Poco agraciada ha resultado la vuelta a los terrenos de juego para el club navarro, que ayer veía como uno de los conjuntos más en forma de la competición, el Real Unión, se hacía con la victoria en el primer envite oficial de este 2015. No fue el mejor partido de uno ni de otros, aunque como reconociese el propio Mandiola en sala de prensa, en el cómputo global, los cachorros de Zulaika, que lograban así su octava victoria en nueve partidos, estuvieron mejor que los suyos. 

El partido resultó romo, adusto. El triunfo irundarra fue un premio al oficio y al acierto. Abanderados por Alonso, el héroe de la mañana, y Domínguez, que terminaría expulsado a falta de un cuarto de hora para el final, el Unión golpeó al Tudelano en mitad de los mejores minutos locale, avanzada la segunda parte, cuando ambos conjuntos ya se habían estudiado a fondo.

El primer acto estuvo completamente exento de sobresaltos; las acciones más propicias de ser relatadas tuvieron lugar en el segundo. El respeto mutuo fue la tónica general hasta el intermedio, por lo que ninguno de los dos metas tuvo que emplearse a fondo más allá de momentos puntuales a balón parado. La mayor parte de la posesión local transcurrió entre las botas de Reche, Lázaro y Bravo, oxígenando los dos primeros y algo empecinado en la conducción del esférico éste último. En algunas fases del partido se le vio desesperado ante la incomparecencia de sus colegas en ataque.

La escuadra guipuzcoana mostró un buen trato de balón aunque poco ofensivo durante la primera mitad del choque. Fue Alonso el encargado de la distribución en su equipo y sin duda el hombre más acertado de su equipo en dicho primer período.

Digno de mención resultó el trabajo de las defensas, cuyo buen rendimiento era de esperar teniendo en cuenta que en liza estaban dos de las zagas más seguras del campeonato. Entre Tudelano(14) y Real Unión(19) suman 33 goles en contra, cifra inferior a los tantos encajados por ejemplo por Leioa(36), Rayo B(34) o Trival Valderas(40). La defensa blanquilla se mostró sólida a pesar de ser incapaz de neutralizar el tanto del triunfo foráneo, y la del Unión, ataviada para la ocasión de rojo intenso, fue practicamente impenetrable para los hombres del Ciudad.

Con el transcurso de los minutos y con ambos grupos bien asentados sobre el verde ribero, llegarían las ocasiones para unos y otros. El primer aviso serio corrió a cuenta del activo Juan Domínguez, que tras una conducción individual quebró la cintura de Hidalgo para plantarse ante Pagola. Su balón cruzado se marcharía  por muy poco. 

La ocasión de J. Domínguez, lejos de atemorizar, animó al Tudelano y los de Manix lograron aproximarse a la portería defendida por Tena, quien a su vez cuajó también un buen encuentro. Su intervención de mayor mérito tuvo lugar tras una intentona lejana de Lázaro, que trató de sorprender con un globo desde 30 metros  provocando una gran reacción del propio Tena. La autoconfianza pasó una mala jugada a los de casa, que tras ver el partido controlado, facilitaron una contra visitante con una pérdida de balón poco apropiada. Dicha bola la colgó con clase Seguín y con maestría la remató al fondo de la red Mikel Alonso. Poco o nada pudo hacer Pagola, que abroncó a sus compañeros por tan fatal error de concentración. 

El club blanquillo hubo de dar dos pasos adelante para tratar de revertir el marcador, lo cuál a punto estuvo de propiciar el 0 a 2 del Real Unión, pero Pagola frenó en seco a Seguín y a otro viejo conocido de los navarros como es Galán. Los irundarras se vieron con un hombre menos tras la segunda amarilla a Domínguez, que hasta el momento (71´) había sido de lo mejor de su conjunto. 

El Tudelano quiso solventar la situación a base de empuje, pero era demasiado tarde para la reacción estando la dura zaga fronteriza de por medio. La contienda moriría en el área forastera, con el equipo blanquillo sacando hasta 4 córners consecutivos con diez hombre en área contraria, puesto que Pagola se unió al ataque en un intento desesperado. A punto estuvieron los locales de lograr la épica en los últimos segundos pero fue entonces cuando emergería la figura de Josu Esnaola. El zaguero vasco evitó en última instancia dos claros remates en área pequeña de Álex Sánchez cuando los pocos espectadores que permanecían en sus asientos prácticamente celebraban la igualada. Especialmente espectacular resultó el la segunda de las acciónes de Esnaola, evitando con un escorzo casi imposible a centímetros del marco el tanto de Álex, arriesgando el penalti, la victoria y la vida el último lance del partido.  

La victoria le sirve al Real Unión para prolongar su imparable racha, que asciende a seis partidos consecutivos ganados y para  seguir en la pugna por lo más alto. El primer puesto momentáneo del grupo se dirimirá la próxima jornada, en la que el propio Unión Club recibirá al Huesca, actual líder en lo que promete ser uno de los duelos más apasionantes de la presente campaña. El Tudelano, por su parte, seguirá al menos una semana más en zona templada y con la vista puesta en la visita del Sestao, cita en la que deberá resarcirse de este tropiezo local.