No podían pasar más jornadas sin que el Real Avilés ganara, ya que el conjunto de La Villa del Adelantado acumulaba ni más ni menos que doce partidos sin conocer el triunfo, con nueve derrotas y tres empates. A merced del Marino de Luanco, el técnico Ismael Díaz Galán veía como sus jugadores tiraban de casta y orgullo para imponerse por 2-1.

"Fue un partido de mucho coraje"

Quitándose los méritos, Ismael Díaz Galán señalaba a un equipo eufórico que había sabido sufrir. "Quisiera que los focos apuntaran hacia esa panda de locos por el fútbol que están eufóricos en el vestuario, costó mucho meses, en mi caso tres semanas de ver como se trabaja al límite sin premio y supieron remontar las adversidades del partido, le da doble partido a la victoria. Nos lo puso muy difícil el rival", comentó en rueda de prensa.

Todo cambiaría en la segunda mitad, y es que los cambios de Díaz Galán dieron sus frutos. "Creo que hicimos una segunda parte muy buena, es un partido de mucho coraje, hasta los últimos minutos ellos pudieron apretarnos un poco más pero fuimos dominadores. No he venido a un jardín de flores, he venido a un club con una afición señorial, tenemos que cambiar los profesionales con juego y victorias", explicó.

"He venido a un club con una afición señorial"

Para terminar, el técnico avilesino asume que el equipo dará un cambio tras lograr tres puntos balsámicos. "Los tres puntos sabiendo donde estamos cada victoria es quitar a un rival de la zona de abajo. Es una victoria balsámica que rompe una racha malísima, ahora el equipo va a ser de otra manera. Ha sido un partido emocional terrible de jugar. Mucho de lo que les pasaba era ver que hicieran lo que hicieran no ganaban", concluyó.