No pudo ser. El Tropezón truncó la ilusión de los más de 15.000 aficionados oviedistas que esperaban cantar el alirón de su equipo, que sólo necesita un punto para proclamarse campeón del Grupo 1 de Segunda B. Se vio en el Tartiere un partido con pocas ocasiones claras que se saldó en los últimos minutos. 

Egea repetía el once planteado al pasada jornada en Zamora, a excepción de Sergio García, que empezaba en el banquillo en detrimento de Linares, el cual regresaba tras sanción. De este modo, el argentino planteaba el 4-4-2 que otras veces ha lucido en casa, con Dioni y Linares como puntas, apoyados por Susaeta y Borja Valle por las bandas. Así, Egea ponía toda la carne en el asador para rematar el campeonato, pero a los 15 minutos juego unas molestias impedían a Dioni continuar, que era sustituido por Sergio García, volviendo al habitual 4-2-3-1.

Hasta entonces nada había brillado sobre el césped ovetense. Los locales trataban de hacerse con el balón mientras que los de Lolo Herrera esperaban atrás, buscando salir al contraataque. De hecho, el primer disparo no llegó hasta los 17 minutos, un tiro lejano de Charlie que salió rozando el poste izquierdo de la puerta de Iván.

El Oviedo, falto de creatividad, se estrellaba contra la zaga cantábra, y no era capaz de hacer daño a un sólido Tropezón que acumulaba una gran cantidad de hombres en defensa. Sólo mediante robos en el centro del terreno de juego y rápidas transiciones pudo sorprender el equipo de la capital asturiana, si bien no llegaba a tener ocasiones claras.

A los 30 minutos de partido, Egea, descontento con el juego de su equipo, mandó calentar a Generelo, que entró en el descanso por Omgba. Poco a poco los azules hostigaban cada vez más el área visitante, madurando su juego, pero sin poner a Iván en apuros. El mayor peligro lo tuvo Borja Valle con un remate de cabeza tras un córner que se fue demasiado alto.

En el tramo final del primer tiempo el Tropezón se vino arriba, llegando a tener la ocasión más clara hasta entonces, cuando un balón colgado al área pasó por delante de David Fernández y de Esteban, acabando en los pies de Álex, que incomprensiblemente disparó fuera a puerta vacía. Los locales reaccionaron acosando finalmente el área rival antes del descanso, siendo de nuevo Borja Valle el artífice de otra coasión de peligro con un cabezazo que se iba fuera.

La lluvia protagonizó el segundo tiempo

La segunda parte comenzó bajo la habitual lluvia ovetense, con el cambio de Generelo por Omgba y un Oviedo lanzado a por la victoria. Los de Egea metieron una marcha más, pero las ocasiones seguían sin llegar, destacando únicamente una llegada de Sergio García, que, por culpa de la acumulación de agua sobre el césped, erró.

Los azules no podían contra un equipo casi desahuciado, cuya solidez defensiva y sus rápidos contraataques traían de cabeza al equipo carbayón. De este modo, poco a poco el Tropezón fue ganando metros, aunque su dominio apenas duró unos minutos. Descontento, Egea  gastó entonces su último cambio, dando entrada a Cervero para buscar balones largos con la esperanza de encontrar el gol que no acaba de llegar

El deterioro por la lluvia del césped del municipal ovetense hacía el juego casi impracticable, lo que propició que las pérdidas de balón aumentaran y la conducción en algunas zonas del campo se volvieran imposible. Por ello, cobró protagonismo el juego por arriba, con balones largos y disparos lejanos, como uno de Susaeta que por poco se le escapa a Iván.

Locura final

El encuentro se resolvería en los 10 minutos finales. En el minuto 82 se adelantaba el Tropezón tras un centro en el que el balón, después de hacer un extraño, entraba en la portería de Esteban. Los carbayones no se rindieron y en dos minutos consiguieron el empate en una jugada caótica que culminaba con un remate de Cervero que finalmente un defensor visitante introducía dentro de su propia meta. Era el 1-1. El definitivo 1-2 lo puso Fresno en el marcador en el 88, en el tercer remate seguido de los cantábros en una misma jugada, tras sendos despejes de Esteban y Erice.

El árbitro pitó el final y los azules veían cómo su racha de partidos invictos llegaba a su fin, con 19 encuentros sin perder. Los tres puntos se los llevaba así con mucho mérito un Tropezón que supo aprovechar la falta de acierto de los azules. Tres puntos vitales para los de Lolo Herrera, que penúltimos y con 32 puntos se sitúan a 6 de la salvación

La derrota supone un toque de atención para el Real Oviedo que, deseoso de cantar el alirón pagó sus imprecisiones. Los azules viajarán a Santiago la próxima semana para enfrentarse a la SD Compostela el domingo a las 18:30h y cambiar así la imagen dada hoy ante su afición.