Guadalajara y Almería B cosecharon un nuevo empate en el encuentro de vuelta de la primera eliminatoria del playoff de ascenso a Segunda División. Al igual que en el partido de ida, la igualdad ha predominado a lo largo de los noventa minutos, sin embargo el conjunto alcarreño ha puesto la nota dominante, alentado en todo momento por la parroquia morada. 

En el césped del Pedro Escartín destacó un futbolista por encima del resto de los mortales, Abel Molinero, curiosamente ex integrante de la cantera almeriense, así como del primer equipo con Francisco Rodríguez a la cabeza. El jugador madrileño del Guadalajara no gozó de las suficientes oportunidades en el Almería, sin embargo Carlos Pérez Salvachúa lo ha convertido en el estandarte del equipo, y en su brújula en estos playoffs, donde ya es protagonista.

En este encuentro, Abel Molinero ha protagonizado multitud de ocasiones como para haberse marchado con el balón a su domicilio, sin embargo unas veces por errores suyos, y otras por las magistrales intervenciones de Gianfranco, no ha podido ser. Empezó el partido entrando en las inmediaciones almerienses, como si de un zaguero rojiblanco se tratara, jugando entre líneas y habilitando a sus compañeros de ataque en multitud de acciones ofensivas.

Suyo fue el gol del Guadalajara, después de recoger un balón en la frontal del área y colocarlo con sutileza en el fondo de las mallas de la meta almeriense. Sin embargo, el joven futbolista alcarreño no se conformó y fue a por más, acumulando hasta dos mano a mano errados ante un imponente Gianfranco, sobresaliente durante todo el encuentro. En los minutos finales, provocó un buen numero de faltas, lo que le permitió a su equipo acumular segundos vitales en su lucha contra el crono. Al término del encuentro fue ovacionado junto con el resto de sus compañeros, pero el destacó por encima del resto, el fue el hombre del partido.