El River se llevó el ‘gato al agua’ en el duelo entre equipos que no conocían la victoria en 2015, ante un Huesca que no ha sido capaz de superar a los verdinegros desde que Ángel Viadero ocupara el banquillo sestaoarra.  Los de Luis Tevenet  evidenciaron su falta de competitividad en tierras vizcaínas, donde suman con la de Sestao tres visitas volviendo de vacío,  y permitiendo que un equipo en ‘horas bajas’ regalase a su fiel hinchada la primera alegría del año. Un triunfo, que sin ser tan contundente como el de la temporada pasada, no deja de ser importante para los anfitriones, que recuperaron algunas de las señas de identidad que le permitieron proclamarse campeones de grupo en 2014.

Saltaban al césped ambos conjuntos con idéntico dibujo en el campo, un 4 -2 -3 -1, en el que la suplencia de Camacho, con problemas físicos, y la presencia como hombre más adelantado de uno de los fichajes de invierno, David Mainz, eran las novedades más destacadas en el once visitante alineado por Tevenet. Su homólogo en el banquillo local, Viadero, recuperaba al sancionado Cabero para el eje de su zaga, compensando la baja por ese mismo motivo del incombustible Sergio con el desplazamiento al lateral izquierdo del joven Ander Artabe. Otro cedido por el Athletic, Yanis, se ganaba su presencia en la mediapunta, en una clara apuesta del entrenador cántabro por repetir el esquema que revitalizó el ataque local en el anterior encuentro de liga.

Polémica, errores...y, por supuesto, Jito

Y con ese matiz dio inicio el encuentro, que desde el inicio pareció recordar a la buena segunda mitad que seis días antes habían podido disfrutar el público de Las Llanas. Mucha más intensidad por parte del River, con fuerte presión adelantada para impedir el juego cómodo del líder, que hasta el primer cuarto de hora no realizó su primer disparo. Hasta entonces, el cuadro aragonés se limitaba a despejar los balones enviados con peligro sobre su área, y buscando balones largos para sus extremos Gaspar y Gassama, protagonistas de las primeras aproximaciones con cierto peligro para la portería local.

Sin embargo, y ya con la lluvia habiendo hecho acto de aparición, se le notaba mucho más cómodo al Sestao en ese escenario de intercambio de lanzamientos largos de balón, sin dominio claro, y así en el ecuador de la primera parte conseguiría adelantarse en el marcador tras una falta realizada por Aythami para cortar una peligrosa contra local.

Una jugada no exenta de polémica ya que tras el lanzamiento de Khous, y el subsiguiente barullo en el área oscense que acabó con el balón alojado en su propia portería por Manolo, los visitantes reclamaron un fuera de juego apreciado por el juez de línea, pero desestimado por el árbitro, por considerar supuestamente que el delantero local no intervenía en la desafortunada acción del involuntario goleador del Huesca.

El rosario de quejas y tarjetas fue un preludio de la pérdida del orden y la concentración del cuadro visitante, que de aquí hasta el final se fue diluyendo ante el empuje de los verdinegros. Bien a balón parado, o a través de las conexiones entre el batallador Jito y los incisivos extremos Riki y Khous, el River gozó de varias ocasiones para batir por segunda vez a Dani Jiménez, sin duda el mejor de los suyos en este primer tiempo con varias intervenciones de mérito.

Así Scardina se interponía en un pase de la muerte de Riki, poco antes de que a Jito se le anulase un gol por fuera de juego pasada la media hora de partido. Una subida al ataque del defensor Jaio propiciaba otro susto para el área de Dani Jiménez, que tenía que lucirse a un remate de Riki tras una gran internada de Yanis. Finalmente era David Medina, primero con un remate franco de cabeza que se iba poco por encima del travesaño, y luego con un duro disparo desde la frontal, el que lamentaba la falta de fortuna para perforar las mallas visitantes.

En medio del aluvión de los vascos, fue el mediapunta canario Tyronne el único que daba la réplica para los visitantes, con una jugada individual que acabó con un disparo que se marchaba fuera por poco, y más tarde en una acción en la que controlaba con el pecho dentro del área pero no acertaba a rematar bien gracias a la rápida acción de un defensa.

Cuando parecía que se llegaría al descanso sin más novedad, ocurrió una jugada decisiva para el devenir del encuentro., cuando Íñigo Ros caía en el mediocampo tras una dura falta de David Medina. El colegiado del encuentro concedía la ley de la ventaja para el ataque oscense, situación no aprovechada por Gassama que perdía el balón en lugar de echarlo fuera. La respuesta en forma de contraataque local se agravó al producirse un fatal fallo de entendimiento en la salida del portero Dani Jiménez y su defensa, situación aprovechada por el veterano Jito para enfilar la desguarnecida meta del Huesca y poner el segundo gol en el marcador.

Mientras el pichichi del Sestao se besaba el escudo de la camiseta para celebrar su noveno tanto liguero, otra nube de protestas en vano del equipo visitante se desencadenaba, dando lugar a una demora en el tiempo de descuento inicialmente decretado. El momento de desconcierto en el tiempo añadido afectó paradójicamente al equipo local, pues propició la jugada del gol oscense, materializado por Gassama de cabeza tras centro de José Gaspar.

Raúl Domínguez impidió el empate

La mínima ventaja con la que los anfitriones se retiraban a vestuarios parecía escasa renta a tenor de lo presenciado en el segundo tramo del primer acto y daba esperanzas de remontada a un desdibujado Huesca, que muy pronto se encargaba de demostrar sus intenciones en la reanudación.

Mainz  encontraba un pasillo por banda derecha para desmarcarse y lanzar un pase de la muerte, pero Tyronne mandaba al palo cuando solo tenía que empujar el esférico para igualar la contienda. Instantes después, con apenas cinco minutos jugados, el Huesca efectuaba dos saques consecutivos de esquina que ponían en apuros la meta bien defendida por Raúl Domínguez.

El River se quitaba el balón de encima como podía tras el inicio intimidatorio del Huesca, perdiendo el control del centro del campo. Sin embargo el trabajo de Jito, protegiendo cada balón que llegaba a sus inmediaciones para esperar a sus compañeros, ponía el contrapunto en ataque y permitía mitigar parcialmente el acoso aragonés.

La oportunidad más destacada de los vizcaínos en este segundo período llegaría en una clara mano dentro del área del defensor Scardina que el colegiado incomprensiblemente no quiso ver y castigar como penalti. Más lejos del área rival, el esfuerzo de los pupilos de Viadero se concentraba en taponar la salida del Huesca  en el centro del campo,  volviendo a obligar a los visitantes a recurrir a los balones largos.

Volvió el Huesca a asustar a la parroquia local con una clarísima oportunidad de Mainz, que  en un mano a mano intentó picar por arriba una pelota que Raúl Domínguez sacaba con una mano prodigiosa que hizo a Las Llanas corear el nombre de uno de sus ídolos. Viadero captó el mensaje de peligro y efectuó el cambio de Maestresalas con la clara intención de parar el ritmo del partido y dar refresco a la zona ancha con un jugador más físico y menos técnico que Yanis.

Se pertrechaba el Sestao en defensa para no dejar huecos a un Huesca que lo intentaba sin éxito en algunas acciones a balón parado y que conforme avanzaba el encuentro empezaba a asumir más riesgos, con el goleador Camacho como baza ofensiva puesta en juego por su técnico. Aun así tuvo que lamentar el cuadro local la mala finalización de dos contraataques conducidos por Maestresalas, mientras el cuadro azulgrana volvía a asustar con un gol anulado a Gaspar a diez minutos del final.

Los últimos movimientos de piezas de ambos técnicos dejaban bien claras sus diferentes intenciones. Si Tevenet sacrificaba a un defensa para dar entrada a otro delantero, Viadero retiraba al gladiador Jito para añadir un nuevo centrocampista en su particular tela de araña. Mientras la defensa verdinegra, liderada por un gran Cabero, rayaba a gran altura, los intentos desesperados y contrarreloj del Huesca por lograr otro gol sobre la bocina no cristalizaron antes del pitido final celebrado con alivio por la animosa grada.

Con este resultado el Huesca pierde el primer puesto del grupo en favor del Real Unión, dejando patentes algunas de las carencias que están motivando la búsqueda de la secretaría técnica de uno o dos refuerzos más que se unan a los de Mainz y Rojas antes de que finalice el mercado de enero. A la espera del resultado del Guadalajara, pero aún en puestos de playoffs, los oscenses intentarán retomar la senda de la victoria en El Alcoraz. Por su parte el Sestao vuelve a tomar ventaja con los puestos de descenso, manteniéndose en la zona tranquila de la tabla con 30 puntos en su casillero. Con la moral de haber derrotado a un equipo que iba líder con once jornadas invicto, y el más que posible debut de dos incorporaciones de nivel como Nacho Rodríguez y Nacho Neira, los de la Margen Izquierda mirarán con renovadas ilusiones el próximo derbi vasco en Zubieta.

Puntuaciones VAVEL 2B

Sestao River SD Huesca
       
Raúl Domínguez 7,5 Dani Jiménez 7
Resines 6 Aythami 5,5
Artabe 6,5 Scardina 5,5
Cabero 7,5 Carlos David 6
Jaio 6 Morillas 6
Medina 7 Manolo 5,5
Eneko Rubio 6 Ros 7
Khous 6,5 Gaspar 7
Yanis 6 Tyronne 6
Riki 7 Gassama 6,5
Jito 7,5 Mainz 6
Suplentes
Maestresalas 5 Camacho 5
Guerrero 5 Esnaider 5,5
Cacho S.C.