Por parte visitante Josip Visjnic también realizaba variaciones con respecto al último encuentro liguero. Quizás buscando enderezar el rumbo de los últimos partidos de su equipo, quizá con la lección aprendida de su Fuenlabrada la pasada campaña, el técnico croata optaba por incluir al vizcaíno Mikel Fernández en el eje de la zaga, para reforzar defensivamente su mediocampo adelantando la posición de Valín junto a Pepe Aicart. Más adelantado, De Lerma completaba el trivote propuesto para contener el juego físico y directo de los locales en su campo. Un tipo de juego que también parecía justificar la presencia de Megías en ataque, formando junto a Rufino y Aaron Bueno la línea de vanguardia de un equipo manchego que salió enchufado al partido y con intención de dar el primer golpe.

Y así en apenas cinco minutos de partido los que vestían de rosa ya habían probado hasta en tres ocasiones el disparo a gol. Primero Rufino, aprovechando un error de Méndez, enganchaba un zurdazo que se iba por encima de la portería; un minuto después el propio Rufino con un disparo desviado a la derecha, y finalmente Megías, con un intento interceptado oportunamente por la defensa verdinegra.

Parecía que los dirigidos por Visjnic querían lavar la imagen dada especialmente en su anterior partido enc asa ante el Real Unión, pero el paso de los minutos dejó claro que habían sido poco menos que balas de fogueo. Ningún equipo se hizo con el dominio del encuentro, en gran medida porque ambos técnicos apostaron por un mismo sistema de juego basado en renunciar al juego en el mediocampo y optar por el balón en largo en busca de las respectivas parejas de delanteros, que realizaban un encomiable pero estéril esfuerzo en la disputa de cada balón aéreo o buscando las espaldas a la zaga rival.

Si en la defensa toledana la incrustación de Aicart muchas veces como tercer central ayudaba a anular a Jito y Yacine, en el Sestao era el arma del fuera de juego la que ponía en evidencia los continuos intentos de Rufino por buscar las cosquillas a la zaga verdinegra. Una línea que debió ser reo¡modelada en el ecuador de la primera mitad tras la lesión de Resines, hecho que produjo la esperada reaparición de Fernando Cabero, lesionado a primeros de agosto tras fracturarse la clavícula en Medina de Pomar.

Poco después, al filo de la media hora, tenía lugar la única aproximación peligrosa del equipo local en los primeros cuarenta y cinco minutos, cuando Riki entraba con todo para cabecear defectuosamente un buen servicio de Lafuente. Nada más salvo otro disparo arriba del visitante Megías pudo registrarse como jugada de peligro antes de que el colegiado gallego diese por concluido un primer tiempo bastante soporífero para el espectador.

El River no define y Megías perdona

De nuevo tras el descanso parecía que salían los visitantes con más ganas de pisar el área contraria, y quizá por eso Ángel Viadero reaccionaba rápido y efectuaba su primera sustitución, dando entrada al joven Yanis Rahmani en lugar de un gris aunque voluntarioso Yacine. El cambio sirvió de revulsivo para el ataque local, pues, en una jugada iniciada precisamente por el mediapunta de origen argelino, Riki se plantaba en carrera en un mano a mano ante Manolo que se marchaba ligeramente desviado a la izquierda del guardameta de Linares.

El encuentro parecía animarse a medida que el paso de los minutos hacía mella en los jugadores, y el intercambio de balones de uno a otro área propició nuevas ocasiones de gol. Jito de cabeza a la salida de un córner remataba solo por encima del larguero tras otro buen centro de Ander Lafuente, a lo que el Toledo replicaba con otro disparo alto de Megías y, sobre todo, con un cabezazo de Rufino que repelía la espalda del defensor Cabero.

En medio de algunas decisiones arbitrales que provocaban el malestar en la grada, y entre las que se incluyó un gol anulado a Jito por fuera de juego, se llegaba a la recta final de un partido que se volvió frenético y que se pudo llevar cualquiera en el tiempo de descuento. Desató la caja de los truenos el pequeño Lafuente con un disparo desde la frontal que se marchaba a escasos centímetros de la escuadra izquierda del marco de Manolo; oportunidad que, aun siendo clara, no lo sería tanta como la que tuvo el delantero visitante Megías, que, en el minuto 92 marraba a puerta vacía el pase de la muerte de su compañero De Lerma.

Con el susto en el cuerpo entre la hinchada local, aún hubo tiempo para que en la siguiente acción encadenada por el ataque del River Morales viese la segunda amarilla por frenar el avance de Riki. Tal y como sucedía en Guadalajara el último cartucho sobre la bocina era ejecutado por Jito, sin mayores consecuencias para el marcador inicial que deja a los verdinegros con 9 puntos tras la disputa de 6 jornadas, y con un punto menos a su rival de ayer.

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