Rubén de la Barrera y Fernando Estévez. El 'antes' y el 'después'. Dejando de lado lo que supondrá el partido en sí, el Promesas - Guijuelo de este domingo será también un partido muy atractivo por el duelo en los banquillos. Dos técnicos que siguen la misma doctrina tendrán su lance personal desde la banda, y solo el mejor 'ajedrecista' saldrá victorioso de la liza.

En la última partida psicológica entablada entre sendos técnicos, no hubo un campeón coronado. Vuelven a verse las caras ambos, apostando siempre por la ética del balón en cada partido. Un juego de la misma escuela que se acuna en dos equipos muy prometedores de la mano de sus respectivos técnicos.

Rubén de la Barrera, el primer maestro

El gallego fue el precursor de la exitosa trayectoria trazada por el Guijuelo. Tras su éxodo a la ciudad del Pisuerga, su sello se ha perpetuado en el filial violeta, cuya estampa es la de un equipo muy similar a los verdes, que se encuentra más cómodo en el fútbol de toque, y que apuesta -como el Guijuelo- por un fútbol atrevido que rompe con los moldes de la Segunda B.

Pequeñas diferencias le separan de su homólogo el granadino Estévez. Tras lo visto desde las gradas del Municipal el pasado curso y con lo analizado en los Anexos en este presente, el de Coruña se ha definido como un técnico de toque más 'puro', o definido, que su rival.

El estilo de Rubén de la Barrera se centra en un fútbol de combinatoria por extremo, con llegadas menos frecuentes y con menos capacidad goleadora respecto de la del hoy director guijuelense. Sin embargo, el método 'De La Barrera' da menos concesiones defensivas a los contrarios, cometiendo menos errores atrás o siendo penalizado en menor medida por los errores cometidos.

No en vano, los números no fallan. El Guijuelo ha sumado tres goles más que los del Pisuerga esta temporada (45 contra 43 tantos anotados). Ya en la pasada campaña, el Guijuelo había recibido a estas alturas y de la mano de su ex-técnico diez goles menos (24 por los 34 de esta temporada).

Más allá de los números, el partido será especial para el técnico por el reencuentro con sus ex-pupilos por segunda vez esta temporada. Ya en la primera ocasión firmó tablas ante un conjunto en el que marcó una época y en el que además ha dejado tatuada su huella, que es garantía de éxito.

Fernando Estévez, el nuevo mentor mejora los números

Muchos emparejaban al de Granada con el míster que le precede. No se equivocaron. No en vano, el director andaluz adoptó, tras la marcha del primer técnico que logró el Playoff en cuarenta años en la historia del club, el modelo 'reconsiderado' del mismo. Acertó de lleno la directiva en contratar a un técnico que seguía el perfil de Rubén de la Barrera, pues este nuevo preparador ha sabido plasmar a la perfección la idea iniciada por este primer maestro.

El granadino pese a estrenarse este año al frente del banquillo chacinero ha mejorado -cuando faltan apenas nueve jornadas para granjearse un lugar en la promoción-, las cifras marcadas por el ahora míster pucelano el año pasado. Con las mismas jornadas cumplidas, el Guijuelo del año pasado había sumado ya 46 puntos frente a los 50 sumados por el de la 'era Estévez'. Aunque si bien es cierto, los chacineros entonces corrían terceros y este año se mantienen fuera del Playoff en quinta posición.

FOTO: Saludo entre Estévez y Rubén de la Barrera, en el patido de ida (Chema Díez - Tribuna de Salamanca)

Así y todo, apunta a que el Guijuelo tendrá que superar la barrera de los 60 puntos que marcó el año pasado para entablar la guerra del Playoff. Fiel a un estilo, el Guijuelo del presente tiene como meta colarse en esta promoción de ascenso a Segunda por segundo año consecutivo, algo que determinarán partidos como el de este próximo domingo.

No se puede negar que, con sus credeciales de equipo modesto el Guijuelo va a presentar oposición a uno de los cuatro primeros puestos de la tabla de clasificación. Ya lo dice su ex-entrenador: "Estoy seguro al 100% de que el Guijuelo estará en el Playoff al final de la temporada", comentaba en la previa.

El tablero de Fernando Estévez:

Dieferentes variantes son las que baraja el técnico para este próximo partido. En su visita a los Anexos, el granadino buscará sobre todo llevar mayor peso en el centro del campo con Javi Moreno cerrando, y con la posibilidad de alinear a Valero o Jorge Alonso, ya que casi seguro Chuchi jugará como hombre más adelantado en la medular para enlazar con el ataque.

Estévez tiene en Valero uno de sus 'favoritos' para dirigir el mando de la nave y manejar también su fútbol. En principio, podría ser el elegido a copar la posición de centrocampista en el partido, si bien Jorge Alonso viene pujando por un sitio en el once con sus actuaciones más recientes. Controlando los tiempos del partido, el salmantino es un jugador que no duda en asumir galones y que posee gran calidad, por lo que la batalla está abierta en esta posición, donde será fundamental ganar la cruzada ante un equipo que sin el balón no se siente nada cómodo.

Otra zona caliente para el andaluz será la línea defensiva. Con Jonathan como cierre fijo en el centro de la zaga, la duda oscila en torno a Gonzalo o Yeray, que ofrece más verticalidad y fútbol de distribución sacando desde atrás el balón dada su condición de mediocentro. Al servicio de la polivalencia, su opción se plantea como posible si bien la línea por excelencia es la de Jonathan con Gonzalo.

En portería, por las bandas y asimismo en la punta de ataque, parece estar todo más o menos definido. En la meta se ha ganado un sitio fijo Felipe y además por las bandas el equipo ha encontrado la chispa necesaria para hacer daño a los rivales.

Con dos laterales de cariz casi ofensivo como Razvan y Raúl -que comenzó de extremo-, acompañados por el reconvertido Nierga y el explosivo Pastor, las bandas jugarán un papel esencial en el partido. Y aludiendo a una pieza de este ajedrez, Lambarri será la 'torre' en la punta. Mover tantas piezas no será tarea fácil para el técnico, que solo busca un objetivo: de nuevo, el de sumar 'partido a partido'.