Dos jornadas lleva José Luis Navarro en el banquillo azulón. Ciento ochenta minutos sin recibir gol que, a pesar de que aún es muy pronto para que se pueda apreciar el trabajo del entrenador, deja entrever el camino que se quiere seguir para lograr la permanencia. La primera consigna es asegurar la defensa y mantener la portería a cero, para crecer a partir de ese punto.

La primera de las dos jornadas imbatidos fue en la visita a Tudela. El enfrentamiento entre los dos equipos menos goleadores del Grupo 2 se saldó con un 0-0, en cierto modo previsible. Sin embargo, con el desplazamiento del Real Unión de Irún a Fuenlabrada, los de Navarro volvieron a dar muestras de la solidez que demostraron en algún tramo de la temporada, bajo el mando de Emilio Ferreras. Restando unos minutos iniciales un tanto dubitativos, el equipo azulón se asentó en el campo y logró alejar el peligro de su área durante casi todo el partido, frente a un rival de la zona alta de la tabla.

"Hemos estado ciento ochenta minutos sin recibir gol. Estábamos recibiendo muchos goles y eso para mi es muy, muy importante", comentó Navarro tras la victoria contra el Real Unión. En un Fuenlabrada con dificultades para crear ocasiones de gol, cobra especial importancia recuperar la solidez defensiva a la hora de jugar con tranquilidad y rentabilizar los tantos logrados.

Con una defensa veterana y experimentada, los problemas defensivos del Fuenlabrada esta temporada han sido provocados por la falta de cohesión del equipo. Más que un asunto individual, el conjunto fuenlabreño se partía, no acudía a la presión y las ayudas no llegaban. Esto, frente a equipos con velocidad y desborde en banda, ha supuesto un lastre que ha empujado al Fuenlabrada a la zona media-baja de la tabla. Recuperar la presión y el sentido defensivo colectivo es el objetivo marcado a partir del cual crecer. Navarro comentó sobre las tarjetas recibidas contra el Real Unión que "eso quiere decir que vamos (a la presión). Cuando tu vas, tienes el riesgo de llegar tarde". Tener solidez en defensa para jugar con más tranquilidad en ataque.