Atlético Astorga o como los sueños pueden hacerse realidad. El equipo maragato consiguió un histórico ascenso a Segunda División B el pasado mes de junio, por primera vez en sus cuarenta y cinco años de historia. El duro trabajo acabó dando sus frutos y durante esta temporada iniciada en agosto, el club astorgano está participando en la categoría de bronce del fútbol nacional. Pero antes de llegar al play-off de ascenso, el club ha pasado por etapas muy complicadas.

La Regional Preferente, una época dura y tediosa

Corría la temporada 2000/2001, con el inicio del siglo XXI, el Atlético Astorga descendía a Tercera después de una campaña para olvidar. Los verdes terminaban en la posición número dieciocho de la clasificación y retornaban al Grupo B de Regional Aficionados. No eran buenos tiempos para el deporte en la ciudad bimilenaria ya que el Dulma Astorga iba a desaparecer ese mismo año, lo que no auguraba buenas noticias para el resto de equipos de la localidad.

Pero el club de fútbol siguió adelante, no sin problemas, nutriéndose de jugadores de la propia Astorga y de las comarcas colindantes. Durante seis temporadas, el Astorga rozó el retorno a Tercera División, pero finalizaba las temporadas dos o tres puestos por debajo de los del ascensos de categoría a la ansiada división.

Eso cambiaría en la temporada 2007/2008, con Jorge Alija en la presidencia del club y Ángel Luis al frente del equipo. Desde el principio se vislumbró que podía ser la ocasión perfecta para conseguir el ascenso. Después de seis temporadas, el 13 de mayo, La Eragudina recibia al Bejar, una victoria maragata llevaba al Astorga a Tercera División. No fue sencillo y el equipo debió rehacerse tras el gol salmantino mediada la segunda parte. En los instantes finales del encuentro iban a aparecer los dos delanteros maragatos. Bustos colocaba el empate en el minuto 82' y Borja -conseguiría en el play-off de ascenso a Segunda División B un nuevo gol importante- hacia el tanto de la victoria en el tiempo de descuento. Astorga volvía a ser de Tercera.

La desaparición fue un hecho prácticamente inevitable

Jorge Alija se mantuvo en la presidencia durante dos años más, con él llegaría al banquillo Miguel Ángel Miñambres, hermano del exjugador internacional Felipe Miñambres. Es estas dos temporadas, el Astorga cuajó buenas actuaciones y consiguió salvar la categoría de forma holgada al finalizar en la decimoquinta y en la undécima plaza. Con el equipo asentado en la cuarta división del fútbol nacional, Alija dejaba la dirección del club.

Fue entonces cuando la entidad preparó un proceso de elección de un nuevo mandatario. Pero al proceso electoral no se presentó nadie. Eso obligaba al club a desaparecer ante la imposibilidad de que nadie se hiciera cargo. Pero en la reunión del 30 de junio de 2010, la que serviría para certificar la muerte del club, una junta gestora decidió hacerse cargo del club, con Sagrario González a la cabeza; a su lado se rodeo de Manuel Ortiz y de varios de los padres de los chicos que jugaban con su hijo.

Desde entonces, la reconocida presidenta tuvo como objetivo el ascenso de categoría. Algo impensable por aquel entonces. Belarmino López fue el elegido para dirigir al equipo en esta nueva etapa. Pero pronto, Sagrario iba a demostrar su ambición, destituyendo al preparador leonés a mitad de campaña. Simón Pérez se hizo cargo del equipo y finalizó la primera temporada de la 'era Sagrario' en una duodécima plaza insuficiente.

La siguiente temporada seguiría Simón al frente de los destinos maragatos, una campaña espectacular que terminó con el Astorga en la sexta plaza en un grupo en el que se encontraban equipos de la talla de la Cultural Leonesa o Burgos. Pero tampoco fue suficiente para Sagrario y a final de temporada, y a pesar de la excepcional relación de amistad que mantenía con el preparador leonés, anunciaba que Simón Pérez no seguía al frente del equipo.

Sería 'Gallego' el nuevo dueño del banquillo maragato y junto a él desembarcarían una serie de jugadores de fuera de León, algo practicamente inédito en el equipo desde su vuelta a Tercera División. El experimento no acabó demasiado bien y Carlos Tornadijo tuvo que sustituir al entrenador castellano y leones. El burgalés finalizó en la séptima plaza después de tener que remontar multitud de posiciones.

Pero llegaría la temporada histórica, la temporada que en Astorga nadie podrá olvidar nunca. Verano de 2013, Sagrario González confirma a Carlos Tornadijo como entrenador de los maragatos e impone la obligación de que su equipo finalice entre los cuatro primeros clasificados. Después de una dura pugna con el Real Valladolid Promesas, el Astorga finaliza la temporada en la segunda posición, obteniendo la consiguiente clasificación para la fase de ascenso de categoría. Sagrario González conseguía su objetivo en sólo cuatro años, ahora sólo quedaba que disfrutar y llegar lo más lejos posible.

Baleares primera parada

Lunes, doce de mayo de 2014, una representación del Atlético Astorga, con Sagrario González a la cabeza, viajó a la sede de la RFEF para presenciar el sorteo del play-off de ascenso. El destino quiso que la propia presidenta maragata sacara la 'bola' de su equipo y de su rival: el CD Binissalem. El equipo balear era, de este modo, el rival en la primera ronda. Viaje fuera de la Península, precisamente lo que la entidad pretendía evitar.

Sagrario González extrae la bola del Atlético Astorga | Foto: Raquel Vieco (diariodeleon.es)

Pero no fue el único inconveniente al que tuvo que hacer frente el Astorga. El estadio del Binissalem es de césped artificial. Por ello, los maragatos tuvieron que desplazarse al barrio leonés de Puente Castro para entrenar, ya que la ciudad astorgana no cuenta con esta superficie sintética. Las buenas relaciones con el equipo más representativo de base de la provincia quedaron demostradas.

El viernes, el Astorga viajó a Madrid en la mañana del viernes desde donde tomó el vuelo que le llevaría a Mallorca. La ilusión y las ganas de sacar algo positivo en Mallorca y, así, dejar el encuentro vivo para la vuelta en La Eragudina era el objetivo de los jugadores y entidad maragata.

A las 17:00 horas, el balón echó a rodar. La primera alineación del play-off estuvo compuesta por: Javi, bajo palos; Cristian, Lago, Antonio y Víctor, en la defensa; Turzo y Rubén, formaron en el doble pivote; Diego Peláez, David Bandera e Ivi Vales, fueron los tres mediopuntas; y Roberto Puente actuó en la punta del ataque.

A pesar de que los maragatos salieran mejor en los primeros minutos, el Binissalem fue el primero en golpear. Un saque de esquina fue rematado por Nigorra, el espigado delantero de los baleares. El partido transcurrió sin demasiadas ocasiones y parecía claro que si había un nuevo gol sería a través de una jugada a balón parado. De nuevo en un córner, pero esta vez, aunque en la misma porteria que en la del primer gol, a favor del Astorga. Rubén daba vida para la vuelta sólo seis días después en La Eragudina.

Y apareció el pichichi, apareció Roberto Puente.

Aunque el Astorga no necesitaba vencer para superar la eliminatoria, Carlos Tornadijo salió con un equipo muy ofensivo. Javi se mantuvo bajo los tres palos; Llamazares entró en el lateral derecho en detrimento de Lago, desplazando a Cristian al lateral izquierdo; Antonio y Víctor siguieron siendo la pareja de centrales. Taranilla acompañó a Rubén en el doble pivote, otorgándole al equipo mayor posesión de balón; Los cuatro atacantes fueron los mismos que en el partido de ida: Diego Peláez, David Bandera, Ivi Vales y Roberto Puente.

El Astorga fue el dueño del balón en los primeros instantes del encuentro e incluso pudo adelantarse a los veinte minutos. Pero David Bandera erraba un penalti de forma inexplicable; el balón tocaba en un palo y salía en dirección al otro, que repelió el lanzamiento del capitán maragato. Tras esto, el Astorga bajaría significativamente en los minutos posteriores.

Pero no había aparecido aún en el play-off el pichichi berciano de los verdes. Una espectacular jugada en el flanco izquierdo de Roberto Puente fue suficiente para desequilibrar el choque a favor de los intereses maragatos. Pero la emoción del momento llevó a Puente a celebrar el tanto con un familiar que se encontraba en la grada; el resto de seguidores acudieron al lugar y abarzaron al delantero. Tras ello, el colegiado sorprendió mostrándole tarjeta amarilla a Puente, que ya había visto otra en el primer acto, por lo que debía abandonar el terreno de juego, dejando a su equipo con un jugador menos.

Contra todo pronóstico, el tanto sirvió para que el Astorga se 'enchufara' al encuentro y suiguiera llegando con peligro sobre la meta de Ricardo. Los maragatos pudieron ampliar la renta, pero el árbitro anuló en dos goles a los astorganos. Pero aún faltaba lo mejor, en los minutos de descuento, el Binissalem se fue en busca del empate y el Astorga lo aprovechó. En un gran contraataque, el balón le llegó a Héctor Taranilla, que no fallaba y sentenciaba el encuentro. El Astorga seguía haciendo historia, se plantaba en la segunda eliminatoria del play-off de ascenso.

Otra vez a volar, pero esta vez a Canarias

La entidad maragata esperaba que el segundo sorteo del play-off fuera más benévolo que el anterior, pero no fue así; la suerte siguió sin sonreir al Astorga y el Mensajero de La Palma fue el rival. Nuevo desplazamiento alejado de la ciudad bimilenaria y de nuevo en una superficie sintética ajena para la plantilla astorgana. Como ya ocurriera en la primera parada, el césped de hierba artificial de Puente Castro acogió los entrenamientos de preparación.

Pero esto no era el único inconveniente con el que se encontraron los jugadores maragatos. El partido se disputaría a las doce de la mañana, horario bastante desconocido para la plantilla verde. Además, la temperatura era un gran condicionamiento para afrontar el encuentro. Carlos Tornadijo tuvo que darle muchas vueltas al encuentro durante la semana previa.

Llegó el viaje a la 'isla bonita', así la denomina el actual jugador del Atlético Astorga, Borjas Martín, y por entonces enrolado en el Mensajero. Durante la semana, el Astorga había recibido numerosos apoyos desde Canarias, pero sin duda, el que destacaba sobre el resto era el del Tenisca, acérrimo rival del Mensajero, que anunció que aficionados suyos acudirían al Silvestre Carrillo para animar al equipo maragato.

Carlos Tornadijo se vió obligado a introducir varios cambios en su esquema de juego. La sanción de Roberto Puente -expulsado ante el Binissalem- llevó a cambiar el dibujo de juego. La porteria y la defensa no sufrió variaciones con Javi Díez, Llamazares, Cristian, Antonio León y Víctor Gordón en la misma. Pero sorprendió con un trivote defensivo en el centro del campo, formado por Rubén y Alberto Turzo, dejando la zona de creación para Héctor Taranilla. En el ataque también hubo variaciones y David Bandera e Ivi Vales repitieron; pero no Diego Peláez, que se vió relegado al banquillo en detrimento de Álvaro de Lera.

Aunque la primera mitad, el Astorga aguantó de tú a tú al Mensajero. Pero una desafortunada acción al borde del descanso marcaría el devenir del partido, y prácticamente, de la eliminatoria. Yeray no fallaba desde los once metros y daba ventaja a los canarios segundos antes del minuto cuarenta y cinco. Tras la reanudación, el Astorga saldría dormido y en cuatro minutos dejaba la eliminatoria cuesta arriba con los tantos de Vianney y Borjas Martín. El actual jugador maragato, incluso, aumentaba la ventaja para el Mensajero y dejaba la eliminatoria casi sentenciada.

'La mantecada mecánica' en acción.

Nadie confiaba en la machada, bueno, realmente si había alguien que creía que se podía dar la vuelta a la eliminatoria. La plantilla estaba convencida de que darle la vuelta era posible y real, así se lo transmitieron a la presidenta maragata. La directiva no dudó de la palabra de sus jugadores y puso en marcha una campaña para que los espectadores acudieran a La Eragudina para apoyar al equipo. "Si el Astorga pasa de eliminatoria, la entrada para la misma será gratuita".

La semana comenzó pausada, después del varapalo en Canarias, la afición maragata se mostraba comedida a la hora de asegurar las posibilidades que tendría el Astorga de pasar de ronda. Con el paso de los días la gente comenzó a concienciarse de que podría ser una opción y así lo demostró el sábado siete de junio; donde más de 2.000 personas acudieron para apoyar a su equipo. Pasara lo que pasara estos chicos formaban ya parte de la historia del club.

Carlos Tornadijo también respondió al llamamiento al optimismo. El técnico burgalés alineó un equipo muy ofensivo. Javi Diez se mantuvo en la porteria; Víctor y Antonio León lo hicieron en el centro de la zaga, pero Cristian y Lago partieron como laterales más ofensivos de lo habitual. El doble pivote dejó claro que el equipo buscaba la remontada con Héctor Taranilla y David Bandera. Arriba cuatro hombres para conseguir cuatro tantos: Diego Peláez, Álvaro de Lera, Roberto Puente e Ivi Vales.

El objetivo era claro: había que conseguir dos tantos antes del descanso, de esta forma el partido estaría vivo para el segundo periodo. El Astorga salió lanzado en busca del primero de la tarde, pero con el paso de los minutos tranquilizó el choque. A la media hora, y en sólo cinco minutos, los maragatos dinamitarían el encuentro y la eliminatoria. Los goles de Ivi Vales y Antonio León abrián las puertas a una remontada que, eso sí, estaba aún alejada.

Tras la reanudación, el Astorga salió lanzado a por un nuevo gol, pero éste tardaría en llegar. Más de veinte minutos tuvieron que pasar para que llegara. El protagonista sería Borja, sí, el mismo Borja que llevaba al Astorga al ascenso a Tercera División años atrás. Pero el partido era épico y no podían faltar las malas noticias. A ocho minutos del final, el Mensajero dispondría de un penalti, pero esta vez Javi Diez acertaría el lugar donde Yeray lanzaba.

Quedaba poco para el final y parecía que el Astorga acabaría muriendo en la orilla después de remar durante noventa minutos. Pero entonces apareció la magia de Taranilla y la efectividad de Roberto Puente para empatar la eliminatoria y llevar el delirio a la grada de La Eragudina. Llegaba la prórroga, pero ésta no iba a cambiar nada, el 4-0 seguía patente en el marcador y el encuentro se iba a la tanda de penaltis. Javi Diez y Luis Arellano -ahora compañeros- pero entonces rivales en la meta y que serían determinantes.

El Astorga empezaría mandando en el marcador gracias al error de los dos primeros lanzadores canarios. Después de dos disparos para cada equipo, se situaba un 1-0 favorable a los maragatos. Los dos siguientes lanzamientos igualarían la contienda y pondrían el 3-3. Era el turno para el Mensajero, que fallaba el quinto penalti. Taranilla tenía la posibilidad de clasificar a su equipo para la última eliminatoria del play-off. El jóven centrocampista no dudó y mandó el balón a la escuadra. El milagro se hacía realidad. El sueño se encontraba a un sólo paso.

El último sorteo si beneficia al Astorga

Esta vez el sorteo si sonrio al Astorga. Varios históricos conjuntos podían haber sido el rival de los maragatos en esta última ronda. Pero finalmente fue el Laredo el que tocó en suerte. Por fin, la hinchada verde podría acompañar a su equipo lejos de la ciudad bimilenaria. Pero lo que fue mucho más importante, y a la postre determinante, la ida se disputaría en tierras cántabras, mientras que la vuelta se jugaría en La Eragudina.

El objetivo era claro y fácil: dejar la eliminatoria viva para disputarla en Astorga en la vuelta. Prueba de ello, fueron los once hombres elegidos por Carlos Tornadijo para disputar el encuentro en Laredo. Pablo Tejedor se estrenó bajo palos en el play-off de ascenso por la suspensión de Javi Díez por acumulación de amonestaciones. Llamazares, Antonio León, Víctor y Lago fueron los cuatro zagueros elegidos; mientras que Turzo y Rubén formaron el doble pivote defensivo habitual del técnico burgalés. Diego Peláez, David Bandera, Ivi Vales y Roberto Puente quedaron en el ataque para intentar conseguir, al menos, un tanto.

El choque fue muy vibrante en el inicio. Bubu adelantaba a los cantabros y Antonio León reestablecía la igualada cuando sólo se habían disputado quince minutos de encuentro. El Laredo era mejor y antes de la media hora Bubu volvía a adelantar al Laredo en el marcador, superando a Pablo Tejedor con un disparo potente sobre el que nada pudo hacer el cancerbero leonés. Los maragatos dieron por bueno caer por la mínima y así se llegaría al final del partido.

Licenica para soñar, milagro conseguido.

Se preparaba fiesta en Astorga, nadie dudaba de que a las siete de la tarde, en la Plaza de Santocildes el equipo estaría celebrando el ascenso; pero eso sí, con sentido común y con cautela, no en vano, el Laredo consiguió vencer al Astorga en el encuentro de ida. Pero se notaba que era un día diferente, faltaba más de una hora para que comenzara el choque y ya no había ni un sólo asiento libre. El colorido verde, entremezclado con el rojo del Laredo, engalanaba una Eragudina a rebosar.

Carlos Tornadijo tuvo que hacer frente a varias dudas hasta el mismo día del encuentro. Javi Díez recuperó su sitio en la porteria; Antonio León y Víctor siguieron en el centro de la zaga. Llamazares se mantuvo en el lateral derecho, mientras que Lago sustituyó al sancionado Cristian. El doble pivote sorprendió con la presencia de Taranilla acompañado de Diego Aller, que prácticamente no había contado con minutos por lesión. Diego Peláez, David Bandera, Ivi Vales y Roberto Puente fueron de nuevo los cuatro jugadores ofensivos elegidos.

El Laredo sorprendió a los aficionados maragatos, un equipo serio, aguerrido y situado perfectamente sobre el tapete. Pero el Astorga no estaba por la labor de desaprovechar esta oportunidad. José Luis Lago, que no había sido demasiado habitual durante la campaña sería el protagonista principal. Un libre directo en el vertice izquierdo de la meta cantabra llevó el delirio a la grada astorgana. El veterano jugador berciano transformaba de forma magistral mandando el balón a la escuadra lejos del alcance de Jon Andoni.

Quedaba un mundo por delante, pero el Astorga estaba en Segunda División B, de forma momentanea, eso sí. Pero el Laredo asustó en multitud de acercamientos sobre el portal de Javi Díez, un tanto cantabro cambiaba por completo las tornas del encuentro. El Astorga se encerró atrás y buscó sentenciar al contraataque. Los nervios fueron una constante en los minutos finales. Pero la fiesta estaba asegurada y con el pitido final de Sáez de Adana Oribe, los más de 2.500 espectadores invadieron el terreno de juego astorgano.

Era el momento soñado, el club maragato había conseguido la machada. Había pasado de la desaparición a la gloria. Era el momento de disfrutar -y ponerse manos a la obra para que el equipo también fuera de bronce económicamente hablando-. Veteranos y jovenes jugadores leoneses demostraban que un equipo humilde, pero trabajado, podía conseguir lo máximo. Tocaba disfrutar, Astorga se preparaba para vivir el sueño de medirse a historicos del fútbol nacional.

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