Tras la derrota sufrida la semana pasada por la mínima, en casa de la UD Melilla, el recién ascendido, Marbella FC, vive una situación peculiar en la clasifición, ya que el equipo que ocupa la novena posición de la misma, ha ganado cuatro encuentros, el mismo número de partidos que ha empatado y perdido. El cuadro entrenado por Jaime Molina, además, ha anotado 13 tantos hasta el momento, exactamente los mismos que ha recibido entre los tres porteros que han llegado a defender su portería esta temporada.

Que este hecho sea positivo no negativo puede valorarse de distintas formas, ya que, para un recién ascendido, llevar una dinámica que le encadene al centro de la tabla es algo deseable. Sin embargo, también se podría argumentar que, a pesar de ser un equipo nuevo en la categoría, el equipo que preside Alexander Grinberg tiene mayor presupuesto que mucho de los equipos contra los que compite y que por ello debería tener miras más altas.

Sus cuatro derrotas han llegado en sus últimos seis encuentros.

Lo que no se puede debatir es que el conjunto blanquillo ha llegado a esta situación yendo de más a menos, puesto que los marbellíes habían conseguido mantenerse invictos durante las seis primeras jornadas de campeonato, de forma que sus cuatro derrotas han llegado en sus últimos seis encuentros.

Donde no se encuentran datos tan equilibrados es a la hora de comparar sus números como local con los obtenidos en calidad de visitante. Dentro del Municipal de Marbella, los de Molina han conseguido 11 de sus 16 puntos, habiendo conseguido seis victorias, tres empates y una única derrota. Fuera de tierras marbellíes, por el contrario, sólo han logrado cinco puntos, habiendo ganado un único encuentro, empatado otros dos y caído derrotado en los tres restantes.

De una forma u otra, el Marbella rompera esta igualada el próximo domingo, cuando visitará al colista, CP Cacereño, con el cual se medirá a partir de las 12:00h.