Totalmente roto por dentro y casi sin poder articular palabra, los ojos vidriosos de haber llorado escenificaban lo que era el capitán del Real Avilés, un hombre que salía a dar la cara ante la prensa y que no se mordía la lengua al decir que el vestuario estaba muy jodido, envuelto en un mar de lágrimas, teniendo que jugar el partido de vuelta en Elda a muerte desde el primer minuto para lograr el milagro de la permanencia.

"El que haya aplaudido es un caballero después de un 1-4 en casa"

El capitán del Real Avilés no era capaza de poder explicar como había ocurrido tal humillación en el partido en el que se jugaban no descender a Tercera División. "El peor guión que hubiera redactado nuestro peor enemigo, cometemos errores defensivos pero nos meten dos goles por la escuadra, ha sido un desastre en todos los sentidos. Lo peor de todo es que con el 1-3 todavía había una pequeña esperanza pero volvimos a cometir errores. El vestuario es un desastre, un mar de lágrimas, pero sí es verdad que queda un partido de vuelta, a medida que pase la semana y hay que pelearlo", comentó ante los medios.

Para terminar, Geni no quería ni hablar de la primera vuelta, a sabiendas de que el objetivo era la salvación. "El objetivo era la salvación desde el principio, no sirve de nada hablar de la primera vuelta, fue buena, pero el tiempo demostró que tenemos el equipo justo para pelear por la salvación. El que haya aplaudido es un caballero después de un 1-4 en casa, lo menos era esperar pitos, ahora toca aguantar el chaparrón e intentar trabajar para darle la vuelta a esto", concluyó.