Sergio Egea hizo un balance positivo del encuentro que enfrentó esta tarde el Real Oviedo y al filial del Celta de Vigo en Barreiro, que se saldó con la victoria visitanate por 1-4. Destacó en primer lugar lo complicado que es enfrentarse a los filiales, a los que tildó de "imprevisibles". Señalando que "no hay partido fácil", felicitó a sus jugadores por cómo habían competido, y también se mostró satisfecho con el terreno de juego,  diciendo que era "una cancha magnífica, donde se puede jugar a fútbol bien". Resumió el partido con un análisis general, donde destacó que "defendimos muy bien, estuvimos muy ordenados atrás, aprovechamos las ocasiones y dimos la sensación de equipo sólido".

El argentino siguió detallando el desarrollo del encuentro, haciendo hincapié en la intensidad que el Real Oviedo imprime a los partidos, porque "si no lo pasamos mal". En cuanto al juego de ambos conjuntos, habló de la efectividad de sus hombres, señalando que "el fútbol es de goles, por ello nos vamos para Oviedo con los tres puntos", sin menospreciar el planteamineto de sus rivales, de los que que cree que "juegan bien y por eso están en el filial. Tienen un concepto futbolístico de toque muy lindo". En la línea de la efectividad carbayona, insisitó en la practicidad con la que afrontan los partidos, "buscando la espalda de los rivales". Finalmente, declaró su conformidad con lo visto sobre el césped, pues como dijo "tácticamente estuvimos bien, todo lo que hablamos se ejecutó".

El entrenador del conjunto ovetense se deshizo en elogios hacia sus jugadores, primero desde el punto de vista práctico, comentando que "tenemos futbolistas arriba muy desequilibrantes que marcan las ocasiones que tienen", y por último concluyendo que "son futbolistas de equipo grande, como es el Oviedo. Están muy comprometidos, compiten muy bien y por ello llevan trece jornadas invictos”, sentenciaba en referencia a los buenos números del Oviedo, que no pierde un partido desde el 30 de noviembre, ante el Zamora por 0-1 en el Carlos Tartiere.

Sobre los dos últimos empates del equipo ante Logroñés y Ferrol, dejó claro que no eran negativos, pues "sirvió para ganar puntos" frente a dos rivales importantes, siendo consciente del trabajo de su plantilla, del que valoró "la continuidad", señalando que "hay un equilibrio muy grande en el trabajo, que no es difícil de conseguir". Recordó que el Real Oviedo es un equipo "hecho para ganar y si muchas veces no puedes, sumar un punto no es malo".

Finalmente, volvió a su habitual discurso sobre la motivación extra que tienen el resto de equipos frente al de la capital asturiana, insisntiendo en que "el Oviedo es un club grande, todos lo entendemos, y cada domingo el rival tiene una motivación especial". Para concluir, sentenció con humildad que "los chicos están compitiendo bárbaro todos los domingos. Gracias a ellos estamos en la posición que estamos y ojalá sigamos en esta línea. Quedan treinta puntos por disputar. Disfrutamos en el viaje y el lunes ya pensamos en el Marino”, en referencia al próximo partido que los enfrentará al conjunto luanquín en el Carlos Tartiere.