El River suma una victoria nada trivial

No era tarde para más sorpresas. En una jornada marcada en el grupo segundo por la derrota de los dos colíderes, el Fuenlabrada el sábado por un contundente 3-0 ante el Sanse, y el Barakaldo tras un escandoloso 8-1 en Cuenca, el Sestao no estaba dispuesto a contribuir a que la inédita visita del Trival Valderas se convirtiera en histórica, impidiendo que Las Llanas se convirtiera en el primer campo donde el modesto equipo de Alcorcón lograra sus primeros puntos a domicilio en la categoría de bronce.

Efímera ventaja visitante

Condicionado por la baja de su goleador Jito Silvestre, el técnico local Ángel Viadero apostaba por un cambio de posiciones en su línea ofensiva, con la sorpresa de jugar sin un delantero centro nato, y cambiando a Lafuente de banda para que Riki pasara a jugar como hombre más adelantado, tal y como hiciera la temporada pasada en Noja. La entrada de Eneko Rubio otra vez de interior derecho y el regreso a la titularidad de Yanis en la mediapunta terminaban de configurar un renovado ataque donde llamaba la atención la suplencia del que a priori parecía recambio natural de Jito, el franco-marroquí Yacine.​ ​

En frente un Trival Valderas que suplía la baja de Palacios y Mancera con Nogueras y Óscar en la zona ancha, y que saltaba al césped de Las Llanas con la clara intención de mantener a salvo su portería y romper la tónica de verse demasiado pronto con el marcador en desventaja, con un dibujo similar al del equipo local, y Robert como hombre más adelantado.

Los locales acusaban a partes iguales la baja de su goleador y el contagio de un juego con poco ritmo e intensidad. La presumible superioridad de los locales a la luz de las estadísticas se convertía en una rémora para el River, aunque se plasmaba en tímidas llegadas a la meta defendida por Kike, como una falta directa lanzada por Riki o un remate de Dani Guerrero en el primer palo a la salida de un córner.

Flotaba en el ambiente la sensación de partido trampa para los anfitriones; primero con un aviso de Robert, quien, tras deshacerse en un amago de la marca de Resines, ponía a prueba el estado de gracia de Raúl Domínguez, que desde el suelo sacaba con los pies la clara oportunidad visitante. La grada volvía a aclamar como hace quince días la intervención de su portero, que sin embargo no podría hacer nada en el minuto 38. Tras un remate del propio Robert, el rechace quedaba suelto en el área a los pies del capitán Joaquín, que acertaba a batir al meta del River para poner a los suyos por primera vez por delante en el marcador de un partido fuera de La Canaleja.

Sin embargo, poco le duró la alegría al equipo de Alcorcón ya que en la jugada siguiente el Sestao provocaba una falta lateral que, botada por Ander Lafuente, era rematada de cabeza por Cabero, que se elevaba por encima de la defensa para enviar el balón lejos del alcance de Kike y restablecer las tablas antes del descanso.

Sufrimiento y recompensa

La vuelta de vestuarios trajo la primera modificación táctica en el equipo local, con la aparición de Cacho en el lateral derecho para que Resines volviera al eje de la zaga supliendo al amonestado Jaio. Sin embargo la tónica del encuentro no variaba, y se imponía el juego trabado, con mucha brega y disputa por ambos equipos, pero escasas jugadas trenzadas que fructificasen en una u otra portería.

Y como suele suceder en muchos partidos de esta categoría, cuando falta el juego se reivindica la importancia del balón parado. Corría el minuto 20 de esta segunda parte cuando nuevamente Cabero, el central felizmente recuperado tras su lesión de pretemporada, cabeceaba esta vez en plancha un saque de esquina ejecutado por Riki desde la derecha para conseguir un doblete para el recuerdo y poner un punto de inflexión en el rumbo del encuentro.

El Trival, un equipo limitado pero honesto, trató de superar el golpe desde el banquillo. Marcos Jiménez se la jugaba dando entrada al extremo Nanclares primero, y poco después a Mínguez, sacrificando entonces al defensa Mario para jugar los últimos diez minutos con una zaga de tres, en un intento de salvar al menos su primer punto a domicilio.

El River, acostumbrado, como su propio técnico reconoce cada jornada, a sufrir y pelear cada victoria, se encontró con un escenario habitual. Juntó líneas para defender la exigua ventaja en el marcador, y colocó a Yacine y Khous como piezas de refresco para oxigenar la presión arriba e intentar sorprender en algún contraataque.

Éste llegaría a escasos minutos del final, cuando el citado Khous aprovechaba un robo de balón en el centro del campo para desmarcarse y lanzarse raudo hacia el marco de Kike. El joven jugador de origen galo aguantaba en el área la llegada de su marcador y de tiro cruzado conseguía batir por tercera vez la portería madrileña, poniendo la sentencia al partido.

La piña entre los jugadores verdinegros festejando el gol certificaba la dificultad e importancia a partes iguales de tres nuevos puntos que sirven para mantener la imbatibilidad del River en Las Llanas, y el ascenso hasta la segunda posición de la clasificación con 18 puntos en su casillero. Los sestaoarras no superaron "la prueba del nueve" pero dieron síntomas de eficacia y competitividad para hacer soñar a su afición con buenos resultados en la serie de derbis que se avecinan en el calendario y cuya primer destino es Lezama.

Por su parte el equipo del barrio de San Juan de Valderas despide con una nueva derrota su tercera visita a Vizcaya de la temporada. Con cinco ya acumuladas en sus cinco desplazamientos, y siete jornadas sin conocer la victoria, la visita de la Real Sociedad B a La Canaleja será la siguiente oportunidad para que el actual colista del grupo 2 acorte las distancias con los puestos de salvación, de los que ahora mismo se hallan a siete puntos.

Puntuaciones VAVEL 2B