Adiós con el corazón

Lo de menos eran los puntos. El partido que ponía cierre a la temporada 2014/2015 en el Municipal sestaoarra enfrentaba a dos equipos sin nada en juego salvo agradar a sus aficionados en el caso local, y honrar la categoría perdida hace unas semanas en el bando visitante. Así pues, con varias novedades en ambas alineaciones saltaban al césped de Las Llanas los conjuntos dirigidos por Ángel Viadero y Álvaro Martínez: la continuidad de Etxebarrieta en la portería y de Cacho en el lateral derecho destacaba en el once local, mientras que en las filas conquenses

Comenzó el encuentro de forma anodina, con un River que demostraba cierta apatía, con el freno de mano bajado desde que hace tres jornadas certificara su permanencia sin poder aspirar a cotas más altas, frente a un desahuciado rival que, consumado su descenso, jugaba libre de presión y dejando atisbos del buen hacer demostrado por sus integrantes la pasada jornada ante el Real Unión.

Las primeras oportunidades de peligro corrían del lado de los de Castilla La Mancha, en las botas de su mejor hombre sobre el campo, Karim, pero sin embargo sería Nacho Rodríguez el que abriera el marcador para el equipo local al filo de la media hora de juego. El enrachado delantero cántabro, que poco antes había estado cerca de celebrar su décimo gol como verdinegro con un buen remate de tijera, no perdonaría en el rechace de Bernabé a un remate de Jito tras un saque de esquina, contando para batir al meta blanquillo con la colaboración del defensa visitante Picón.

Sin embargo la alegría iba a durar poco para la hinchada local, ya que apenas un par de minutos después sería Javi Salero el que pusiera las tablas al plantarse en un rápido contraataque mano a mano con Etxebarrieta, a quien driblaría antes de mandar el balón a las redes vizcaínas.

Pudo incluso irse con ventaja el Conquense si Karim hubiese llegado a un balón que se paseó peligrosamente las inmedicaciones del área verdinegra.

Golazos y lágrimas

El segundo tiempo seguiría por los mismos derroteros de juego descafeinado, en el que la emoción la pondrían más los sucesivos cambios ordenados desde el banquillo local, que lo que sucedía dentro del césped, donde los pupilos de Álvaro Martínez iban a conseguir darle la vuelta al marcador tras una excepcional jugada personal de Jesús Varela, que se deshacía de todos los oponentes que salían a su paso hasta superar por alto al guardameta local.

Viadero, ya había reaccionado dando entrada a Resines por Dani Guerrero, cuya retirada entre lágrimas se teñía con aires de despedida al club que ha capitaneado esta temporada, y a Yanis por Nacho Rodríguez.  Y entre tanta emotividad no pudo faltar Jito Silvestre para cerrar la campaña con su décimosexto gol, el que pondría el empate definitivo. Un lanzamiento de falta directo, suerte que se le estaba resistiendo al pichichi de los verdinegros esta campaña, brillantemente ejecutado por toda la escuadra de un impotente Bernabé, y que servía al catalán para despedirse poco antes del final del partido con la enésima ovación del respetable de Las Llanas.

Un final de partido en el que el técnico vizcaíno del Conquense aprovechaba para dar la oportunidad a los menos habituales de su plantel como Dani Fernández o Maha, y que corrió sin apuros ni tensión entre los dos contendientes: Un River que acaba décimotercero con 50 puntos y con la incertidumbre de un nuevo proyecto deportivo a la vista,  y un Conquense que se despide con dignidad de la Segunda B como colista del grupo segundo.

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