Charlando, echando una pachanga, haciendo apuestas, comiendo un bocadillo o incluso jugando a la Play Station; así pasan el tiempo los oviedistas acampados en busca de una entrada para el decisivo choque al que se enfrenta el Real Oviedo el domingo en Cádiz. Un total de 450 entradas serán puestas a la venta mañana, a partir de las 10 y ya hay cola desde que el árbitro pitara el final del encuentro de ida del domingo. "Estáis locos" fueron las palabras del técnico azul Sergio Egea, que se acercó hasta el Tartiere para dar ánimos a los aficionados. Acto seguido Egea también les pregunto si necesitaban algo. Un gesto que resume, en palabras de los acampados, lo bien que se está portando el club, la entidad ha abierto las puertas del campo para que los aficionados puedan acceder al baño, además les ha proporcionado energía eléctrica.

Borja García, fue el tercero en ponerse a la cola. La idea la traía preparada desde antes del partido de ida. La decisión estaba tomada y fuera cual fuera el resultado, Borja ese día sabía que no dormiría en su casa. Fue inesperado que las entradas no se pusieran a la venta el lunes, tal y como los primeros acampados esperaban, pero reconoce que por seguir a su equipo esperará “lo que haga falta”. Ante la pregunta del resultado que espera en el Carranza, Borja duda pero espera que sea favorable para el Oviedo y apuesta por un 0-2: “Hay que confiar en el equipo, son muchos años en el pozo.”

Están bien organizados, tienen una lista oficial del club y están estructurados en grupos. Todo aquel que va a llegando a la acampada tiene que apuntarse con su número de socio. Además, una misma persona puede hacer cola por otro socio más aunque este no esté, siempre y cuando se acredite el número de socio de la persona en cuestión. “Dentro de los grupos vamos haciendo relevos, así no nos tenemos que dormir aquí todos los días. Está siendo una forma de conocer gente nueva y de hacer amigos. A mí se me está pasando más rápida esta semana que la anterior” añade Jaime Arrebola, otro de los acampados.  

En la acampada hay gente de todas las edades: grupos de amigos, familias e incluso desconocidos unidos por un mismo sentimiento. En definitiva, una gran variedad de aficionados: "Tenemos un compañero inglés que está de vacaciones en Llanes. Vino en estas fechas para seguir el playoff y hoy se plantó aquí bien temprano en autobús para hacer su turno. Sus compañeros de grupo le han dicho que disfrute las vacaciones que ellos se encargan de su entrada" cuenta Jaime.

A los pies del Tartiere se respira oviedismo y buen rollo por los cuatro costados, pero también nerviosismo por lo que pueda ocurrir en el Carranza. Eso sí, todos lo tienen claro, si fuera necesario repetirían la experiencia dentro de 15 días para volver a estar al lado de los jugadores. Si hay alguien que aún se lo esté pensando todavía  es posible hacerse con una entrada para el partido. A esta hora, hay más de 200 personas inscritas en la lista pero se prevé que en las próximas horas se unan muchas más para conseguir la tan ansiada entrada. Hoy, Martes de campo en Oviedo, una de las romerías locales más típicas de la ciudad, muchos oviedistas han decidido comerse el tradicional “bollo preñao” en los aledaños del Tartiere demostrando una vez más que esta locura no tiene límites.