Marino de Luanco y Real Oviedo afrontan este encuentro como un examen, cada uno tiene un objetivo distinto en el mismo. Mientras que los de Luanco buscan como sea la primera victoria de la temporada, los carbayones quieren mejorar la imágen que está ofreciendo lejos del Tartiere, sin duda alguna es su asignatura pendiente.
Ha sido una semana bastante movida en el conjunto luanquín, a principios de semana Quirós renunciaba a su cargo. El veterano técnico consideraba que el equipo necesitaba un aire renovado para salir de esa última plaza en la que han caído tras la derrota en Somozas, su sustituto es Marco Díaz.
Difícil empresa la que tiene que afrontar Díaz, se encuentra con un equipo al que le cuesta horrores hacer gol, tan solo han perforado la meta rival en cuatro ocasiones en toda la liga. Tras la última jornada ocupan el farolillo rojo con tan solo cuatro puntos, además son el único equipo de la categoría de bronce que aún no conoce la victoria.
Si se cumple el tópico de "a entrenador nuevo, victoria segura", la fama que arrastraba el Real Oviedo consigo desde hace años, no hará más que agrandarse. Los aficionados del conjunto del Carlos Tartiere son conocedores de que en temporadas atrás, su equipo hacía de "resucita muertos", cualquier equipo con mala dinámica que se enfrentase a los azules, encontraban en ese partido la ocasión ideal para despertar. Aunque este año las sensaciones son diferentes en la capital del Principado.
En Oviedo la semana ha transcurrido de manera más tranquila, las victorias ante el UCAM y Celta B, han hecho que los entrenamientos en El Requexón fueran plácidos y donde el buen ambiente era la nota predominante. Ahora el objetivo de los azules es volver a conseguir la victoria lejos de su feudo, donde sus prestaciones no son tan altas ya que solo han conseguido cuatro de doce puntos posibles, encajando además una cantidad de goles bastante alta para un aspirante al liderato.
Para el debut de Díaz en el banquillo de Miramar, no podrá contar con alguno de sus efectivos. Juanma Torres y José Ángel serán baja por lesión, mientras que Pablo Suárez deberá cumplir la sanción con la que fue castigado tras su expulsión en tierras gallegas en el último choque.
Mientras, Sergio Egea va recuperándo efectivos poco a poco. Si Nacho López ya entraba en las últimas convocatorias, pero sin llegar a jugar, ahora el lateral derecho podría volver a la titularidad, por su parte, Dani Bautista ya está totalmente recuperado y está disponible para entrar en la citación del argentino. El único jugador que no estará para ser convocado es Borja Valle, el berciano afronta la recta final de su lesión.
Miramar será el escenario de este duelo de rivalidad asturiana, el gallego Múñiz Ruiz será el encargado de impartir justicia en este duelo correspondiente a la décima jornada. El Marino necesita empezar a ganar, mientras el Real Oviedo debería volver a sumar los tres puntos fuera de casa para no descolgarse de los puestos de promoción. Cada equipo afronta este duelo como un examen, aprobarlo es obligatorio.
Los precedentes de este partido, son claramente favorables para los azules, en los tres últimos encuentros disputados en Miramar entre Marino y Real Oviedo, los carbayones se han llevado siempre la victoria. En la temporada 2011-2012 vencían por 0-2, mientras que en las dos últimas campañas los azules se hacían con los tres puntos merced a un 1-2.
A pesar de la poca distancia que separa Luanco de Oviedo, no se espera una gran afluencia de aficionados carbayones, lo que se debe al descontento de los oviedistas con el presidente de la entidad gozoniega, Luis Gallego. Sus constantes guiños al Sporting y alguna pulla a la hinchada azul, ha provocado que los oviedistas hayan decidido darle la espalda a Gallego y no acudir en masa a Miramar.
Posibles alineaciones:
Marino de Luanco: Rafa Ponzo; Guaya, Espolita, Boris, Nico Pandiani; Jorge Merino, Omar, Álan Ávila, Imanol, Yeo; Fran Pastor.
Real Oviedo: Esteban; Nacho López, Jonathan Vila, Sergio Sánchez, David Fernández; Omgba, Generelo; Susaeta, Héctor Font, Sergio García; Linares.