La amabilidad del Espanyol brindó al Cornellà la posibilidad de ser un anfitrión de primera. Que el Real Madrid visite tu ciudad no es moco de pavo y el Power8 Stadium era el mejor escenario en las cercanías de Cornellà para albergar un partido de tal envergadura, tanto futbolística como emocional. Pese al poderío evidente de los blancos los catalanes querían seguir haciendo historia en su primera participación en la Copa del Rey.

Varane, que sería uno de los protagonistas del partido, se erigió pronto como el capitán de la zaga blanca.

Pese al gol del central francés, el Cornellà contestó al momento mediante a su goleador Óscar Muñoz. En contra de lo que se pueda creer, el Cornellà tuvo todo el apoyo del Power8 Stadium, que celebró el tanto del empate.

James Rodríguez fue uno de los futbolistas blancos que más desapercibidos pasó; todo lo contrario que Isco, que fue aclamado durante todo el partido por la afición.

En la segunda parte el dominio del Real Madrid se hizo más claro. Los laterales, sobre todo Arbeloa, se convirtieron en extremos y el Cornellà hizo lo que pudo para frenar las acometidas de un caballo blanco desbocado.

Chicharito marcó un gol aunque pudo marcar unos cuantos más. El mexicano estuvo más presente que Benzema y al Power8 Stadium no le quedó otro remedio que ponerse a sus pies.

El Cornellà hizo méritos para no encajar una goleada. Las piernas pesaban, el tiempo no avanzaba y sí lo hacía el Real Madrid. Los catalanes comenzaron a meter la pierna para apagar la máquina madridista aunque no fue suficiente. Marcelo, que salió desde el banquillo, revolucionó el partido.

La celebración de Marcelo molestó a los aficionados del Cornellà y al goleador Óscar, que le recriminó al brasileño y a Chicharito la efusividad de la acrobacia. El propio Chicharito también aprovechó la ocasión para comentarle la dureza de las faltas.

Finalmente, el Cornellà solamente pudo marcarle un gol al campeón de Europa, algo que nunca olvidará la ciudad. Los aficionados desplazados al estadio del Espanyol felicitaron a los suyos, que tendrán el privilegio de jugar en el Bernabéu.

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